Gracias Jose por las noticias. No sé que le pasa hoy a mi conexión que no me funciona casi nada.
INFODEFENSA
El LHD ‘Canberra’ recibe su bautismo de mar en las instalaciones de Navantia de Fene-Ferrol
17/02/2011
(Infodefensa.com) Madrid – A las 15,46 horas del jueves 17 de febrero, Navantia celebró la botadura del primer buque anfibio para la Marina Real Australiana, el HMAS Camberra, en presencia de la Madrina, Vickie Coates, junto con el jefe de la Armada Real Australiana, el vicealmirante Russell Crane y con representantes de la Commonwealth, BAE Systems y la propia Navantia, entre ellos, el recientemente nombrado consejero delegado Luis Cacho Quesada.
Entre las autoridades españolas, destacó la presencia de secretario de Estado de Defensa Constantino Méndez junto al almirante general Manuel Rebollo, jefe del Estado Mayor de la Armada.
El temporal en Galicia había provocado que, en días anteriores y en la propia mañana de la botadura, se plantease la posibilidad de suspender la ceremonia. Sin embargo, a media mañana el tiempo mejoró y permitió el desarrollo de la maniobra y la celebración del acto sin Sol, pero sin lluvia ni viento.
Al finalizar la botadura, el jefe de la Armada Real australiana, el vicealmirante Crane, explicó que había tenido la oportunidad de visitar horas antes el LHD Juan Carlos I, que en estos días se encuentra en Ferrol, y comentó que estaba "impresionado" por el buque. Asimismo, el vicealmirante recordó que se están estudiando nuevas colaboraciones con Navantia.
Con el futuro concurso de submarinos para la Armada australiana entre los temas pendientes, el CEO de Navantia, Luis Cacho, indicó que los requerimientos de los submarinos de dicho contrato no están definicidos, pero Navantia ha presentado el S-80 "y es un candidato importante".
En cuanto a los LHD, Cacho indicó que se han presentado ofertas de buques anfibios a países como India, Sudáfrica y Brasil. Por otra parte, Turquía ha mostrado su interés por un barco similiar al ya botado Canberra.
Adelanto en los trabajos
La construcción de este buque, que se bota con dos meses de adelanto, se inició con la ceremonia de corte de chapa el 23 de septiembre de 2008, seguida de la puesta de quilla 12 meses más tarde, el 23 de septiembre de 2009.
Según el astillero público, esta botadura anticipada proporciona un tiempo adicional para el equipamiento y las pruebas hasta el verano de 2012, cuando el casco será transportado a Australia para la finalización y entrega por parte de BAE Systems Australia en Williamstown.
BAE Systems Australia terminará de equiparlos (aproximadamente 25% del proyecto), lo que conllevará la construcción de superestructuras y gran parte de la integración e instalación de los sistemas de combate y comunicaciones.
Navantia ha finalizado el casco del primer LHD australiano, de 27.000 toneladas, antes de lo estipulado por contrato y respetando el presupuesto. El HMAS Camberra, entrará en servicio en la Marina australiana en 2014, mientras que su gemelo, del que un día después se pone la quilla, será previsiblemente botado en enero de 2013.
Los LHD serán los buques de guerra más grandes jamás operados por la Armada australiana. Cada uno de ellos tendrá la capacidad de transportar hasta 1.000 soldados y 400 personas más entre dotación y personal de apoyo, además de 150 vehículos.
Contará con seis puntos de toma de helicópteros a lo largo de toda la cubierta de vuelo (tanto helicópteros de transporte como de apoyo en combate) y transportarán hasta 24 helicópteros del Ejército y de la Marina, entre los que se encontrarán helicópteros de transporte NRH-90, helicópteros CH-47 Chinook y helicópteros antisubmarinos S-70B Seahawk.
Las naves son capaces de operar aviones de despegue y aterrizaje vertical tanto australianos como aliados. Una muestra de la importancia del contrato de los LHD es el hecho de que se trata de la primera vez que la Marina australiana encarga la construcción de buques fuera de Australia, Estados Unidos y Reino Unido.
