FARO DE VIGO
Un barco con cinco tripulantes se hunde en el puerto cuando pretendía descargar
Los marineros del "Cristo da Laxe" salieron ilesos y sólo uno sufrió un pequeño golpe en un hombro
ANA PATIÑO / MARÍN Un barco de la ardora volcó ayer en Marín cuando se disponía a entrar en la dársena de embarcaciones de bajura del puerto. El vuelco de la embarcación "Cristo da Laxe" se produjo cerca de las cinco de la mañana cuando maniobraba para descargar la pesca del día.
En el navío, con puerto base en Bueu y de unos doce metros de longitud, trabajaban cinco tripulantes entre los que se encontraba Esaú Sines, armador y patrón del mismo. Los marineros fueron rescatados sin daños, a excepción de uno de ellos que presenta heridas en un hombro al golpearse con el hélice del barco cuando los cinco hombres se tiraron al mar ante la evidencia de hundimiento. De todos modos, en principio no precisó asistencia médica y la lesión no le impidió colaborar con sus compañeros en los trabajos posteriores al hundimiento y previos al reflotamiento.
Parece ser que la causa principal del accidente fue la sobrecarga de pescado. "Traía mucha mercancía a mucha velocidad", explicó el empleado de Transportes Manuel Gil, encargado de recoger la carga en puerto.
El "Cristo da Laxe" traía caballa para la empresa Rosa de los Vientos, un encargo que no llegó a recibir debido al inesperado suceso, aunque el accidente no ha ocasionado ningún tipo de pérdida a los congelados. Sin embargo, el hundimiento supone la pérdida de una gran cantidad de pescado y del barco. El transportista llevaba más de 250 cajas, cada una de ellas con capacidad para 20 kilos, además de palés. El navío portaría unas 12 toneladas de pescado.
Algunas fuentes apuntan a que la carga estaba mal estibada, descompensada. "El pescado estaba arriba y abajo iba vacío", lo que ocasionaría el cambio de la línea de gravedad. No se descarta una maniobra mal hecha, pero todos los indicios señalan la sobrecarga. El hermano del Esaú, el patrón, declaró que "son cosas que pasan en la vida". El dato positivo es que todos los tripulantes se encuentren bien.
Este suceso supone un duro golpe para su armador y patrón Esaú Sinés, puesto que no es la primera vez que una embarcación se hunde a su cargo. Según indicó el transportista Manuel Gil, hace cuatro años tuvo lugar un accidente similar. El armador se enfrentó al hundimiento de otro barco de su propiedad, una gran pérdida económica y sentimental. Un dato tranquilizador es el hecho de que el seguro cubra este accidente, de no ser así, el gasto de reflotamiento y todas las pérdidas que supone el vuelco serían muy costosas.
En el navío, con puerto base en Bueu y de unos doce metros de longitud, trabajaban cinco tripulantes entre los que se encontraba Esaú Sines, armador y patrón del mismo. Los marineros fueron rescatados sin daños, a excepción de uno de ellos que presenta heridas en un hombro al golpearse con el hélice del barco cuando los cinco hombres se tiraron al mar ante la evidencia de hundimiento. De todos modos, en principio no precisó asistencia médica y la lesión no le impidió colaborar con sus compañeros en los trabajos posteriores al hundimiento y previos al reflotamiento.
Parece ser que la causa principal del accidente fue la sobrecarga de pescado. "Traía mucha mercancía a mucha velocidad", explicó el empleado de Transportes Manuel Gil, encargado de recoger la carga en puerto.
El "Cristo da Laxe" traía caballa para la empresa Rosa de los Vientos, un encargo que no llegó a recibir debido al inesperado suceso, aunque el accidente no ha ocasionado ningún tipo de pérdida a los congelados. Sin embargo, el hundimiento supone la pérdida de una gran cantidad de pescado y del barco. El transportista llevaba más de 250 cajas, cada una de ellas con capacidad para 20 kilos, además de palés. El navío portaría unas 12 toneladas de pescado.
Algunas fuentes apuntan a que la carga estaba mal estibada, descompensada. "El pescado estaba arriba y abajo iba vacío", lo que ocasionaría el cambio de la línea de gravedad. No se descarta una maniobra mal hecha, pero todos los indicios señalan la sobrecarga. El hermano del Esaú, el patrón, declaró que "son cosas que pasan en la vida". El dato positivo es que todos los tripulantes se encuentren bien.
Este suceso supone un duro golpe para su armador y patrón Esaú Sinés, puesto que no es la primera vez que una embarcación se hunde a su cargo. Según indicó el transportista Manuel Gil, hace cuatro años tuvo lugar un accidente similar. El armador se enfrentó al hundimiento de otro barco de su propiedad, una gran pérdida económica y sentimental. Un dato tranquilizador es el hecho de que el seguro cubra este accidente, de no ser así, el gasto de reflotamiento y todas las pérdidas que supone el vuelco serían muy costosas.
2 comentarios:
Pero amado capi, para qué está el transporte público? Para los inutiles como yo que no se sacan el carnet ni a tiros y para los pobretones que no tienen para ser estafados por estos precios.
Si, si estimados compañeros necesitados unas merecidas vacaciones porque sino nuestras aventuras estarían entre barrotes, aunque igual nos indultaban. Ha sido muy duras estas ultimas semanas, snif, snif.
Nos vemos a la vueltaa.
Sed lo más malos posibles
Buf, calla calla, no me hagas recordarlo...
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