martes, febrero 03, 2015

3 de Febrero de 2015

Tal día como hoy en 1689…

Nace en la localidad de Pasajes uno de los más ilustres marinos de la Historia de España: don Blas de Lezo y Olavarrieta, el héroe de Cartagena de Indias, “Mediohombre”.

Debido a que su figura ha sido recuperada en tiempos recientes, no consideramos necesario hacer una completa semblanza más allá de un breve resumen de su trayectoria vital; por lo que os invitamos, a aquellos neófitos, a animaros a buscar todo lo relativo a su figura.

Ésta fue su vida:

Tras tomar primer contacto en la ría de Pasajes, De Lezo iniciaría carrera militar, curiosamente, en la Marina de guerra francesa en 1701. 

Pronto conocería los sinsabores del oficio durante el transcurso de la guerra de sucesión, perdiendo en 1704, durante la guerra de Vélez Málaga, su pierna izquierda. Pero ese traumatismo y mutilación (primera de tantas) no le impediría seguir sirviendo en la Marina, participando en muchas acciones durante la guerra civil, principalmente enfrentándose a navíos ingleses.

Afianzados los borbones en el trono español, De Lezo obtiene como premio el mando del Lanfranco y, por tanto, de la Flota de los Mares del Sur. Eran buenos tiempos para los españoles y malos para los piratas y corsarios británicos y holandeses, que conocieron su ira durante la década de 1720.

Contrayendo nupcias en 1725 y en Lima (Perú) con la dama criolla Josefa Pacheco Bustios, obtiene en 1730 el mando de la Flota del Mediterráneo y comienza su participación en el hostigamiento contra el Turco; mas pronto regresará a las posesiones españolas en el Nuevo Mundo, como comandante general de Cartagena de Indias, lugar donde le esperaría una gloria pasajera en la memoria de sus compatriotas. Gloria que no pocos hemos venido reclamando desde hace no poco tiempo.

La escusa tan burda para una nueva guerra entre España e Inglaterra como la que el bribón de Robert Jenkins perdiera una oreja, gracias al afilado acero de Julio León Fandiño, comandante del patrullero La Isabela, revolucionó el panorama internacional y el almirante Edward Vernon tomó el mando de su particular “Armada invencible”, la cual no se enfrentó a los elementos, si no a la bravura.

Más de seis mil hombres de armas británicos se dejaron la vida en un empeño estéril. Una derrota humillante de la que en el propio Londres se encargó de maquillar para que fuera "justamente" olvidada, algo que saben muy bien hacer en Albión y de lo que deberíamos aprender; porque por estos lares tan solo nos acordamos de las pifias. Ya se sabe, si has hecho noventa y nueves cosas bien y una mal, se te recordará por ésta última o, incluso, serás condenado al presidio del olvido.

Pero Blas de Lezo, hostigado no solo por el enemigo extranjero, sino por el patrio y por las enfermedades, terminó sus días justo cuatro meses después de producirse la retirada de Vernon, con las orejas gachas y el recuerdo imperecedero de unas medallas conmemorando una victoria que tan solo se produjo en su imaginación calenturienta de almirante de la Royal. Tal día fue un 7 de Septiembre de 1741.

Valga éste de pequeño homenaje a un hombre sin par.

Los pecios de la escuadra del almirante Pascual Cervera serán declarados monumento nacional

El día 3 de Julio de 1898 aconteció lo que vino a denominarse “El Desastre”, no sin razón. Obligado por las circunstancias, el almirante Cervera sale por el canal de Santiago de Cuba con sus cruceros Infanta María Teresa, Almirante Oquendo, Vizcaya y Cristóbal Colón, además de con los pequeños destructores Furor y Plutón, para enfrentarse en un combate desigual ante una jauría que se estaba impacientando.

Sobre estos hechos ya dediqué no poco tiempo en mi libro “Crucero Reina Mercedes”, así como al interés de los americanos por recuperar dichos cruceros que acabaron siendo entregados definitivamente al mar.

Ahora, en 2015, nos llega la noticia de que el Ministerio de Cultura cubano va a declarar monumento nacional el próximo Julio estos pecios durante el Simposio Internacional de Actividad Subacuática.

Por lo visto, al acto se contará con representación familiar de Pascual Cervera.

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