Estos dos buques anfibios fueron contratados el 23 de noviembre de 2007 en Melbourne y serán entregados en 2014 y 2015. El diseño de los LHDs australianos se basa en el "Juan Carlos I", entregado a la Armada española el año pasado. El contrato de los LHD tiene un valor de 2.500 millones de euros.
EL PAIS
"Era un náufrago, un hombre perdido en el mar"
El pescador de 84 años rescatado en Canarias tras un día y medio a la deriva relata cómo sobrevivió al temporal con olas de cinco metros y sin comida
JOAQUÍN GIL - Madrid - 18/02/2011
"Pasé perdido tanto tiempo que me olvidé del hambre y del frío", relata con voz cascada el pescador Pablo Jiménez, de 84 años. El marinero, originario de La Gomera, fue rescatado el miércoles tras pasar un día y medio a la deriva en medio del temporal que azotaba las aguas canarias, con olas de hasta cinco metros (casi dos pisos de altura). Temió por su vida: "Me encomendé a la Virgen de la Candelaria, pensé que todo se acababa", recordaba ayer por teléfono desde Valle Gran Rey, el pueblo de 5.000 habitantes de La Gomera en el que vive.
Jiménez salió a faenar a las cinco y media de la mañana del pasado martes. Notó un "ruidito" en el Elena VII, su embarcación, de seis metros de eslora, pero no le dio mayor importancia. El motor dejó de funcionar tres horas después, cuando el marinero ya había terminado de faenar y se encontraba a 13 millas de la costa. "Cuando quise llamar a Salvamento Marítimo, descubrí que me había olvidado el móvil. Es la primera vez que me ocurre en toda la vida", explica el pescador, con 70 años de oficio a su espalda.
Sin apenas comida (hacía horas que había devorado el desayuno que había embarcado) ni agua, Jiménez intentó ganar la costa. "Remé desde las nueve de la mañana hasta las diez de la noche. Trece horas sin parar. Al final, solo con un remo. Fue muy duro". Los envites de las olas y la fuerza de la corriente frustraron su esfuerzo. "Descubrí que me había convertido en un náufrago, que era un hombre perdido en alta mar". Por entonces, un equipo de rescate de Salvamento Marítimo, alertado por su nieta, estaba ya en marcha.
El pescador se esforzó por mantenerse despierto. Sabía que su suerte dependía de ser avistado por los equipos de emergencia. Por eso, se vino abajo cuando un helicóptero sobrevoló la zona durante 15 minutos sin percatarse de su presencia. "Lo iluminé con mi linterna, pero no me vio", cuenta.
El miércoles a mediodía finalizó su pesadilla, cuando Salvamento Marítimo lo encontró al fin. "Cuando vi que el avión del equipo de emergencias reaccionaba a mis señales, supe que estaba salvado. Le debo la vida al comandante que coordinó el operativo".
Salvamento Marítimo trasladó en helicóptero al pescador a San Sebastián de La Gomera. Allí fue sometido a un examen médico, que confirmó que solo padecía unos pequeños cortes en las manos, originados por el rescate. "A los marineros se nos curan rápido las heridas, estamos acostumbrados", explicaba ayer.
Recuperado del mal trago, este hombre de tono afable que no pasó nunca por la escuela recordaba ayer el suceso como uno más de su dilatada trayectoria marinera.
"Hasta en cinco veces en mi vida he pensado: de esta no salgo. La última vez fue mientras regresaba de África en un barco de 80 toneladas cargado con 25 de atún. Pasé tres días y tres noches sin comer", recuerda el pescador, que asegura ser capaz de predecir el tiempo con un día de antelación sin margen de error. En aquella ocasión, el carguero a punto estuvo de irse a pique.
Jiménez promete reanudar pronto su rutina: "En el mar gozo, vivo y me lo paso bien".
