Quisieron transmitir el impacto de la quietud y atmósfera pictórica de Stålenhag; no obstante, la pantalla de televisión, por muy pequeña que sea, no deja de ser un medio dinámico.
Conozco la obra de Simon Stålenhag desde hace bastantes años. Prueba fehaciente de ello es que su página web está entre lo más antiguo de la lista de favoritos de mi navegador de Internet de referencia. La conozco desde los tiempos en los que trabajaba e iba subiendo imágenes de la serie The Electric State (2017), cuyos derechos televisivos adquirió Netflix y que ha cristalizado en un proyecto dirigido por los hermanos Anthony y Joe Russo y protagonizado por la insufrible Millie Bobby Brown. Un producto que, si es fiel a su avance promocional, podría resultar descafeinado en comparación con el impacto visual y emocional de los cuadros de Stålenhag. Sin embargo, tendrá el lado positivo de que la chiquillería y no tan chiquillería fanática de Stranger Things (por eso de que está implicada la Brown), podrá descubrir a este genial autor sueco y su singular arte gráfico narrativo (pincha aquí para seguir leyendo)
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