Hacía años que anhelaba hincarle el diente a la que es, tomando las propias palabras de su autor, su novela favorita, de entre todas las que ha escrito a lo largo de su dilatada carrera de escritor profesional. Novela de éxito mundial, llevada al cine (como otras tantas y que no he llegado aún a visionar) y una serie de televisión (que poco o casi nada tiene que ver con el argumento original).
Esta es, en concreto, la cuarta obra que leo del autor de Bangor, solo la cuarta. Ya me gustaría a mí sacar tiempo y ganar dinero para perderme en el océano del terror que sigue creando sin descanso. Y creo que ésta es la mejor de todas. Es una auténtica demostración de cómo se ha de escribir, centrándose en la figura de John Smith, nombre común donde los haya (un guiño claro a que le podría pasar a cualquier o que el héroe es anónimo en sí), que sufre un terrible accidente de tráfico que lo deja en coma largos años en los que toda su vida se queda atrás, pero no así la de sus allegados. Allí está su padre que reza para que muera, o su madre, una fanática religiosa que está convencida de que su hijo despertará siendo poseedor de un gran poder y, en correspondencia, de una gran responsabilidad. Allí esta también Sarah, su chica, aquella con la que tuvo que haberse quedado cuando enfermó por una intoxicación alimentaria en aquella feria, justo cuando John jugaba a la ruleta de la fortuna. Gira y gira. La banca siempre gana, ¿no?
El mundo también siguió adelante dejando tirado a John en la cuneta de un coma gris y frío. Giras a través de cientos de páginas que pueden quedarte clavado en la butaca, mientras desfila un tigre que ríe y que responde al nombre de Greg Stillson, el enemigo.
Giras y giras con la clarividencia.
La narración se ve salpicada por pensamientos y sentimientos. Buenos, malos y psicóticos, pasando por los culpabilísticos que sufren tanto el protagonista principal como los secundarios.
Es un tortuoso sendero que cualquiera podría caminar y que termina con el éxtasis final en el que Stephen King reconcilia a la sociedad con la figura del francotirador, que trata de colocar una bala en la cabeza del político. Escena ésta última en la que el autor consigue que la sigamos a cámara lenta con nuestra imaginación.
También en la novela vemos algunos haces de luz sobre una idea que ha terminado, décadas después (a mi entender), en una novela de factura reciente sobre alguien que viaje al pasado para evitar el asesinato de John Fitzgerald Kennedy.
Magnífica novela de la que solo puede cansar el tema político por desconocimiento y por que no me va nada. No es de terror en sí, como algunos podrían sentir al cogerla, pero sigue siendo una muestra muy real del género del que es rey King: el miedo cotidiano.
El mundo también siguió adelante dejando tirado a John en la cuneta de un coma gris y frío. Giras a través de cientos de páginas que pueden quedarte clavado en la butaca, mientras desfila un tigre que ríe y que responde al nombre de Greg Stillson, el enemigo.
Giras y giras con la clarividencia.
La narración se ve salpicada por pensamientos y sentimientos. Buenos, malos y psicóticos, pasando por los culpabilísticos que sufren tanto el protagonista principal como los secundarios.
Es un tortuoso sendero que cualquiera podría caminar y que termina con el éxtasis final en el que Stephen King reconcilia a la sociedad con la figura del francotirador, que trata de colocar una bala en la cabeza del político. Escena ésta última en la que el autor consigue que la sigamos a cámara lenta con nuestra imaginación.
También en la novela vemos algunos haces de luz sobre una idea que ha terminado, décadas después (a mi entender), en una novela de factura reciente sobre alguien que viaje al pasado para evitar el asesinato de John Fitzgerald Kennedy.
Magnífica novela de la que solo puede cansar el tema político por desconocimiento y por que no me va nada. No es de terror en sí, como algunos podrían sentir al cogerla, pero sigue siendo una muestra muy real del género del que es rey King: el miedo cotidiano.
2 comentarios:
Hola Javier. Pues si quieres leer una buena novela de King (es decir, si como indicas dispones de tiempo y dinero, jejejeje), te recomiendo Buick 8.
Me lo regaló mi mujer hace unos 6 años, y desde entonces estuvo cogiendo polvo en la estantería (comencé a leerlo hasta en 4 ocasiones), pero hace hace unos meses decidí darle caña, y no veas que pasada. Por lo visto este año se estrena película sobre el mismo.
Un saludo.
PD. Curiosamente "La zona muerta" no lo he leído.
Hola José, también tengo la del Buick 8 en la recámara ya que leí cómo había surgido la historia en la mente de King y me hizo algo de gracia, la verdad que sí.
Ahora de él estoy leyendo "La tienda de las cosas malignas". Muuuy inquietante ahora que voy por la mitad.
También es muy buena "Cazador de sueños".
Hola Carles Valls, iré a la web para echarle un vistacico. Y gracias por lo de la impresión gratuita.
Un saludo!
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