El pasado día redescubrí uno de los placeres de los que disfrutaba en mis vacaciones hace tan solo unos pocos años (y es que este período de descanso ya no significa lo mismo para mí desde hace ya mucho tiempo). El aroma que emanaba de aquel bar ante cuyas puertas cruzaba cargado de bolsas de la compra me retrotrajo al pasado, a un determinado punto geográfico mientras esperaba con la boca haciéndome baba mi oportunidad de adquirir por 300 pesetas un bocata (de los buenos) de lomo recién hecho en la temprana noche de las fiestas locales. Por aquel entonces era un crío y esas jornadas suponían el último reducto de paz y sosiego antes de volver al campo de concentración de las aulas escolares (no os creáis que se regresaba a una trinchera, no).
Admito que, antes de empezar las clases, me invadía cierta emoción ante las expectativas de futuro, pero, pasado el primer día y viendo que todo seguía igual, fui adquiriendo la costumbre de coger un calendario e ir contando las semanas que me quedaban hasta recuperar la libertad (solo me faltaba contar las horas, la verdad). En la Universidad no fue tan extremo y acabé calculando las semanas que me quedaban para seguir haciendo el vago antes de ponerme en serio a estudiar para las dos grandes convocatorias a las que nos enfrentábamos generalmente al año.
Desde el pasado 2004 no he tenido unas vacaciones como tales y, aunque mi permiso del 2009 tampoco se puede calificar como tal, he podido romper algunos de los cabos que me atan al deber y dejar mi conciencia al viento, eso sí, sin estar ocioso. Pensé en dirigir gran parte de mis esfuerzos a la tarea de terminar mi segunda historieta de Go Cong que tengo entre manos, mas me dediqué a coger casi a diario mi cuaderno de notas y a escribir y a escribir en el tiempo libre que me otorgaban ciertos asuntos pendientes, algunos de los cuales son de salud. Algunos artículos para Novilis, otros para la RGM y los demás para el Navegante MP.
Fue todo un alivio ver que, a pesar de haberme tirado mucho tiempo sin hacerme análisis de sangre y orina, lo único malo es que tengo el ácido úrico 0,1 por encima del nivel base y que mi colesterol está por debajo de la marca mínima de referencia normal (12 puntos para ser exactos), aunque me desagrada ver que he ido más veces este mes al médico que en años, sobre todo al de cabecera. El punto negativo lo encuentro en la visita al dentista que me ha encontrado una serie de obras en mis muelas, las cuales carecen de licencia de obras mayores.
Lo verdaderamente malo es que, como parece ocurrir siempre, esos anhelos de visitar tal sitio, hacer tal cosa y todo lo demás tendrán que quedarse en el cajón un año más. Es algo característico en mí.
Es hora de regresar a los deberes y afrontar los retos nuevamente. Solo ruego poder superarlos y dejarlos atrás de una vez por todas. Quiero poder burlar el bloqueo con honor, diligencia y dignidad, por encima de aquellos que solo quieren dañarme con sus armas de malicia e hipocresía barata. Estoy preparado a presentar batalla.
Admito que, antes de empezar las clases, me invadía cierta emoción ante las expectativas de futuro, pero, pasado el primer día y viendo que todo seguía igual, fui adquiriendo la costumbre de coger un calendario e ir contando las semanas que me quedaban hasta recuperar la libertad (solo me faltaba contar las horas, la verdad). En la Universidad no fue tan extremo y acabé calculando las semanas que me quedaban para seguir haciendo el vago antes de ponerme en serio a estudiar para las dos grandes convocatorias a las que nos enfrentábamos generalmente al año.
Desde el pasado 2004 no he tenido unas vacaciones como tales y, aunque mi permiso del 2009 tampoco se puede calificar como tal, he podido romper algunos de los cabos que me atan al deber y dejar mi conciencia al viento, eso sí, sin estar ocioso. Pensé en dirigir gran parte de mis esfuerzos a la tarea de terminar mi segunda historieta de Go Cong que tengo entre manos, mas me dediqué a coger casi a diario mi cuaderno de notas y a escribir y a escribir en el tiempo libre que me otorgaban ciertos asuntos pendientes, algunos de los cuales son de salud. Algunos artículos para Novilis, otros para la RGM y los demás para el Navegante MP.
Fue todo un alivio ver que, a pesar de haberme tirado mucho tiempo sin hacerme análisis de sangre y orina, lo único malo es que tengo el ácido úrico 0,1 por encima del nivel base y que mi colesterol está por debajo de la marca mínima de referencia normal (12 puntos para ser exactos), aunque me desagrada ver que he ido más veces este mes al médico que en años, sobre todo al de cabecera. El punto negativo lo encuentro en la visita al dentista que me ha encontrado una serie de obras en mis muelas, las cuales carecen de licencia de obras mayores.
Lo verdaderamente malo es que, como parece ocurrir siempre, esos anhelos de visitar tal sitio, hacer tal cosa y todo lo demás tendrán que quedarse en el cajón un año más. Es algo característico en mí.
Es hora de regresar a los deberes y afrontar los retos nuevamente. Solo ruego poder superarlos y dejarlos atrás de una vez por todas. Quiero poder burlar el bloqueo con honor, diligencia y dignidad, por encima de aquellos que solo quieren dañarme con sus armas de malicia e hipocresía barata. Estoy preparado a presentar batalla.
6 comentarios:
Después de tan exhausto y detallado informe de tus últimas vivencias, yo te diría 2 cosas:
1ª: en tu situación y seria más chulo que nadie y me presentaría de vuelta e día 1, con 2 cojones, ya que si van a hablar mal de uno, pues que lo hagan con motivos reales!!!
y 2º pero no menos imprtante: si estás hasta el culo de la empresa privada, prepárate unas oposiciones de lo tuyo, que además de ganarse una pasta (y muy buena)es lo seguro y la especialidad de este pais. Total, nadie valora el talento...
Te contesto en el mail tocayo.
Uuuyy, el último párrafo delata cierto grado de pesimismo a pesar de la predisposición a presentar batalla... Espero que te sea leve la vuelta. Abrazos
El pesimismo no es más que una consecuencia de ver el horizonte que parece seguir igual. Siguen estando los mismos penachos de humo en la salida de puerto, pero tengo que superarlos.
Venga, Javier, ánimo...y a por todas... seguro que sabes salir de ésta y "capear" el temporal como buen navegante.
Gracias, Isabel :)
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