miércoles, febrero 20, 2013

Videodrome de "El hombre que pudo ser rey"


En el programa de radio Videodrome (Radio3) han tenido la magnífica idea de deleitarnos, durante casi una hora completa, con un homenaje a uno de los pequeños relatos que consagraron al literato Rudyard Kipling. Por supuesto, no iba a quedarse sólo en nuestras mentes "El Libro de la Selva".

"El hombre que pudo ser rey" (1888) es un relato que forma parte de la compilación que gira bajo el inquietante título de "The Phantom Rickshaw", y que John Huston adaptó a la Gran pantalla con maestría junto a un par de actores de renombre como Michael Caine y Sean Connery (en ningún otro papel ha estado mejor, opinión mía).

A pesar de su escasa longitud, es un ejemplo clásico de la literatura de aventuras de fines del s. XIX y que, curiosamente, también ha resultado ser un tanto controvertido por la diferencia de sentimientos que despierta, al igual que el resto de la obra de Kipling. Este hombre, que obtuvo galardones como el Nobel en 1907, es tachado de fervoroso defensor del Imperialismo británico y su dominación sobre sus colonias. Se suele coger algunos diálogos de esta obra para guarnecer tal aserto: "dioses... no, somos ingleses, que viene a ser lo mismo."

Puede resultar que la Cultura es propia del hombre blanco occidental "iluminando hasta el último rincón de la tierra."

Sin embargo, no todo es blanco o negro como muchos gafapastas creen que es la mente y la hazaña del hombre, ya que en este relato se critica el propio imperialismo británico y su forma de administrar una colonia como fue su joya: La India. No es difícil encontrarse con improperios hacia funcionarios, militares, etc., inútiles, inhábiles o demasiado corruptos.

Los dos protagonistas son dos divertidos pendencieros, aunque muy orgullosos de haber servido a Su Graciosa Majestad y de ser británicos, y un guiño rebelde contra esa estructura corrompida y anquilosada de la burocracia colonial, algo de lo que adolecerían el 99% de las administraciones de territorios de ultramar, ya ondearan banderas españolas, la Union Jack que la Tricolor o las del Reich.

Es una broma aventurera que demuestra que cualquier hombre puede ser rey.

El programa entrelaza extractos del relato y pequeños comentarios sobre la biografía de Kipling, con escenas de la película de Houston y el acompañamiento musical de canciones (no sé si muy bien intercaladas) de Cat Stevens.

No os lo perdáis.



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