LA VOZ DE GALICIA
Una fragata con base en Ferrol actuará de forma puntual contra la piratería en Somalia bajo el mando de la OTAN
Una fragata con base en Ferrol actuará de forma puntual contra la piratería en Somalia bajo el mando de la OTAN
- Autor:
- A. Vellón
- Fecha de publicación:
- 17/3/20
La fragata F-103 de la Armada española, con base en Ferrol, participará en una misión de la OTAN denominada Allied Protector y que tiene como objetivo trabajar de forma puntual contra la piratería en aguas de Somalia. Esta operación está desvinculada de la que mantiene la UE en ese mismo litoral, aunque ambas fuerzas estarán coordinadas, según fuentes oficiales de la Marina.
En la práctica, la ejecución de la misión Allied Protector forma parte de una navegación más amplia de la Blas de Lezo con una de las flotas permanentes de la Alianza Atlántica, la denominada Standing Nato Maritime Group One (SNMG-1). La hará junto a otros seis buques de guerra de Alemania, Portugal, los Países Bajos y EE.?UU. Desde la actualidad y hasta el 16 de julio desarrollarán la llamada operación Perla , consistente en realizar ejercicios con distintos países ribereños y visitar puertos de Grecia, Yibuti, Pakistán, Singapur, India, Tailandia, Malasia, Indonesia y Australia.
Según fuentes oficiales de la Armada, y siempre dentro de ese marco de la operación Perla , el hecho de que se vayan a surcar aguas del Índico y «razones de oportunidad» provocan esa actuación puntual contra la piratería. Tendrá lugar en dos fases. La primera, en el trayecto de ida hasta Australia, será en abril y durará veinte días, aproximadamente. La segunda, en el retorno, se desarrollará en junio por un período de diez jornadas. En el buque español viaja una dotación de algo más de doscientos marinos.
LA VOZ DE GALICIA
Un chapuzón con «Gaspar»
En la práctica, la ejecución de la misión Allied Protector forma parte de una navegación más amplia de la Blas de Lezo con una de las flotas permanentes de la Alianza Atlántica, la denominada Standing Nato Maritime Group One (SNMG-1). La hará junto a otros seis buques de guerra de Alemania, Portugal, los Países Bajos y EE.?UU. Desde la actualidad y hasta el 16 de julio desarrollarán la llamada operación Perla , consistente en realizar ejercicios con distintos países ribereños y visitar puertos de Grecia, Yibuti, Pakistán, Singapur, India, Tailandia, Malasia, Indonesia y Australia.
Según fuentes oficiales de la Armada, y siempre dentro de ese marco de la operación Perla , el hecho de que se vayan a surcar aguas del Índico y «razones de oportunidad» provocan esa actuación puntual contra la piratería. Tendrá lugar en dos fases. La primera, en el trayecto de ida hasta Australia, será en abril y durará veinte días, aproximadamente. La segunda, en el retorno, se desarrollará en junio por un período de diez jornadas. En el buque español viaja una dotación de algo más de doscientos marinos.
LA VOZ DE GALICIA
Un chapuzón con «Gaspar»
Tras varios días en la zona de Lorbé, el famoso delfín visita desde el fin de semana las embarcaciones de la costa de Sada
- Autor:
- Toni Silva
- Fecha de publicación:
- 17/3/2009
Después de Lorbé, Sada. El delfín Gaspar continúa inspeccionando palmo a palmo el golfo Ártabro. Ayer acudió a la zona portuaria de la localidad sadense, donde fue visto por varios vecinos. Entre las tres y media y las cuatro de la tarde fue el momento del día en el que mejor se pudo observar al famoso delfín, que se acercó a los pequeños botes cuando era reclamado por sus ocupantes.
Según estiman los vecinos, Gaspar cumplió ayer su tercer día en Sada, después de viajar la semana pasada por las aguas de Oleiros. Incluso se ha extendido la hipótesis de que haya dos delfines en la zona ya que, a la hora en que Gaspar jugaba ayer con las embarcaciones en la punta del espigón del puerto de Sada, otro delfín se acercaba a las naves en la zona de Lorbé.
