Poco hay que represente a la ciudad de Coruña de forma tan distinguida como la torre de su faro, el más antiguo en activo.
La mitología adjudica su construcción al héroe y semidiós Hércules, una figura común en la memoria ancestral de nuestra Piel de Toro. No obstante, nuestra península fue un punto de recalada para numerosas expediciones de pueblos mediterráneos, que extendieron su presencia y cultura.
Así pues, ¿cómo y por qué llegó Hércules a la actual Coruña?
Hércules se enemistó con el gigante Gerión, descrito como un hombre de enorme talla y no como un ser mitológico. Gerión deshonró a una hermana de Hércules, y el héroe griego, encendido por el fuego de la venganza, persiguió al gigante desde Cádiz hasta donde hoy se alza Coruña.
La persecución se llevó a cabo por mar, en barcas de mimbre forradas de piel. Gerión ganó mucha ventaja y llegó a Coruña, decidiendo allí hacer un alto y utilizar su propia barca como refugio. Aunque la leyenda afirma que Gerión hizo casa de su barca, es más probable que se refugiara en las cuevas horadadas por el mar en el acantilado; cuevas que a su vez alimentaron la imaginación de los lugareños con historias de fabulosos tesoros, fantasmas y contrabandistas diabólicos.
El gigante Gerión, demasiado confiado, se echó a descansar y quedó dormido. Los días pasaron y Gerión no se percató de que Hércules había llegado al fin y descubierto su escondite. El semidiós pudo aprovechar la ventaja de sorprender a su enemigo, que dormitaba plácidamente, pero decidió esperar a que despertara para retarlo a un combate.
La lucha entre ambos se prolongó durante tres días, en los que ningún contendiente se mostró claramente superior al otro. Si bien Hércules era fuerte, Gerión destacaba por su agilidad y destreza. Solo el agotamiento acumulado tras días de combate logró inclinar la balanza, y Hércules resultó vencedor.
Muerto Gerión, Hércules lo decapitó, enterrando su cabeza y sus bienes en lo que serían los cimientos del faro. Luego arrojó al mar el cuerpo y ordenó la construcción del faro. También dispuso que aquel lugar fuera habitado, recibiendo el nombre de Coruña en honor a una de las primeras mujeres que llegaron a la población: Cruña.
No hay comentarios:
Publicar un comentario