FARO DE VIGO
El Museo de Rande da su primer paso
La propuesta de la Asociación Cultural recibe una subvención para la redacción del proyecto
ANTONIO PINACHO - REDONDELA El Museo de la Batalla de Rande tiene más cerca la colocación de la primera piedra. La concesión de una subvención de 36.000 euros del Grupo de Acción Costeira (GAC) del sur de Pontevedra, dependiente de la Consellería de Mar, supone un impulso a esta iniciativa de la Asociación Cultural de Rande, que lleva varios años luchando para conseguir que la antigua conservera Boyé, actualmente en ruinas y conocida como "fábrica del alemán", albergue un centro de interpretación del histórico combate naval librado en 1702 entre las escuadras de las coaliciones anglo-holandesa e hispano-francesa, dentro del contexto de la Guerra de Sucesión Española.
El presidente del colectivo cultural, Juan José Comesaña, explica que la ayuda económica será completada por el Concello hasta alcanzar los 45.000 euros, con los que se financiará el proyecto arquitectónico y museístico. "Se trata de una gran noticia porque demuestra que nuestra idea suscita interés, pero sólo es un primer paso", advierte Comesaña, que destaca que necesitarán del apoyo de otras administraciones para que el museo llegue a ser una realidad en un futuro próximo.
Uno de los pasos más importantes dependen de la Autoridad Portuaria, que todavía no aprobó la cesión de los terrenos. Una de las bazas que juegan a favor de los vecinos es que el edificio de la "fábrica del alemán" pasó a ser de dominio público en 2006, al finalizar la concesión otorgada por la Autoridad Portuaria de Vigo. Este asunto se tratará en los próximos días en una reunión que mantendrán los responsables del Puerto con el alcalde de Redondela, Xaime Rei, el concejal de Cultura, Eduardo Reguera, y los representantes del colectivo vecinal.
El proyecto del colectivo de Rande, que cuenta con el asesoramiento del arqueólogo redondelano Xurxo Constela, va más lejos que un museo sobre la batalla. Su pretensión es crear en la zona un parque histórico-cultural que englobaría las ruinas del castillo de Rande, situado junto a uno de los pilares del puente de la autopista, que se uniría al centro de interpretación de la batalla por un sendero litoral hasta el viejo cargadero de mineral. "Esta actuación realzaría además al núcleo de viviendas de Rande, que conforman un conjunto singular de asentamiento marinero, y serviría como gran atractivo turístico en una zona actualmente muy degradada", explica Comesaña.
ARMADA ESPAÑOLA
lunes, 13 de septiembre de 2010
Cerca de 4.000 personas visitaron el Museo Naval en la ‘Noche en Blanco’
El Museo Naval abrió sus puertas a un particular recorrido con el título “Vivir en un navío del XVIII”
El Museo Naval de Madrid abrió sus puertas el pasado 11 de septiembre para la celebración de la “Noche en Blanco” con el recorrido Vivir en un navío del XVIII, centrado en explicar las características de la dotación de un buque, sus duras condiciones de vida y las actividades a las que consagraban su tiempo libre y que suponían no sólo un medio de esparcimiento sino también un medio de interacción social. Cerca de 4.000 personas se acercaron al Museo para realizar este recorrido.
La entrada al Museo por la puerta del Cuartel General de la Armada situada en la calle Montalbán ofreció la posibilidad de descubrir y contemplar un espacio no incluido en la visita diaria al Museo: la espléndida escalera monumental y la cúpula de dicho edificio. Antes de acceder al Museo los visitantes pudieron disfrutar de un concierto de la Banda de Música de Infantería de Marina. Formada por suboficiales músicos y tropa profesional, contribuye desde su creación en 1950 a la difusión y el conocimiento de la actividad musical de la Armada, participando en los festivales más importantes de música militar de España.
El Museo Naval permaneció abierto desde las 22:00 horas del día 11 hasta las 02:00 horas del 12 de septiembre.
Según figura en su Diario, al desembarcar en la Española, Colón y sus hombres vieron que los indios empleaban hamacas para dormir. Los españoles imitaron esta costumbre y generalizaron su uso en los buques durante el s. XVI. La tripulación y guarnición del navío dormía en estas hamacas o coys colgados de los barcos entre las piezas de artillería.
Este sistema aumentaba el espacio disponible para la artillería y facilitaba el descanso porque mitigaba en parte el movimiento del barco. Además durante el día se almacenaban para servir de protección en los combates. En esta exposición se puede contemplar la hamaca utilizada por Alfonso XII en el viaje que, con apenas 3 años, efectuó junto a sus padres a bordo de la fragata de hélice ‘Princesa de Asturias’ desde Alicante a Baleares y Barcelona.
Entre las piezas que se pueden contemplar está el magnífico ejemplar de baraja estampada con motivos náuticos de primer cuarto del siglo XIX. Los juegos de naipes fueron utilizados durante la travesía para ocupar el tiempo libre de las dotaciones. A pesar de que las apuestas estaban castigadas se convirtieron en el principal aliciente para el juego.
También se exhibió en la exposición un modelo de navío en miniatura denominado de prisioneros. Estos objetos eran elaborados por oficiales y marineros prisioneros en Inglaterra durante las guerras napoleónicas que, al disponer de tiempo libre, se especializaron en la fabricación de artísticos objetos que vendían a través de comerciantes ingleses mejorando así sus condiciones de vida.
