Un buen oficial

Supongo que os preguntaréis qué pone en ese mármol que descansa siempre a la vista de los caballeros y damas aspirantes, guardias marinas, resto de oficialía, (también suboficiales y tropa y marinería, como no) en la Escuela Naval Militar de Marín.

O lo trascribo a continuación:

"El oficial cuyo propio honor y espíritu no le estimulen a obrar siembre bien vale muy poco para el Servicio, el llegar tarde a su obligación, aunque sea de minutos ,el excusarse con males imaginarios o supuestos a las fatigas que le corresponden, el contentarse regularmente con hacer lo preciso de su deber sin que su propia voluntad adelante cosa alguna, y el hablar pocas veces de la profesión militar, son prueba de gran desidia e ineptitud para la carrera de las armas. (De las Ordenanzas de 1768 Órdenes generales para oficiales)"