El centro castrense de Marín incorporará la titulación de Ingeniero Industrial Mecánico a su plan de estudios
- Autor:
- Marcos Gago
- Fecha de publicación:
- 10/3/2009
La ministra de Defensa, la socialista Carmen Chacón, se desplazará mañana a Vigo, donde tiene previsto firmar con el rector de la Universidad un convenio de colaboración con la Escuela Naval. Esta medida es un paso más para el desarrollo pleno de la Ley de la Carrera Militar, que obliga a las academias de los tres Ejércitos a impartir una titulación universitaria en sus planes de estudio. La titulación elegida para el caso del centro castrense de Marín es la de Ingeniero Industrial Mecánico.
La Ley de la Carrera Militar transformó las tres academias españolas en Centros Universitarios de la Defensa. Cada uno de ellos tiene que estar adscrito a una Universidad y en el caso de la Escuela Naval se escogió la de Vigo, dada la estrecha colaboración entre ambas instituciones a lo largo de los últimos años.
La Escuela Naval es la segunda academia militar sobre la que Chacón firma un convenio de adscripción a una Universidad. Hace varias semanas la titular de Defensa hizo lo propio sobre la Academia General del Aire de San Javier, rubricando un acuerdo con la Universidad Politécnica de Cartagena.
Paralelamente a los pasos burocráticos, de los que la firma de mañana es uno de los más decisivos, se están desarrollando otras actuaciones de modernización de las infraestructuras de la Escuela Naval. Estas mejoras son necesarias para poder adaptar las instalaciones actuales a las exigencias derivadas de que se impartan clases de Ingeniería Industrial Mecánica
Entre otras actuaciones, está previsto construir o adaptar laboratorios y talleres, mejorar la biblioteca, ampliar la capacidad de alojamiento para profesores y alumnos y modernizar el apoyo logístico y administrativo.
Los planes analizados por Defensa prevén un incremento notable del número de alumnos. En la actualidad, en la institución castrense de Marín hay 450 alumnos matriculados. Los estudios de Defensa estiman que con el nuevo modelo educativo superarán los seiscientos.
Los plazos del Ministerio contemplan que en la Escuela Naval se impartan las clases de la especialidad de Ingeniería en el curso 2010-2011, coincidiendo con el período lectivo de la Universidad olívica. Los alumnos cursarán 240 créditos universitarios y otros 140 complementarios y específicos de su profesión militar.
Nuevas pruebas de acceso
Otra de las novedades que implicará la aplicación de la Ley de la Carrera Militar se refiere a la modificación del procedimiento de acceso a la institución marinense. Recientemente el comandante director, José Luis Urcelay, explicó que en el nuevo marco tendrá más peso la nota de selectividad y que la orientación de las pruebas físicas será diferente.
El objetivo es la reducción del tiempo que los aspirantes a alumnos tienen que emplear para poder acceder a una plaza en Marín. En la actualidad, los alumnos suelen ocupar uno o dos años en prepararse para poder optar a entrar en el centro castrense. No habrá cambios en la duración de la estancia de los alumnos en la Escuela Naval, que seguirá siendo de cinco años.
FARO DE VIGO
Marineros hallan clavos en A Borneira que podrían ser de la fragata "Herminie", de 1762
La tripulación del "Tres hermanos" localizó las piezas en una poza entre las rocas de esta costa de Cangas
CRISTINA G. - CANGAS
Marineros que se dedican a la extracción de erizo en Cangas hallaron ayer en las rocas de Punta Borneira, entre la villa canguesa y la playa de Areamilla, cinco piezas antiguas, dos de ellas sendos clavos de unos 20 centímetros de largo, una anilla y otras dos piezas de forma rectangular, posiblemente de cobre o bronce, que pudieran proceder de la fragata francesa “Herminie”, que naufragó frente a esta costa en torno a 1762. Las piezas las encontró la tripulación de la embarcación canguesa “Tres hermanos”, propiedad de Joaquín Molanes, que a su vez es presidente del Club Galerna de actividades subacuáticas. Asegura que las descubrieron cuando trabajaban dos compañeros en tierra, y estaban en una poza entre roca y roca a unos seis metros de profundidad. También encontraron unas piedras con un extraño color verde que podrían formar parte del lastre que portaban los antiguos barcos para no escorar. Molanes asegura que en otras ocasiones encontraron restos de chapas de naufragios, pero nunca este tipo de piezas de los que nada más verlas sospecharon de su antigüedad.
