viernes, septiembre 19, 2008

19 de Septiembre de 2008

Pese a la riqueza de los hallazgos, los científicos creen que descubrirán aún más especies en próximas expediciones.

Autor:
AFP
Fecha de publicación:
19/9/2008
Hora:
Actualizada a las 10:02 h
Un equipo internacional de biólogos ha descubierto cientos de especies marinas desconocidas en la gran barrera de coral de Australia, anunciaron el jueves en Estados Unidos los responsables del proyecto de censo de las especies marinas.

Las tres expediciones, a las islas Lezard, Heron y el arrecife de Ningaloo, permitieron actualizar unas 300 especies de corales blandos, de los cuales la mitad eran desconocidos para los científicos, así como decenas de familias de pequeños crustáceos, muchas de las cuales parecen totalmente nuevas.

«Todos resultamos sorprendidos y entusiasmados por descubrir una variedad tan amplia de vida marina jamás descrita, sobre todo corales blandos, isópodos, crustáceos nuevos y gusanos, y esto en aguas fácilmente accesibles y a menudo visitadas por buceadores», indicó Julian Caley, investigador del Instituto Australiano de Ciencia Marina (AIMS), que participó de las expediciones.

«En comparación con lo que ignoramos, nuestros conocimientos sobre la vida marina representan apenas una gota de agua en el mar, y hacer el inventario de la vasta diversidad y de la abundancia de las especies vivas en los océanos es un desafío tanto para la ciencia como para la imaginación», añadió.

Según los investigadores, podría haber de uno a nueve millones de especies diferentes en los arrecifes de coral del mundo.

Estas expediciones forman parte del primer censo de corales blandos, llamados octocorales por sus ocho tentáculos, de los cuales 150 eran desconocidos.

Aunque estos animales no son productores de arrecifes coralinos, son dominantes en varias de las zonas estudiadas y ocupan 25% del fondo oceánico del mundo.

Pese a la riqueza de los hallazgos, los científicos creen que descubrirán aún más especies en próximas expediciones, previstas en los mismos lugares a lo largo de los próximos tres años para continuar con el inventario de las especies y medir el impacto del cambio climático sobre las mismas.

Los biólogos también se interesaron por el hallazgo de diferentes isópodos, que se alimentan de peces muertos. Algunos devoran la lengua de los peces cuando aún están vivos.

Un centenar de estos animales recolectados aún no fue clasificado.

Los científicos describen también especies de camarones con pinzas más grandes que su cuerpo y una rara medusa Casiopea.

También estudiaron otras especies como las algas, erizos de mar y esponjas.

«Realizar regularmente un censo de la biodiversidad marina es la única manera de estimar y reducir los riesgos ecológicos sobre los corales», estimó Ian Poiner, director del AIMS.

«Los corales enfrentan amenazas que van desde la acidificación, la contaminación y el calentamiento hasta la sobrepesca», recordó.


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