miércoles, septiembre 19, 2012

19 de Septiembre de 2012

FARO DE VIGO

En busca de vocaciones de altos vuelos

La Sexta Escuadrilla de Aeronaves pretende captar pilotos entre los oficiales de la Armada


Los alumnos de la Escuela Naval realizan prácticas al mando de varias aeronaves de la Sexta Escuadrilla. El objetivo de este curso es doble. Por un lado, aportar una "ambientación aeronaval a los caballeros alumnos" y, por otro, "despertar vocaciones de pilotos entre los oficiales de la Armada", explica el jefe de la escuadrilla de helicópteros, Jorge Touza. Entre las cualidades que debe tener un piloto, este capitán destaca "la tranquilidad y serenidad y, sobre todo, ser consciente de que eres capaz de reaccionar ante cualquier emergencia".


F. SÁNCHEZ - PONTEVEDRA "Tranquilidad y serenidad. Hay que conocer bien los sistemas y ser conscientes de que vas a ser capaz de reaccionar ante cualquier emergencia", responde Jorge Touza, jefe de la Sexta Escuadrilla de Aeronaves de la Armada Española, cuando se le pregunta sobre qué cualidades debe tener un piloto de helicóptero. En cuanto a las aptitudes física, "hay unos varemos que debemos cumplir para superar el reconocimiento médico que afectan, sobre todo, a la capacidad visual".
Un año más, los alumnos de la Escuela Naval de Marín -en esta ocasión de cuarto curso- realizan unas tres horas de vuelo aproximadas a bordo de las aeronaves de la Sexta Escuadrilla, cuya base está en Rota (Cádiz), y ofrecen la posibilidad de realizar un vuelo -de una hora aproximada- para ver Marín, Bueu, Pontevedra, Poio, Portonovo, Montalvo, Combarro, el lago Castiñeiras o la Illa de Tambo desde un punto de vista poco habitual.
La realización de este curso, considerado un pilar básico para la formación aeronaval de los futuros oficiales de la armada, tiene dos objetivos. En un primer lugar, dar una "ambientación aeronaval a los caballeros alumnos", detalla Touza. En este sentido, a lo largo de los cinco años de carrera se programan embarques en diferentes buques de la flota o visitas a las diversas unidades de la Armada, detalló el jefe de la Sexta Escuadrilla, "con el objetivo de que tengan una visión lo más completa posible del funcionamiento de ésta".
En un segundo término se pretende despertar vocaciones de pilotos entre los oficiales de la Armada. A pesar de esto, Touza reconoce que no tienen problemas para cubrir las plazas que ofertan. "Hay algunas ocasiones que tenemos mucha demanda y otras menos, pero seguimos ocupando las vacantes sin problemas".
Las misiones que llevan a cabo esta escuadrilla de helicópteros de adiestramiento están dirigidas a mantener a sus miembros cualificados. Así pues, las actividades se centran en ofrecer apoyo a las diferentes unidades de la Armada. "Colaboramos en Cartagena con los submarinos, en Rota realizamos calificaciones operativas de los buques y en Ferrol con patrulleros", enumera Touza, que resalta la importancia que tiene que las diferentes unidades de la Armada tengan un adiestramiento aeronaval.
Asi pues, además de esta labor formativa, misiones antiaéreas, antisubmarinas, en unidades aéreas embarcadas, de apoyo a la escuela de dotaciones aeronavales y las de apoyo a la Infantería de Marina completan la lista de funciones de estas aeronaves.
Esta edición de prácticas de vuelo se realizan en helicópteros que poseen un sistema "sencillo", que facilitan sus movimientos y que están en su último tercio de vida. Los procedimientos de mantenimiento son mucho más estrictos que en el caso de aparatos civiles, por ello se puede prolongar mucho más la vida de éstos. "A estos modelos les quedan unos cinco o seis años más", vaticina el capitán.
Recortes
Los recortes económicos que se están produciendo en todos los ámbitos de la sociedad también están afectando a esta escuadrilla de helicópteros.
"La realidad es que el Ministerio de Defensa comenzó a recortar presupuesto en 2008, momento en el que se empezaron a reducir el número de horas de vuelos", reconoce Touza. Esta bajada del presupuesto gradual -fue uno de los primeros ministerios que empezó a reducir el gasto- ha propiciado que no fuera un proceso brusco."Nos hemos ido adaptando poco a poco", concluye el jefe de la escuadrilla.

