jueves, marzo 13, 2014

13 de Marzo de 2014

LA VOZ DIGITAL


13.03.14 - 00:08 - Antonio M. De la Vega |

La Casa de Iberoamérica acoge desde ayer una exposición dedicada a este almirante español que pasó a la historia por su capacidad para la estrategia

La ciudad de Cádiz dedica un monumento a la figura del marino vasco Blas de Lezo

El nombre de Blas de Lezo sonó ayer bien alto en Cádiz. Y lo seguirá haciendo, porque a partir de ahora todo el que pase por el Paseo de Canalejas podrá contemplar la estatua con la que la ciudad ha querido honrar a un hombre de mar que es historia de España.

La inauguración del monumento corrió a cargo de la alcaldesa de la ciudad, Teófila Martínez, el almirante de la Flota, Santiago Bolíbar, y el embajador de Colombia en España, Fernando Carrillo. Ellos protagonizaron un acto solemne que contó con la presencia de numerosas personalidades civiles y militares. El embajador colombiano puso de relieve que Blas de Lezo es considerado en su país como «un héroe, un referente ético en el que se combinan una serie de valores que hoy por hoy representan la mayor autenticidad en la lucha por la libertad, la autonomía y la transparencia». Fernando Carrillo lo presentó como «uno de los hombres más importantes en la relación entre España e Hispanoamérica».

Por su parte, la alcaldesa de Cádiz recordó que «hace 277 años que Blas de Lezo partió de Cádiz rumbo a Cartagena de Indias». Quiso poner de manifiesto la injusticia que durante parte de la historia de España se cometió con esta figura clave, dejándolo en el olvido, «pero ahora tratamos de hacerle justicia en un momento en que España necesita referentes para darnos cuenta de que este país siempre ha tenido fuerzas para salir adelante».

Se trata de la segunda estatua -la otra está en Cartagena de Indias- dedicada a Blas de Lezo y Olavarrieta (Guipúzcoa, 3 de febrero de 1689 - Cartagena de Indias, Nueva Granada, 7 de septiembre de 1741), almirante español conocido como 'Patapalo', o más tarde como 'Mediohombre' por las muchas heridas sufridas a lo largo de su vida militar. Está considerado uno de los mejores estrategas de la historia de la Armada Española. Cojo, tuerto y manco desde los 25 años por las heridas recibidas en combate. Blas de Lezo permaneció invicto en toda su carrera militar, murió sin el reconocimiento merecido y fue enterrado en una tumba de emplazamiento desconocido. La Armada honra en la actualidad su memoria con el nombre de un buque, la fragata F-103.

Además de este homenaje en forma de monumento, desde anoche se puede visitar en la Casa de Iberoamérica la exposición 'Blas de Lezo. El valor de mediohombre', organizada por el Museo Naval y el Ayuntamiento de Cádiz. La muestra, que permanecerá abierta hasta el próximo 12 de mayo, recupera la memoria del teniente general de la Armada, conocido por encabezar en 1741 la defensa de Cartagena de Indias frente a la flota inglesa del almirante Vernon, muy superior en número. Después de seis meses en el Museo Naval de Madrid y más de 80.000 visitantes, la muestra llega a la ciudad.

La exposición se adentra en la figura del teniente general de la Armada enmarcando su trayectoria en el contexto de la primera mitad del siglo XVIII.

Se han reunido 71 piezas procedentes del Patrimonio de la Armada, una colección particular y nueve museos, archivos e instituciones españolas. El visitante podrá ver las medallas acuñadas en Inglaterra para conmemorar la victoria de la flota inglesa en Cartagena de Indias, triunfo que finalmente no se produjo. Se exhibe también un retrato de Blas de Lezo, la espada atribuida al teniente general, la lauda encargada en 1774 por el hijo mayor de Lezo para honrar a su padre, un modelo de navío de 64 cañones y una lámina del Álbum de Construcción Naval del Marqués de la Victoria, todos ellos fondos originales del siglo XVIII.
El montaje se completa con gráficas, mapas y un audiovisual, proyectado en diversos puntos del recorrido, que muestra la arquitectura militar de Cartagena de Indias en 1746. Más de dos años de trabajo han permitido reconstruir virtualmente sus alrededores y las fortalezas, fuertes, baterías costeras y castillos que convirtieron a la ciudad en un ejemplo de ingeniería militar.