Joaquín Molanes se puso en contacto con el historiador Yago Abilleira, que colabora con el club, y le enviaron las imágenes de las piezas, que fueron después trasladadas al Seprona de la Guardia Civil. Abilleira les confirmó que estos restos podrían proceder de la mencionada fragata francesa y que los temporales de los últimos meses los hubiera arrastrado a las rocas. El historiador asegura que hay alguna documentación sobre el naufragio de esta fragata y, en concreto, un documento de 1762 que autoriza a Francisco Silvy a rescatar 36 cañones de este buque siniestrado que estaban en el fondo del mar. El documento, que recoge el libro “Naufraxios no mar de Vigo”, del Instituto de Chapela (1999), dice textualmente que Francisco Silvy firma un contrato con el subdelegado de la Intendencia de la provincia de Tui para rescatar del fondo ese número de cañones del buque siniestrado para depositarlos en las playas de Vigo, corriendo de su cuenta el material de rescate y los buzos. A cambio recibía de la Real Hacienda, 300 reales por cada cañón y 120 por cada quereña (pieza de madera que soporta el cañón).
De lo que no hay constancia es qué pasó con esos cañones, si fueron rescatados del fondo o no. Abilleira asegura que los que están en O Castro en Vigo están documentados que procedían de los galeones hundidos en la batalla de Rande en 1702.
De Silvy se sabe poco, sólo consta que era de origen francés pero llevaba 25 años en la ría, que era armador, corsario y exportador de maderas, según figura en la documentación con la que trabaja Abilleira. El historiador asegura que tras Silvy, se sabe que intentó realizar algún rescate del “Herminie”, Dickinson que en 1825 halló restos de los galeones de Rande.
La Ley de la Carrera Militar transformó las tres academias españolas en Centros Universitarios de la Defensa. Cada uno de ellos tiene que estar adscrito a una Universidad y en el caso de la Escuela Naval se escogió la de Vigo, dada la estrecha colaboración entre ambas instituciones a lo largo de los últimos años.
La Escuela Naval es la segunda academia militar sobre la que Chacón firma un convenio de adscripción a una Universidad. Hace varias semanas la titular de Defensa hizo lo propio sobre la Academia General del Aire de San Javier, rubricando un acuerdo con la Universidad Politécnica de Cartagena.
Paralelamente a los pasos burocráticos, de los que la firma de mañana es uno de los más decisivos, se están desarrollando otras actuaciones de modernización de las infraestructuras de la Escuela Naval. Estas mejoras son necesarias para poder adaptar las instalaciones actuales a las exigencias derivadas de que se impartan clases de Ingeniería Industrial Mecánica
Entre otras actuaciones, está previsto construir o adaptar laboratorios y talleres, mejorar la biblioteca, ampliar la capacidad de alojamiento para profesores y alumnos y modernizar el apoyo logístico y administrativo.
Los planes analizados por Defensa prevén un incremento notable del número de alumnos. En la actualidad, en la institución castrense de Marín hay 450 alumnos matriculados. Los estudios de Defensa estiman que con el nuevo modelo educativo superarán los seiscientos.
Los plazos del Ministerio contemplan que en la Escuela Naval se impartan las clases de la especialidad de Ingeniería en el curso 2010-2011, coincidiendo con el período lectivo de la Universidad olívica. Los alumnos cursarán 240 créditos universitarios y otros 140 complementarios y específicos de su profesión militar.