El buen tiempo hace prever que serán muchos los que hoy se asomen a la costa sadense a buscar la silueta del que se ha convertido en el delfín más famoso de Galicia.
Los primeros indicios de Gaspar en Sada son de la tarde del pasado sábado, cuando se le vio entre las embarcaciones del pantalán. Algunos propietarios de las naves intentaron alejarlo de la zona por el peligro que las hélices suponen para la integridad del cetáceo. Ese mismo día pudo ser observado desde la zona del paseo marítimo de Sada entre los muchos paseantes que había convocado el buen tiempo. Pero no es la primera vez que se le intuye en la costa sadense, ya que el pasado 11 de marzo fueron varios los que creyeron verle desde la costa.
De noche
Continúa siendo un misterio cuál es el lugar en el que Gaspar se mueve por la noche. El delfín se ha habituado a perseguir a los barcos que faenan, especialmente una pequeña nave del puerto de Lorbé, con la que se topa de forma rutinaria a partir de las siete y media de la mañana.
Antes de Lorbé, a Gaspar se le localizó en el puerto asturiano de Cudillero y también en el de Burela. Es capaz de recorrer más de cien kilómetros en el día sin agotarse, según apuntan los responsables de la Coordinadora para el Estudio de los Mamíferos Marinos (Cemma). Gaspar está dispuesto a prolongar mucho más su ya largo año de estancia en las costas gallegas. Ahora parece ser el turno para los vecinos de Sada, que podrán disfrutar de la presencia de un animal no demasiado frecuente, al menos en el grado de confianza que está demostrando con el género humano.
Seguridad
Pero la Cemma previene que no todo es diversión. La coordinadora avisa de que no es precisamente muy conveniente atraer la atención de Gaspar hasta la zona de embarcaciones porque puede sufrir heridas con las hélices o acabar enredado en algún cabo, como ya ha ocurrido a otros arroaces.
Pero la presencia de Gaspar también despierta recelos en algunos sectores, como el de los marineros, que ven en el famoso delfín un competidor a la hora de repartirse la ya escasa pesca.
FARO DE VIGO
El "rentable" barco de vapor
Aunque ahora está en decadencia, en sus inicios el servicio marítimo de pasajeros fue un gran negocio
I.T. - O MORRAZO A pesar de estar ahora en decadencia, el transporte marítimo entre Vigo y O Morrazo ha marcado la evolución económica y social de la comarca. El barco era casi el único medio que comunicaba a los pueblerinos con la ciudad y, sobre todo, con el puerto y las actividades que allí se realizaban. La historia es amplia y compleja, ya que fueron muchos los que pasaron por la gerencia del servicio, pero la documentación existente es, durante muchos años, escasa.
Las primeras alusiones a las embarcaciones que transportaban pasajeros datan del siglo XVIII, cuando se construye el puerto de Vigo. A partir de ese momento, es tal la afluencia de barcos que navegan de un extremo a otro de la ría, que llega a establecerse un “control no mar ós navíos e barcas con xente, por se fosen armados”. Así lo relata el escritor e historiador Bernardo Máiz en su libro “As embarcacións de pasaxe das rías galegas”, en el que hace un recorrido por las diferentes zonas en las que el transporte de ría fue fundamental, una de ellas, O Morrazo. De hecho, no sólo había un puerto, sino que en Moaña, por ejemplo, salían navíos hacia Vigo desde O Con, Meira y Domaio, y normalmente con el aforo completo.
En Cangas es donde aparecen las primeras referencias de un pasaje continuo, ya que, según explica el miembro de la Asociación Cultural Nós, Xose Carlos Villaverde, la villa tuvo puerto antes que Moaña, que consiguió que el centro prosperase “gracias á creación do peirao, preto de 1913”. Fue precisamente en esa época, a comienzos del siglo XX, cuando aparecen los primeros patrones: el señor Pitorrro y Alejandro Botina en Cangas, la familia de los Matacristos en Meira, el señor Pinocho en O Con y Nando en Domaio. Cada uno de ellos poseía un balandro o galeón de vela con el que ofrecía el servicio de transporte a Vigo. Los viajes, a veces, duraban casi dos horas, pero los usuarios cada vez aumentaban más, ya que el barco era de gran utilidad para los vecinos. Las primeras décadas del siglo supusieron un salto de gigantes, de pronto la gente podía llegar fácilmente a las ferias con sus animales, pues durante los primeros años del transporte de ría, los barcos transportaban a los pasajeros al mismo tiempo que a los animales y las mercancías. La situación era, de todo, menos higiénica y por eso, pronto aparecen las quejas de los usuarios. Y es que los pasajeros llevan exigiendo un mejor servicio desde los años 20 hasta hoy mismo. Esta mismo periódico recogió las declaraciones de los vecinos de Cangas en 1918, solicitando que se “poña remedio á forma na que se fai o transporte público”. La remitían al comandante de la Marina.
