jueves, febrero 01, 2007

Adiós al viejo continente hasta el mes de mayo

En la mañana del sábado 27 enero y, tras navegar por aguas griegas próximas a las que surcó Don Alvaro de Bazán en la Batalla de Lepanto, arribamos al puerto de El Pireo.


El lugar de atraque se encuentra situado en el corazón de la ciudad, frente al edificio de la Autoridad Portuaria y bien comunicado con Atenas. Nos esperan a pié de muelle el Capitán de Navío Agregado de Defensa y el Oficial de Enlace de la Marina Helénica. Una vez arranchada la maniobra, recibimos al Excmo. Sr. Embajador de España en Atenas, con saludo a la voz y los honores de ordenanza.

Pronto llega la primera oportunidad de pisar tierra Griega y hacer un poco de turismo. La dotación dedica la tarde del sábado a pasear y disfrutar del ambiente de la ciudad. Tanto Atenas como El Pireo ofrecen una amplia oferta turística, cultural y gastronómica; son muchos los locales donde comer o tomar algo con vistas al Egeo.

Esa misma tarde personal destacado por Navantia acude al buque y se coordinan aspectos de las actividades a realizar el próximo lunes con los invitados de la Marina Helénica.

En la mañana del domingo, 3 autobuses llenos con 157 miembros de la dotación parten para una visita guiada de la Acrópolis. Según los guías es el día más frío desde que comenzó el invierno y, aunque el sol luce, el viendo sopla gélido del norte. Tras visitar el Partenón y quedar admirados por las Cariátides nos dirigimos al barrio de Placa recorriendo los mercadillos a la voz de bueno, bonito y barato.

El lunes toca trabajar. Nos espera un día ajetreado presentaciones protocolarias a las autoridades, visita al barco de representantes de la Marina Griega y de la Embajada de los EE.UU, acompañados del Embajador de España, visita de los medios de comunicación y Recepción en la Residencia del Embajador, por citar las actividades más destacables.

Al amanecer del martes 30, el buque deja atrás la ciudad milenaria y empezamos la siguiente etapa de nuestro viaje con rumbo a Djibouti (Africa), despidiéndonos así del viejo continente hasta mayo.

(Crónica elaborada por el personal de la F-101)

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