Es la mejor excusa que hay hoy para poder reírnos de lo que nos está pasando, aún con todo lo negativo y trágico.
No estoy realmente preparado para reseñar esta película. Lo sé. Considero que antes de ponerme a escribir toda esta parrafada que tengo que evacuar debería, al menos, revisionar la cinta para terminar de asimilarla y cuadrar el enfoque. Mas aquí me tenéis por eso de que «No mires arriba» es de lo que todo el mundo habla (o, ya a estas alturas, ha hablado porque me da que su momento de gloria ha pasado, al menos entre los principales corrillos de la Plaza Mayor). Y todo el mundo habla no sé si por su mensaje en la botella o simplemente por lo irreverente que es, tomando prestadas las típicas notas del cine apocalíptico con un meteorito-cometa-lo que sea que se nos cae encima, para colar una feroz crítica al sistema político y social dominante en los EEUU y, por simpatía, en el resto del globo (sigue leyendo)
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