El título no deja lugar a confusión
La primera y única vez que escuché hablar de esta película fue en un programa del podcast La órbita de Endor, de ubicación sobre el almanaque y en la relación de IVOOX ahora imposible. Y me quedé con el rollo, lo poco que pude porque eso de trabajar y estar con la oreja pegada es una empresa extenuante. Y ese poco fue que era una película oriental en el que los tiros y las coreografías de artes marciales copaban el 99% del metraje. Y como digno hijo de padres como Sylvester Stallone y otros tantos, pues mi destino era acabar viendo esta película, aunque tardara años.
Y esos años han transcurrido, hasta este momento. La terminé de ver ayer y aún sigo impactado. El argumento es pobre de veras, y el drama apenas se vislumbra en la relación fraternal entre uno de los policías que forman parte de la unidad de asalto y uno de los segundos del gánster al que hay que cazar (sigue leyendo)
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