La primera capitalización especializada exclusivamente en el transporte de pasajeros fue precisamente en Moaña. Era el año 1911 y el señor Legarda botó al mar a Delirio y Senén. Pero sólo tuvieron que pasar unos meses para que apareciese Emilio Fábregas, el creador de la empresa más perdurable y potente del sector en todo Galicia: Vapores de Pasaje, un negocio que superó, aunque a veces con pequeñas “trampas”, la gran competitividad que existía en la ría. El señor Cortegoso, “Cepillos” creo una ruta circular Meira-O Con-Cangas-Vigo, Cancelas Riobóo armó La Comercial Marítima de Transportes, y más adelante en 1953 un empresario de Arousa, Ricardo Baltar, formó “Marítima Viguesa”, que cubría solo Cangas-Vigo. Pero sin duda, el que más hizo peligrar la supervivencia de Vapores de Pasaje fue Xesús Pérez, más conocido por “Suso de Leta”, que en 1966 entra en el negocio con las “rápidas”, embarcaciones veloces pero poco seguras. Los usuarios se decantaban por este servicio, pero en 1978 muere una niña en una de las lanchas de Leta, y vuelven a Vapores.
Según estiman los vecinos, Gaspar cumplió ayer su tercer día en Sada, después de viajar la semana pasada por las aguas de Oleiros. Incluso se ha extendido la hipótesis de que haya dos delfines en la zona ya que, a la hora en que Gaspar jugaba ayer con las embarcaciones en la punta del espigón del puerto de Sada, otro delfín se acercaba a las naves en la zona de Lorbé.
El buen tiempo hace prever que serán muchos los que hoy se asomen a la costa sadense a buscar la silueta del que se ha convertido en el delfín más famoso de Galicia.
Los primeros indicios de Gaspar en Sada son de la tarde del pasado sábado, cuando se le vio entre las embarcaciones del pantalán. Algunos propietarios de las naves intentaron alejarlo de la zona por el peligro que las hélices suponen para la integridad del cetáceo. Ese mismo día pudo ser observado desde la zona del paseo marítimo de Sada entre los muchos paseantes que había convocado el buen tiempo. Pero no es la primera vez que se le intuye en la costa sadense, ya que el pasado 11 de marzo fueron varios los que creyeron verle desde la costa.
De noche
Continúa siendo un misterio cuál es el lugar en el que Gaspar se mueve por la noche. El delfín se ha habituado a perseguir a los barcos que faenan, especialmente una pequeña nave del puerto de Lorbé, con la que se topa de forma rutinaria a partir de las siete y media de la mañana.
Antes de Lorbé, a Gaspar se le localizó en el puerto asturiano de Cudillero y también en el de Burela. Es capaz de recorrer más de cien kilómetros en el día sin agotarse, según apuntan los responsables de la Coordinadora para el Estudio de los Mamíferos Marinos (Cemma). Gaspar está dispuesto a prolongar mucho más su ya largo año de estancia en las costas gallegas. Ahora parece ser el turno para los vecinos de Sada, que podrán disfrutar de la presencia de un animal no demasiado frecuente, al menos en el grado de confianza que está demostrando con el género humano.
Seguridad
Pero la Cemma previene que no todo es diversión. La coordinadora avisa de que no es precisamente muy conveniente atraer la atención de Gaspar hasta la zona de embarcaciones porque puede sufrir heridas con las hélices o acabar enredado en algún cabo, como ya ha ocurrido a otros arroaces.
