El fiscal militar pide el procesamiento del jefe de máquinas de la “Extremadura”
CARMELA LÓPEZ > FERROL
El fiscal jurídico militar solicita el procesamiento del teniente de navío Pablo V.S. por la presunta comisión de un delito contra la eficacia del servicio. Se trata del que era jefe de máquinas de la fragata “Extremadura” cuando se produjo la explosión de una caldera en la que perdieron la vida un marinero y un cabo primera.
En el informe remitido por el fiscal al juez togado militar que instruye las diligencias por el accidente de la “Extremadura” se plantea la necesidad de examinar “si la conducta del oficial de máquinas ha infringido alguna norma”. Concretamente, se refiere al hecho de su “no personación” en el buque de su destino el día de autos -19 de diciembre de 2005-, a la vista de las llamadas efectuadas por el suboficial de guardia de máquinas, ante los problemas existentes por los altos niveles de contaminación por cloro, lo cual era un signo evidente de alarma y de que había problemas en el funcionamiento de las calderas. El fiscal continúa diciendo que, debido a esta situación, “se requería la presencia del citado oficial en el buque, al objeto de ordenar y ejecutar las acciones oportunas”. En segundo lugar, cuestiona el hecho de que no se hubiese puesto en contacto con el comandante de la fragata, “y recomendarle y proponer el apagado de las calderas, o incluso ordenar él mismo el apagado, conforme se establece en el Manual”, cuyo contenido fue corroborado por los peritos especialistas en Energía y Propulsión, que insistieron en que lo correcto hubiera sido comunicar al comandante del buque el problema de las incidencias existentes. El informe de la fiscalía precisa que, “desde luego, si se hubiesen apagado las calderas, la explosión o reventón posiblemente no se hubiera producido”, por lo que señala que la conducta del teniente de navío Pablo V.S., a la luz de las nuevas diligencias de prueba practicadas, y por lo tanto siendo responsable del control, y no solamente del funcionamiento de las calderas, sino también de la adopción de medidas de seguridad, pudiera ser constitutiva de un delito contra la eficacia del servicio, previsto y penado en el Código Militar. Añade que existen indicios racionales de la no observancia de las normas y reglas establecidas. Cabe recordar que en diciembre de 2007 el fiscal había solicitado el sobreseimiento definitivo de las actuaciones, por considerar que el accidente había sido consecuencia por problemas de fatiga de los materiales de la fragata. No obstante, y merced a la nueva solicitud de pruebas por las partes personadas, principalmente la de la familia del marinero fallecido Erik Noval, la Fiscalía militar varió su posicionamiento. En esta línea también mantuvo su particular batalla el cabo primero Jorge Gago Chao, que incluso fue sancionado, aunque después, y debido a la presión popular, se le suspendió el castigo, por hacer pública la supuesta existencia de negligencias como causa del accidente. Gago Chao estaba presente en la fragata el día de autos y pidió reiteradamente que se apagasen las calderas. Su particular lucha contó con el respaldo de una plataforma ciudadana que sigue pidiendo “la verdad
M.F.G. > FERROL
La exposición permanente que alberga el Centro de Interpretación de Prioriño permite recorrer la evolución de las instalaciones defensivas en Ferrol a lo largo de los siglos. Además de una primera parte dedicada a la ejecución del puerto exterior, la muestra incluye una segunda área diseñada por los historiadores Alfredo Vigo e Irene Mera, autores del libro “Ferrol y las defensas del puerto de guerra del rey. La Edad Moderna: 1500-1800”, editado por la propia Autoridad Portuaria. A través de los distintos paneles se resumen cinco siglos de historia. El primer plan defensivo para la ría concebido por Felipe II, la constitución del Departamento Marítimo en la ciudad, la construcción del Arsenal y la edificación de las baterías defensivas son algunos de los capítulos de la muestra. También se recogen distintos episodios, como el desembarco de Mariana de Neoburgo en 1690 en Mugardos, a causa de una avería en el navío en el que viajaba para encontrarse con su futuro marido, Carlos II. El desembarco de la escuadra inglesa en San Jorge y Doniños en 1800 y la batalla posterior librada en los altos de Brión ocupa un lugar destacado en la narración, que continúa hasta la actualidad.
Los ecologistas reclaman un área protegida para los cetáceos entre Muros y Sisargas
Oceana advierte que en Galicia viven "algunas de las últimas poblaciones sanas" de marsopas y delfines mulares de Europa
ANA PANTÍN - SANTIAGO En las costas de Galicia viven “algunas de las últimas poblaciones sanas” de marsopas y delfines mulares de Europa. De todo el litoral gallego, la zona comprendida entre la ría de Muros y las islas Sisargas es la más septentrional donde se encuentran las marsopas. A esto hay que sumar que la región también alberga una población “alta” de delfines mulares. Así lo constató una expedición realizada en 2008 por la organización de conservación marina Oceana. A raíz del estudio “Cetáceos del área galaico-cantábrica. Zonas de importancia para su conservación”, el colectivo decidió reclamar la creación de un área protegida en este zona para conservar a estos cetáceos.
La formación ecologista recordó que en España todavía no existe ningún espacio protegido para estos animales, a pesar de que la legislación de la Unión Europea exige que todos los gobiernos creen áreas de conservación para las “especies prioritarias”, como es el caso de las marsopas y los delfines mulares. Para ello, la propuesta de Oceana es que el Parque Nacional de las Islas Atlánticas se amplíe hasta incluir a las Sisargas, y que se establezcan zonas de protección frente a las rías de Muros y Corcubión, que se vendrían a sumar a la reserva marina de Os Miñarzos (entre Lira y Carnota).
Los ecologistas alertan que la marsopa común ya ha desaparecido del Mediterráneo y está en riesgo de extinción en otras zonas como el Báltico. De hecho, según explica Oceana, “sólo es abundante” en el mar del Norte. Por su parte, aunque el delfín mular o arroaz sigue siendo común en las aguas ibéricas, sólo quedan poblaciones muy pequeñas y fragmentadas.
De todos modos, éstas no son las únicas especies de cetáceos que surcan las aguas gallegas. En las aguas de Galicia y el Cantábrico también son habituales el calderón común, el delfín listado y el delfín común, según Oceana. Durante la expedición de 2008, en Galicia se avistaron 5 especies de cetáceos. La gran mayoría eran delfines comunes, que se movían también en los grupos más grandes, de hasta 25 individuos.
La supervivencia de los cetáceos pasa por hacer frente a distintas amenazas, entre ellas, las artes de pesca. En Galicia, algunos trabajos cifran las capturas en 200 ejemplares en aguas costeras y 1.500 en alta mar por culpa de redes fijas y de arrastre. Además, un alto porcentaje de los varamientos se produce tras accidentes con artes de pesca. La contaminación, el ruido, la falta de alimento, las colisiones con embarcaciones o la pérdida del hábitat son otros de los problemas a los que se enfrentan los cetáceos.
El estudio, como anécdota, relata un encuentro con el delfín mular “Gaspar”, que permaneció con los investigadores más de una hora en una ocasión, un comportamiento “común” en esta especie “en distintos lugares del mundo”.
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