INFODEFENSA
El LHD ‘Canberra’ recibe su bautismo de mar en las instalaciones de Navantia de Fene-Ferrol
17/02/2011
(Infodefensa.com) Madrid – A las 15,46 horas del jueves 17 de febrero, Navantia celebró la botadura del primer buque anfibio para la Marina Real Australiana, el HMAS Camberra, en presencia de la Madrina, Vickie Coates, junto con el jefe de la Armada Real Australiana, el vicealmirante Russell Crane y con representantes de la Commonwealth, BAE Systems y la propia Navantia, entre ellos, el recientemente nombrado consejero delegado Luis Cacho Quesada.
Entre las autoridades españolas, destacó la presencia de secretario de Estado de Defensa Constantino Méndez junto al almirante general Manuel Rebollo, jefe del Estado Mayor de la Armada.
El temporal en Galicia había provocado que, en días anteriores y en la propia mañana de la botadura, se plantease la posibilidad de suspender la ceremonia. Sin embargo, a media mañana el tiempo mejoró y permitió el desarrollo de la maniobra y la celebración del acto sin Sol, pero sin lluvia ni viento.
Al finalizar la botadura, el jefe de la Armada Real australiana, el vicealmirante Crane, explicó que había tenido la oportunidad de visitar horas antes el LHD Juan Carlos I, que en estos días se encuentra en Ferrol, y comentó que estaba "impresionado" por el buque. Asimismo, el vicealmirante recordó que se están estudiando nuevas colaboraciones con Navantia.
Con el futuro concurso de submarinos para la Armada australiana entre los temas pendientes, el CEO de Navantia, Luis Cacho, indicó que los requerimientos de los submarinos de dicho contrato no están definicidos, pero Navantia ha presentado el S-80 "y es un candidato importante".
En cuanto a los LHD, Cacho indicó que se han presentado ofertas de buques anfibios a países como India, Sudáfrica y Brasil. Por otra parte, Turquía ha mostrado su interés por un barco similiar al ya botado Canberra.
Adelanto en los trabajos
La construcción de este buque, que se bota con dos meses de adelanto, se inició con la ceremonia de corte de chapa el 23 de septiembre de 2008, seguida de la puesta de quilla 12 meses más tarde, el 23 de septiembre de 2009.
Según el astillero público, esta botadura anticipada proporciona un tiempo adicional para el equipamiento y las pruebas hasta el verano de 2012, cuando el casco será transportado a Australia para la finalización y entrega por parte de BAE Systems Australia en Williamstown.
BAE Systems Australia terminará de equiparlos (aproximadamente 25% del proyecto), lo que conllevará la construcción de superestructuras y gran parte de la integración e instalación de los sistemas de combate y comunicaciones.
Navantia ha finalizado el casco del primer LHD australiano, de 27.000 toneladas, antes de lo estipulado por contrato y respetando el presupuesto. El HMAS Camberra, entrará en servicio en la Marina australiana en 2014, mientras que su gemelo, del que un día después se pone la quilla, será previsiblemente botado en enero de 2013.
Los LHD serán los buques de guerra más grandes jamás operados por la Armada australiana. Cada uno de ellos tendrá la capacidad de transportar hasta 1.000 soldados y 400 personas más entre dotación y personal de apoyo, además de 150 vehículos.
Contará con seis puntos de toma de helicópteros a lo largo de toda la cubierta de vuelo (tanto helicópteros de transporte como de apoyo en combate) y transportarán hasta 24 helicópteros del Ejército y de la Marina, entre los que se encontrarán helicópteros de transporte NRH-90, helicópteros CH-47 Chinook y helicópteros antisubmarinos S-70B Seahawk.
Las naves son capaces de operar aviones de despegue y aterrizaje vertical tanto australianos como aliados. Una muestra de la importancia del contrato de los LHD es el hecho de que se trata de la primera vez que la Marina australiana encarga la construcción de buques fuera de Australia, Estados Unidos y Reino Unido.
Estos dos buques anfibios fueron contratados el 23 de noviembre de 2007 en Melbourne y serán entregados en 2014 y 2015. El diseño de los LHDs australianos se basa en el "Juan Carlos I", entregado a la Armada española el año pasado. El contrato de los LHD tiene un valor de 2.500 millones de euros.