LA VOZ DE FERROL


La continuidad de los trabajos arqueológicos en Ferrol depende de 10.000 euros

ANDRÉS VELLÓN

ferrol / la voz  13 de marzo de 2014  08:56

Hace un año un grupo de investigadores gallegos, con el apoyo de la Armada, iniciaron la primera fase del rastreo de los restos de la Ragazzona, el mayor barco de la mal llamada Armada Invencible -la Gran Armada-, para corroborar que se hundió en la ría de Ferrol el 8 de diciembre de 1588 cuando se encontraba fondeado para entrar en A Coruña al día siguiente y se quedó si amarras ni gobierno por un temporal.

Esa primera parte de la tarea, que incluyó toda una serie de inmersiones de prospección, delimitación y descubrimiento de restos, solo permitió ofrecer conclusiones parciales. La segunda, para seguir avanzando, está frenada por la falta de financiación. La continuidad de la investigación depende de una ayuda de alrededor de 10.000 euros. Así lo indicaba ayer David Fernández Abella, licenciado en Historia y arqueólogo subacuático que lideró las labores ejecutadas sobre el terreno por el grupo de investigación de Arqueología y Patrimonio Arqueopat, dependiente de la Facultade de Historia de la Universidade de Santiago, con el apoyo de buceadores de la Armada en Ferrol. Fernández recordó que la primera fase del trabajo se financió «de forma modesta y con fondos propios. Pero -admite- nos quedamos cortos». Sería necesaria una segunda etapa de «sondeos arqueológicos submarinos» para intentar encontrar «elementos característicos o piezas bajo la arena» que permitieran afinar más la correlación temporal entre los restos analizados en la ría de Ferrol y la Ragazzona.

¿Son optimistas los investigadores al respecto? No, a pesar de que la cantidad necesaria, como se ha mencionado, sería de unos 10.000 euros. ¿Los motivos? David Fernández señala: «Sabemos cómo están las cosas para apoyar estas tareas», por un lado; y, por otro: «Nos llamó la atención que pese a la repercusión que ha tenido la tarea inicial, incluso a nivel internacional, pues se han puesto en contacto con nosotros investigadores de zonas tan dispares como el Mar Negro o California, nadie, ninguna Administración, se ha interesado al respecto».

En «fechas próximas» se entregará a la Dirección Xeral de Patrimonio la memoria científica definitiva de la primera fase de la investigación y, a partir de ese momento, «nos podríamos plantear una segunda, pero siempre que hubiese fondos».

Lo que se sabe

¿Qué se ha concluido hasta el momento? Se parte de la base de que la Ragazzona, alquilada en Venecia para su fin bélico, estuvo varada el tiempo suficiente para retirar de ella cañones y munición, pero finalmente el temporal acabó hundiéndola.
Las inmersiones realizadas hace un año permitieron encontrar y documentar restos de artillería que se pueden corresponder con el navío. Pero también comprobar que el pecio ha sido saqueado en los últimos años. Así lo indicaba la falta de restos de cerámica, por ejemplo, habituales en naufragios de estas características. También el hecho de que algunas piezas de artillería estaban rotas de forma artificial. La zona de la ría en la que se encuentra la vigila ahora la Marina.

Sí se ha concluido que los restos de ese naufragio son anteriores al siglo XVIII. Pero solo la continuidad del trabajo de campo puede dar las claves definitivas para determinar si el mayor barco de la Armada Invencible acabó, como se cree, en el fondo de la ría de Ferrol.

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