miércoles, noviembre 23, 2016

Ficha de fauna marina: Nautilo



Nautilus pompilius


Reino: Animalia
Filo: Mollusca
Clase: Cephalopoda
Subclase: Nautiloidea
Orden: Nautilida
Familia: Nautilidae
Género: Nautilus

El término griego nautilus (marinero) se ha incorporado a nuestro acervo popular gracias a Julio Verne y al aparato que concibió para que fuera capitaneado por uno de sus antihéroes por excelencia: el capitán Nemo. Todos, al escuchar dicha palabra, giramos el cuello de nuestros pensamientos hacia ese submarino, más si cabe gracias a la versión de Disney de los años 1950.

El nautilo, como animal cefalópodo y fósil viviente, cuya existencia ya se registraba y analizaba en el s. XVIII (descubierto por el sueco Carl Nilsson Linnaeus en 1758), inspiró a grandes mentes de la Ilustración científica, llegando una publicación como el Diario de Madrid a afirmar que este molusco guiaba, por su forma, no solo los avances en la navegación aerostática, sino que hasta en la de la vela. Quizá los editores de este Diario científico de la capital se pasaron unos pueblos, pero ahí quedó su reseña en 1793.

Se considera que Verne bautizó a la terrible y enigmática máquina de guerra de Nemo inspirándose en el animal al que vamos a dedicar este artículo; y para nada (o quizá sí) en homenaje al navío sumergible de nombre Nautilus diseñado por el norteamericano Robert Fulton quien, además de desarrollar la navegación a vapor, hizo otro tanto con la submarina en 1800, sufriendo el rechazo institucional como otros tantos pioneros llevados por el sueño de conquistar los abismos insondables del mar. O , ¿fue en honor al submarino Nautile, de los hermanos Coussin?

Bien parece que el nautilo contaba en su interior con el secreto que hoy día permite a los submarinos ser operativos y resulta curioso que, contando con auténticos ases técnicos de estos buques, como fueron Isaac Peral o Narciso Monturiol, ningún submarino de la Armada española recibiera tal denominación, salvo una corbeta escuela en el s. XIX y una corbeta de escolta ya en el XX. Mas éste no es el tema de esta disertación.

Verne describe a su Nautilus, por boca de los aterrados testigos, como un monstruo inimaginable que surgía de las profundidades con una sed de sangre humana insaciable. Una bestia escapada de entre las páginas de los Bestiarios de siglos anteriores, que emerge a la superficie en una época de avance sin parangón de las Ciencias, incluidas las naturales. Pero no estamos ante un “bicho” tan terrible.

Aunque parezca raro de creer, el nautilo es un molusco de la misma clase que el pulpo. Quizá lo más llamativo a este aspecto sea su concha en espiral (de entre 25 y 30 cms.), que le sirve de habitáculo, pero también —gracias a su forma interna, dividida en distintas cámaras mediante tabiques (septa), le permite llenar de lastre (agua) o de nitrógeno—, para descender o ascender, siendo un animal que controla a la perfección su flotabilidad, dirigiéndose a voluntad mediante un sistema de chorro de agua. Dichas cámaras se comunican con un tubo o sifón membranoso revestido de una capa muy delgada de nácar, llamado sifúnculo, siendo que la última de las mismas es la que ocupa el propio animal.

Su concha es ligera y amplia, simétrica y de color crema con bandas rojizas. Su interior es de nácar.

El hábitat que le es propicio se encuentra en aguas tropicales, a cierta profundidad (entre 300 y 400 metros), entre acantilados de corales, pues gusta de zonas con temperaturas bajas (unos 7ºC), abandonando dicha zona de confort por las noches para dedicarse activamente a alimentarse de moluscos y peces ya muertos. Se sirve de sus múltiples tentáculos sin ventosas (entre 60 y 90, si es macho o hembra) para agarrar sus presas inanimadas y de su pico de loro para triturarlas, pero es incapaz de defenderse como otros cefalópodos, pues carece de bolsa de tinta.

La cópula se realiza a través de un tentáculo del macho, fertilizando las huevas de la hembra, que eclosionan a los 9 meses.

Cuando la vida de un nautilo llega a su fin, el cuerpo se desprende de la concha y queda flotando, a merced de los carroñeros.

Se han descubierto y catalogado varias especies de nautilo, como son las siguientes:

Nautilus belauensis
Nautilus clarkanus (extinto)
Nautilus cookanum (extinto)
Nautilus macromphalus
Nautilus pompilius
Nautilus praepompilus (extinto)
Nautilus stenomphalus

1 comentario:

Juan Manuel Grijalvo dijo...

Esto podría venir a cuento aquí

http://grijalvo.com/wordpress/2016/10/jose-curt-martinez-los-moluscos-el-submarino-y-el-gris-naval/