Pero la presencia de Gaspar también despierta recelos en algunos sectores, como el de los marineros, que ven en el famoso delfín un competidor a la hora de repartirse la ya escasa pesca.
FARO DE VIGO
El "rentable" barco de vapor
Aunque ahora está en decadencia, en sus inicios el servicio marítimo de pasajeros fue un gran negocio
I.T. - O MORRAZO A pesar de estar ahora en decadencia, el transporte marítimo entre Vigo y O Morrazo ha marcado la evolución económica y social de la comarca. El barco era casi el único medio que comunicaba a los pueblerinos con la ciudad y, sobre todo, con el puerto y las actividades que allí se realizaban. La historia es amplia y compleja, ya que fueron muchos los que pasaron por la gerencia del servicio, pero la documentación existente es, durante muchos años, escasa.
Las primeras alusiones a las embarcaciones que transportaban pasajeros datan del siglo XVIII, cuando se construye el puerto de Vigo. A partir de ese momento, es tal la afluencia de barcos que navegan de un extremo a otro de la ría, que llega a establecerse un “control no mar ós navíos e barcas con xente, por se fosen armados”. Así lo relata el escritor e historiador Bernardo Máiz en su libro “As embarcacións de pasaxe das rías galegas”, en el que hace un recorrido por las diferentes zonas en las que el transporte de ría fue fundamental, una de ellas, O Morrazo. De hecho, no sólo había un puerto, sino que en Moaña, por ejemplo, salían navíos hacia Vigo desde O Con, Meira y Domaio, y normalmente con el aforo completo.
En Cangas es donde aparecen las primeras referencias de un pasaje continuo, ya que, según explica el miembro de la Asociación Cultural Nós, Xose Carlos Villaverde, la villa tuvo puerto antes que Moaña, que consiguió que el centro prosperase “gracias á creación do peirao, preto de 1913”. Fue precisamente en esa época, a comienzos del siglo XX, cuando aparecen los primeros patrones: el señor Pitorrro y Alejandro Botina en Cangas, la familia de los Matacristos en Meira, el señor Pinocho en O Con y Nando en Domaio. Cada uno de ellos poseía un balandro o galeón de vela con el que ofrecía el servicio de transporte a Vigo. Los viajes, a veces, duraban casi dos horas, pero los usuarios cada vez aumentaban más, ya que el barco era de gran utilidad para los vecinos. Las primeras décadas del siglo supusieron un salto de gigantes, de pronto la gente podía llegar fácilmente a las ferias con sus animales, pues durante los primeros años del transporte de ría, los barcos transportaban a los pasajeros al mismo tiempo que a los animales y las mercancías. La situación era, de todo, menos higiénica y por eso, pronto aparecen las quejas de los usuarios. Y es que los pasajeros llevan exigiendo un mejor servicio desde los años 20 hasta hoy mismo. Esta mismo periódico recogió las declaraciones de los vecinos de Cangas en 1918, solicitando que se “poña remedio á forma na que se fai o transporte público”. La remitían al comandante de la Marina.
La primera capitalización especializada exclusivamente en el transporte de pasajeros fue precisamente en Moaña. Era el año 1911 y el señor Legarda botó al mar a Delirio y Senén. Pero sólo tuvieron que pasar unos meses para que apareciese Emilio Fábregas, el creador de la empresa más perdurable y potente del sector en todo Galicia: Vapores de Pasaje, un negocio que superó, aunque a veces con pequeñas “trampas”, la gran competitividad que existía en la ría. El señor Cortegoso, “Cepillos” creo una ruta circular Meira-O Con-Cangas-Vigo, Cancelas Riobóo armó La Comercial Marítima de Transportes, y más adelante en 1953 un empresario de Arousa, Ricardo Baltar, formó “Marítima Viguesa”, que cubría solo Cangas-Vigo. Pero sin duda, el que más hizo peligrar la supervivencia de Vapores de Pasaje fue Xesús Pérez, más conocido por “Suso de Leta”, que en 1966 entra en el negocio con las “rápidas”, embarcaciones veloces pero poco seguras. Los usuarios se decantaban por este servicio, pero en 1978 muere una niña en una de las lanchas de Leta, y vuelven a Vapores.
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