Nuevas pruebas de acceso
Otra de las novedades que implicará la aplicación de la Ley de la Carrera Militar se refiere a la modificación del procedimiento de acceso a la institución marinense. Recientemente el comandante director, José Luis Urcelay, explicó que en el nuevo marco tendrá más peso la nota de selectividad y que la orientación de las pruebas físicas será diferente.
El objetivo es la reducción del tiempo que los aspirantes a alumnos tienen que emplear para poder acceder a una plaza en Marín. En la actualidad, los alumnos suelen ocupar uno o dos años en prepararse para poder optar a entrar en el centro castrense. No habrá cambios en la duración de la estancia de los alumnos en la Escuela Naval, que seguirá siendo de cinco años.
FARO DE VIGO
Marineros hallan clavos en A Borneira que podrían ser de la fragata "Herminie", de 1762
La tripulación del "Tres hermanos" localizó las piezas en una poza entre las rocas de esta costa de Cangas
CRISTINA G. - CANGAS
Marineros que se dedican a la extracción de erizo en Cangas hallaron ayer en las rocas de Punta Borneira, entre la villa canguesa y la playa de Areamilla, cinco piezas antiguas, dos de ellas sendos clavos de unos 20 centímetros de largo, una anilla y otras dos piezas de forma rectangular, posiblemente de cobre o bronce, que pudieran proceder de la fragata francesa “Herminie”, que naufragó frente a esta costa en torno a 1762. Las piezas las encontró la tripulación de la embarcación canguesa “Tres hermanos”, propiedad de Joaquín Molanes, que a su vez es presidente del Club Galerna de actividades subacuáticas. Asegura que las descubrieron cuando trabajaban dos compañeros en tierra, y estaban en una poza entre roca y roca a unos seis metros de profundidad. También encontraron unas piedras con un extraño color verde que podrían formar parte del lastre que portaban los antiguos barcos para no escorar. Molanes asegura que en otras ocasiones encontraron restos de chapas de naufragios, pero nunca este tipo de piezas de los que nada más verlas sospecharon de su antigüedad.
Joaquín Molanes se puso en contacto con el historiador Yago Abilleira, que colabora con el club, y le enviaron las imágenes de las piezas, que fueron después trasladadas al Seprona de la Guardia Civil. Abilleira les confirmó que estos restos podrían proceder de la mencionada fragata francesa y que los temporales de los últimos meses los hubiera arrastrado a las rocas. El historiador asegura que hay alguna documentación sobre el naufragio de esta fragata y, en concreto, un documento de 1762 que autoriza a Francisco Silvy a rescatar 36 cañones de este buque siniestrado que estaban en el fondo del mar. El documento, que recoge el libro “Naufraxios no mar de Vigo”, del Instituto de Chapela (1999), dice textualmente que Francisco Silvy firma un contrato con el subdelegado de la Intendencia de la provincia de Tui para rescatar del fondo ese número de cañones del buque siniestrado para depositarlos en las playas de Vigo, corriendo de su cuenta el material de rescate y los buzos. A cambio recibía de la Real Hacienda, 300 reales por cada cañón y 120 por cada quereña (pieza de madera que soporta el cañón).
De lo que no hay constancia es qué pasó con esos cañones, si fueron rescatados del fondo o no. Abilleira asegura que los que están en O Castro en Vigo están documentados que procedían de los galeones hundidos en la batalla de Rande en 1702.
De Silvy se sabe poco, sólo consta que era de origen francés pero llevaba 25 años en la ría, que era armador, corsario y exportador de maderas, según figura en la documentación con la que trabaja Abilleira. El historiador asegura que tras Silvy, se sabe que intentó realizar algún rescate del “Herminie”, Dickinson que en 1825 halló restos de los galeones de Rande.
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