El Museo de Rande da su primer paso
La propuesta de la Asociación Cultural recibe una subvención para la redacción del proyecto
ANTONIO PINACHO - REDONDELA El Museo de la Batalla de Rande tiene más cerca la colocación de la primera piedra. La concesión de una subvención de 36.000 euros del Grupo de Acción Costeira (GAC) del sur de Pontevedra, dependiente de la Consellería de Mar, supone un impulso a esta iniciativa de la Asociación Cultural de Rande, que lleva varios años luchando para conseguir que la antigua conservera Boyé, actualmente en ruinas y conocida como "fábrica del alemán", albergue un centro de interpretación del histórico combate naval librado en 1702 entre las escuadras de las coaliciones anglo-holandesa e hispano-francesa, dentro del contexto de la Guerra de Sucesión Española.
El presidente del colectivo cultural, Juan José Comesaña, explica que la ayuda económica será completada por el Concello hasta alcanzar los 45.000 euros, con los que se financiará el proyecto arquitectónico y museístico. "Se trata de una gran noticia porque demuestra que nuestra idea suscita interés, pero sólo es un primer paso", advierte Comesaña, que destaca que necesitarán del apoyo de otras administraciones para que el museo llegue a ser una realidad en un futuro próximo.
Uno de los pasos más importantes dependen de la Autoridad Portuaria, que todavía no aprobó la cesión de los terrenos. Una de las bazas que juegan a favor de los vecinos es que el edificio de la "fábrica del alemán" pasó a ser de dominio público en 2006, al finalizar la concesión otorgada por la Autoridad Portuaria de Vigo. Este asunto se tratará en los próximos días en una reunión que mantendrán los responsables del Puerto con el alcalde de Redondela, Xaime Rei, el concejal de Cultura, Eduardo Reguera, y los representantes del colectivo vecinal.
El proyecto del colectivo de Rande, que cuenta con el asesoramiento del arqueólogo redondelano Xurxo Constela, va más lejos que un museo sobre la batalla. Su pretensión es crear en la zona un parque histórico-cultural que englobaría las ruinas del castillo de Rande, situado junto a uno de los pilares del puente de la autopista, que se uniría al centro de interpretación de la batalla por un sendero litoral hasta el viejo cargadero de mineral. "Esta actuación realzaría además al núcleo de viviendas de Rande, que conforman un conjunto singular de asentamiento marinero, y serviría como gran atractivo turístico en una zona actualmente muy degradada", explica Comesaña.
ARMADA ESPAÑOLA
lunes, 13 de septiembre de 2010
Cerca de 4.000 personas visitaron el Museo Naval en la ‘Noche en Blanco’
El Museo Naval abrió sus puertas a un particular recorrido con el título “Vivir en un navío del XVIII”
El Museo Naval de Madrid abrió sus puertas el pasado 11 de septiembre para la celebración de la “Noche en Blanco” con el recorrido Vivir en un navío del XVIII, centrado en explicar las características de la dotación de un buque, sus duras condiciones de vida y las actividades a las que consagraban su tiempo libre y que suponían no sólo un medio de esparcimiento sino también un medio de interacción social. Cerca de 4.000 personas se acercaron al Museo para realizar este recorrido.
La entrada al Museo por la puerta del Cuartel General de la Armada situada en la calle Montalbán ofreció la posibilidad de descubrir y contemplar un espacio no incluido en la visita diaria al Museo: la espléndida escalera monumental y la cúpula de dicho edificio. Antes de acceder al Museo los visitantes pudieron disfrutar de un concierto de la Banda de Música de Infantería de Marina. Formada por suboficiales músicos y tropa profesional, contribuye desde su creación en 1950 a la difusión y el conocimiento de la actividad musical de la Armada, participando en los festivales más importantes de música militar de España.
El Museo Naval permaneció abierto desde las 22:00 horas del día 11 hasta las 02:00 horas del 12 de septiembre.
Según figura en su Diario, al desembarcar en la Española, Colón y sus hombres vieron que los indios empleaban hamacas para dormir. Los españoles imitaron esta costumbre y generalizaron su uso en los buques durante el s. XVI. La tripulación y guarnición del navío dormía en estas hamacas o coys colgados de los barcos entre las piezas de artillería.
Este sistema aumentaba el espacio disponible para la artillería y facilitaba el descanso porque mitigaba en parte el movimiento del barco. Además durante el día se almacenaban para servir de protección en los combates. En esta exposición se puede contemplar la hamaca utilizada por Alfonso XII en el viaje que, con apenas 3 años, efectuó junto a sus padres a bordo de la fragata de hélice ‘Princesa de Asturias’ desde Alicante a Baleares y Barcelona.
Entre las piezas que se pueden contemplar está el magnífico ejemplar de baraja estampada con motivos náuticos de primer cuarto del siglo XIX. Los juegos de naipes fueron utilizados durante la travesía para ocupar el tiempo libre de las dotaciones. A pesar de que las apuestas estaban castigadas se convirtieron en el principal aliciente para el juego.
También se exhibió en la exposición un modelo de navío en miniatura denominado de prisioneros. Estos objetos eran elaborados por oficiales y marineros prisioneros en Inglaterra durante las guerras napoleónicas que, al disponer de tiempo libre, se especializaron en la fabricación de artísticos objetos que vendían a través de comerciantes ingleses mejorando así sus condiciones de vida.
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