viernes, enero 25, 2008

25 de Enero de 2008

DIARIO DE CÁDIZ

La Marina australiana se interesa por las lanchas de desembarco de Navantia

La empresa oferta a Australia estas lanchas como complemento a los buques que ha encargado a los astilleros españoles · La Armada recibió ayer la última lancha construida en San Fernando y Puerto Real

Sus características han llamado la atención de las marinas de otros países que cuentan en su flota con embarcaciones similares, aunque con menos calidad y condiciones más rudimentarias. Destaca Australia a la que la compañía Navantia ha presentado una oferta. Y es que las lanchas de desembarco que la empresa ha desarrollado para la Armada española duplican la capacidad de carga que tenían hasta ahora estas barcazas. Más aún, alcanzan el doble de velocidad que sus antecesoras, y eso las sitúan en un lugar privilegiado en el mercado naval militar. Ayer, la compañía entregó la última de estas lanchas, que se unirá a las once anteriores en Puntales, donde tienen su base.

Su función es trasladar hasta la costa el material y el personal desde los buques anfibios, como son el Galicia, el Castilla o, una vez se encuentre en activo, el Buque de Proyección Estratégica (BPE) Juan Carlos I. Puede cargar, entre otras cosas, camiones de distinto tonelaje, hummers y obuses de autopropulsión -como los que ayer custodiaban desde La Clica, lugar donde hace maniobras el Tercio de Armada-.

Cuatro de las doce unidades construidas en los astilleros de La Isla y Puerto Real ya han intervenido en una misión en el extranjero, la desarrollada por las fuerzas españolas en el Líbano, donde entraron en funcionamiento para el desembarco en la playa de la Infantería de Marina.

Ayer, todas las lanchas de desembarco, incluida la que se entregaba a la Armada española, regresaron a Navantia San Fernando, uno de los centros de trabajo donde se han realizado, y participaron en un ejercicio que las llevó al saco interior de la Bahía. La primera en navegar por el caño era la protagonista del acto, la L-614. En ella embarcaron las autoridades civiles y militares, con el almirante de la Flota, Fernando Armada Vadillo, al frente. Detrás, se situaron los medios de comunicación. La seguía el resto. Durante esta actividad, los presentes pudieron comprobar la capacidad de maniobra de estas embarcaciones, en el desplazamiento lateral o en el giro para volver a las instalaciones industriales anexas al Arsenal de La Carraca. Incluso, la L-614 se acercó a la orilla de La Clica para mostrar cómo se acercaba a tierra, varaba en la zona y bajaba la rampa.

Tras el ejercicio y antes de la firma del acta de recepción, Armada Vadillo mostró su satisfacción por la culminación de este programa con Navantia, con el que se salda las necesidades de la Armada en este aspecto. El director de los astilleros de la Bahía, Fernando Miguélez, insistió en las prestaciones superiores que las lanchas de desembarco ofrecen frente a otras convencionales. "Son tecnológicamente muy avanzadas. Su capacidad de carga de material y de personas y la velocidad que alcanzan suponen el doble de lo existente", explicó.

Todo ello ha despertado el interés de otros países. Especialmente destacan los contactos con la Marina australiana, a los que la compañía ha presentado una oferta para dotarlos con este tipo de embarcaciones. Ahora Navantia espera que Australia evalúe esa propuesta y dé una contestación. La idea, según apuntó Miguélez, es presentarla como complemento a los buques anfibios que el centro de Ferrol construirá para este país de las Antípodas (de cuyos sistemas se encargará la antigua Fábrica de Armamento de La Isla, FABA, junto a su homóloga de Cartagena).

Otro país con interés por los componentes de la Flota española es Suecia, como reconoció el almirante jefe de Apoyo Logístico de la Bahía de Cádiz, Juan Serón. "Representantes de la Marina australiana y sueca han estado recientemente a bordo del Galicia y el Castilla para conocer su funcionamiento y sus sistemas", comentó. Unas visitas que sirven de paso para que los responsables de los astilleros españoles promocionen su producto.