EL PAIS
"Era un náufrago, un hombre perdido en el mar"
El pescador de 84 años rescatado en Canarias tras un día y medio a la deriva relata cómo sobrevivió al temporal con olas de cinco metros y sin comida
JOAQUÍN GIL - Madrid - 18/02/2011
"Pasé perdido tanto tiempo que me olvidé del hambre y del frío", relata con voz cascada el pescador Pablo Jiménez, de 84 años. El marinero, originario de La Gomera, fue rescatado el miércoles tras pasar un día y medio a la deriva en medio del temporal que azotaba las aguas canarias, con olas de hasta cinco metros (casi dos pisos de altura). Temió por su vida: "Me encomendé a la Virgen de la Candelaria, pensé que todo se acababa", recordaba ayer por teléfono desde Valle Gran Rey, el pueblo de 5.000 habitantes de La Gomera en el que vive.
Jiménez salió a faenar a las cinco y media de la mañana del pasado martes. Notó un "ruidito" en el Elena VII, su embarcación, de seis metros de eslora, pero no le dio mayor importancia. El motor dejó de funcionar tres horas después, cuando el marinero ya había terminado de faenar y se encontraba a 13 millas de la costa. "Cuando quise llamar a Salvamento Marítimo, descubrí que me había olvidado el móvil. Es la primera vez que me ocurre en toda la vida", explica el pescador, con 70 años de oficio a su espalda.
Sin apenas comida (hacía horas que había devorado el desayuno que había embarcado) ni agua, Jiménez intentó ganar la costa. "Remé desde las nueve de la mañana hasta las diez de la noche. Trece horas sin parar. Al final, solo con un remo. Fue muy duro". Los envites de las olas y la fuerza de la corriente frustraron su esfuerzo. "Descubrí que me había convertido en un náufrago, que era un hombre perdido en alta mar". Por entonces, un equipo de rescate de Salvamento Marítimo, alertado por su nieta, estaba ya en marcha.
El pescador se esforzó por mantenerse despierto. Sabía que su suerte dependía de ser avistado por los equipos de emergencia. Por eso, se vino abajo cuando un helicóptero sobrevoló la zona durante 15 minutos sin percatarse de su presencia. "Lo iluminé con mi linterna, pero no me vio", cuenta.
El miércoles a mediodía finalizó su pesadilla, cuando Salvamento Marítimo lo encontró al fin. "Cuando vi que el avión del equipo de emergencias reaccionaba a mis señales, supe que estaba salvado. Le debo la vida al comandante que coordinó el operativo".
Salvamento Marítimo trasladó en helicóptero al pescador a San Sebastián de La Gomera. Allí fue sometido a un examen médico, que confirmó que solo padecía unos pequeños cortes en las manos, originados por el rescate. "A los marineros se nos curan rápido las heridas, estamos acostumbrados", explicaba ayer.
Recuperado del mal trago, este hombre de tono afable que no pasó nunca por la escuela recordaba ayer el suceso como uno más de su dilatada trayectoria marinera.
"Hasta en cinco veces en mi vida he pensado: de esta no salgo. La última vez fue mientras regresaba de África en un barco de 80 toneladas cargado con 25 de atún. Pasé tres días y tres noches sin comer", recuerda el pescador, que asegura ser capaz de predecir el tiempo con un día de antelación sin margen de error. En aquella ocasión, el carguero a punto estuvo de irse a pique.
Jiménez promete reanudar pronto su rutina: "En el mar gozo, vivo y me lo paso bien".
1 comentario:
¡No hay de qué, Javier! Por cierto, te paso el enlace de la noticia de la botadura del Camberra, pero en la web de la Royal Australian Navy. Viene con video (incluye muchas imagenes del JCI) y unas fotos muy curradas.
Que lo disfruteis!
http://www.navy.gov.au/LHD_Launch_paves_the_way_for_Amphibious_Transformation
P.D. Como los ausis nos compren los submarinos que tienen previsto adquirir, ¡me mudo a Sidney!
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