Película lenta y aburrida que sólo tiene dos alicientes: 1) es la adaptación de un relato de Stephen King y 2) ver a Donald Sutherland
Relato de Stephen King que, como otros tantos, ha terminado adaptado a la pantalla, esta vez, bajo el paraguas del gigante con pies de barro llamado Netflix. Una historia firmada por el de Bangor que no he leído, algo que, por otro lado, no es tan extraño, pues este hombre publica a un ritmo mayor que el que yo soy capaz de seguir como lector. Incluso desconozco ahora en qué recopilatorio se encontrará este título, pero tiene pinta de ser en uno reciente. Sin embargo, nada de esto importa a la hora de redactar esta reseña para una película que es capaz de conservar mucho del espíritu íntimo del King más personal. (sigue leyendo)
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