Se aprecia bien fuerte el regusto a cine negro del norte de Europa, tan frío y, a la par, tan visceral, donde la sombra se extiende sobre el alma de los personajes y el de los escenarios por donde representan el drama. Personajes sobre lo que destaca el inspector Cray, interpretado por Nick Nolte, quien se come a todos ante la cámara
Este es un título de la filmografía de Ewan McGregor que quedó grabado, por alguna razón que no logro entender, tras visionar los breves avances que se emitían por televisión hace más de veinte años, cuando se estrenó. Aquellos segundos contados me ponían los pelos de punta, aún sin saber nada de ella. No me la apunté en la lista de pendientes, sino que acabó quizá en el cubo de las películas a “no ver”. Sin embargo, escuchando a David Felipe Arranz hablar de pasada sobre ella hace unos domingos, en un especial de cine de morgues, y sobre la génesis europea de la misma (pues esta «La sombra de la noche» es la adaptación americana, como viene siendo típico y tópico, de «Nattevagten» («El vigilante nocturno), de 1994), me llamó como la luz a la polilla. Pude haber cogido la original, pero la cabra tira al monte de Hollywood, aunque este remake esté dirigido y guionizado por el director y guionista de la original: Ole Bornedal (sigue leyendo)
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