FARO DE VIGO

La costa gallega esconde medio millar de restos arqueológicos submarinos

MAR MATO / VIGO Siglos de conquistas, de historia, viajes y comercio han dado lugar a innumerables barcos hundidos que han convertido la costa gallega en una de las principales zonas de la Península Ibérica en patrimonio arqueológico subacuático. El arqueólogo submarino Miguel San Claudio -uno de los principales expertos en la materia en la comunidad- se remite a los estudios realizados por la Xunta de Galicia para señalar que desde Ribadeo hasta el Miño se contabilizan entre 400 y 500 restos de interés bajo las aguas.
San Claudio defiende que, en la Península, a la comunidad gallega "sólo la superan (en número e importancia de patrimonio subacuático) Cádiz y Lisboa". Ambas, capitales económicas de dos imperios -el español y el portugués- durante siglos de esplendor en la época de los descubrimientos.
Ni siquiera Girona ni Cartagena superan a Galicia ya que los puertos de las dos primeras fueron utilizados principalmente durante la época clásica para el comercio de fenicios y romanos pero no disponen de tantos restos a partir de la época medieval. "Muchas veces decimos que Galicia está aislada pero hoy pensamos que este Finisterre fue el que se ha adentrado en el mar. En nuestra costa, tenemos restos de toda la historia europea y del mundo", señala San Claudio.
El medio millar de restos arqueológicos submarinos de interés supone una cifra provisional que puede estar muy alejada del número real. Si bien desde la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural se realiza un catálogo-inventario de todos los pecios existentes en las aguas gallegas, hay que considerar que nunca se conocerá con exactitud ante la imposibilidad de realizar prospecciones en los casi 1.700 kilómetros de franja costera. Por otra parte, el catálogo que desarrolla la Xunta supone un trabajo que nunca será definitivo ya que se irá actualizando con nuevos hallazgos.
No sólo la Administración autonómica está interesada en localizar, estudiar y proteger estos restos. El Gobierno español también. Lo demostró con la aprobación recientemente del Plan Nacional de Protección del Patrimonio Arqueológico Subacuático por el Consejo de Ministros que, como principal punto, establece la elaboración de cartas arqueológicas subacuáticas de todo el Estado. El objetivo, lo decía el ministro de Cultura, Antonio Muñoz Molina, "salvaguardar, conservar y difundir nuestro patrimonio" submarino.
En el caso de Galicia, prácticamente toda la costa presenta restos arqueológicos subacuáticos pero, principalmente, éstos se encuentran agrupados en el entorno de los puertos históricos (Viveiro, Ribadeo, A Coruña, Pontevedra y Baiona, principalmente) así como en las zonas y parajes de cierta peligrosidad para la navegación.
El resultado de los naufragios y de la actividad comercial de los puertos ha otorgado a los fondos una gran riqueza. Tras el atraque de los barcos, las tripulaciones -desde la cuna de la civilización- han tirado los objetos cotidianos usados a los fondos. En caso de irse a pique, "los barcos siguen siendo una realidad aunque no los veamos", apunta Miguel San Claudio. Estos pecios se localizan sobre todo en dos zonas. Por un lado,"las rías y, en ellas, la ría de Vigo y A Coruña especialmente; así como la Costa da Morte, lugar de grandes hundimientos durante las épocas históricas", explican desde la Consellería de Cultura que prosigue inventariando.

FARO DE VIGO

El Puerto no pondrá inconvenientes para prorrogar la concesión de Marina Atlántica
Deberá solicitarlo la empresa y el Concello pedir por escrito la situación actual de la primera moratoria

JUAN CALVO / CANGAS La Autoridad Portuaria no pondrá inconvenientes a una nueva prórroga de la concesión a Marina Atlántica para la construcción de un puerto deportivo en Massó, en Cangas. Así se lo comunicó ayer su presidente, Jesús Paz, al concejal de Urbanismo del Concello, Mariano Abalo, en el encuentro que ambos mantuvieron en la sede de la entidad en Vigo. Dejó claro que la moratoria no iba a ser excusa para que Marina Atlántica empezase las obras de construcción del puerto deportivo, anunciadas para finales del mes de enero. No obstante, la Autoridad Portuaria también advirtió que es la empresa la que tiene que solicitar la moratoria, no el Concello, que no tiene competencias para ello. En este sentido, Jesús Paz informó a Mariano Abalo que la empresa ya había solicitado una entrevista, cuya fecha está sin concretar todavía.
Pero Mariano Abalo no se limitó a hablar de la moratoria, quiso información sobre la prórroga anterior, cuándo había sido solicitada y cuándo caducaba. También mostró la intención de presentar un informe sobre lo que él denomina irregularidades en la concesión a Marina Atlántica. Paz contestó que todo eso debería pedirlo por escrito y que recibiría contestación de igual manera. Entregó el estudio de A Oitava Illa al Puerto y anunció que se lo iba a hacer llegar al presidente y vicepresidente de la Xunta. Considera que Massó es un buen banco de pruebas para que Touriño demuestre que quiere, de verdad, proteger el litoral.

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