LA INFORMACIÓN.COM

FAST, los intrépidos guardaespaldas de EEUU que salieron de Rota


Hoy, 06:00 h. | María Torrens Tillack

Rápido, rápido, rápido. Todo en la vida de los marines de la Flota del Equipo de Seguridad Antiterrorista (FAST, por sus siglas en inglés) parece estar concebido para ver correr su vida ante ellos, desde las siglas que resumen su nombre (significan “rápido” en inglés) hasta su disponibilidad para apagar fuegos cual bomberos diplomáticos.

Disuadir, detectar y defender… de las amenazas terroristas. En esto consiste el trabajo de los efectivos de FAST, de los que un centenar se desplegó con urgencia la semana pasada ante las legaciones diplomáticas de EEUU en Libia y Yemen.

Son “capaces de ejecutar un gran número de misiones antiterroristas y de seguridad física”, destacaba el sargento Constance Dillard en 2003 sobre los efectivos FAST.

“Son una fuerza multiplicadora y la barrera final que puede evitar el daño o el peligro de muchos activos vitales a la seguridad nacional y personal”, ensalzaba.

Desde el Pacífico hasta el Mediterráneo, los FAST están entrenados para enfrentarse a todo tipo de situaciones de peligro. En momentos de máxima presión no pueden permitirse dudar. La seguridad de ellos y de otros ciudadanos de EEUU puede depender de su decisión.
Un paintball metódico y serio


Inmersos en el decorado del denominado “Paseo Hogan” en la base naval de Rota, estos marines entrenan con armas cargadas con pintura, como si del juego del paintball se tratara. “Es la forma más realista de simular el impacto de un disparo sin recibir realmente uno”, apuntaba un FAST en un reportaje del canal de noticias de la base naval AFN Rota sobre su entrenamiento.

Rápido, rápido, rápido. Todo en la vida de los marines de la Flota del Equipo de Seguridad Antiterrorista (FAST, por sus siglas en inglés) parece estar concebido para ver correr su vida ante ellos, desde las siglas que resumen su nombre (significan “rápido” en inglés) hasta su disponibilidad para apagar fuegos cual bomberos diplomáticos.

Disuadir, detectar y defender… de las amenazas terroristas. En esto consiste el trabajo de los efectivos de FAST, de los que un centenar se desplegó con urgencia la semana pasada ante las legaciones diplomáticas de EEUU en Libia y Yemen.

Son “capaces de ejecutar un gran número de misiones antiterroristas y de seguridad física”, destacaba el sargento Constance Dillard en 2003 sobre los efectivos FAST.

“Son una fuerza multiplicadora y la barrera final que puede evitar el daño o el peligro de muchos activos vitales a la seguridad nacional y personal”, ensalzaba.

Desde el Pacífico hasta el Mediterráneo, los FAST están entrenados para enfrentarse a todo tipo de situaciones de peligro. En momentos de máxima presión no pueden permitirse dudar. La seguridad de ellos y de otros ciudadanos de EEUU puede depender de su decisión.
Un paintball metódico y serio

Inmersos en el decorado del denominado “Paseo Hogan” en la base naval de Rota, estos marines entrenan con armas cargadas con pintura, como si del juego del paintball se tratara. “Es la forma más realista de simular el impacto de un disparo sin recibir realmente uno”, apuntaba un FAST en un reportaje del canal de noticias de la base naval AFN Rota sobre su entrenamiento.

Unos 50 marines de la Flota del Equipo de Seguridad Antiterrorista (FAST, por sus siglas en inglés) partieron la semana pasada desde la base estadounidense de Rota en el sur de España a Libia tras la muerte del embajador Chris Stephens y otros tres estadounidenses el 11 de septiembre.

A la capital de Yemen (Saná) acudió también otra cincuentena de marines del FAST desde Rota para proteger a sus compatriotas en medio de las violentas protestas desatadas por el cortometraje contra Mahoma producido por un aficionado en el país norteamericano.

La evacuación “no combativa” de una embajada –con ciudadanos estadounidenses de a pie en su interior- transcurriría así, según el canal de noticias de Rota: un equipo aseguraría el perímetro mientras otro entraría para establecer puntos de control para los evacuados, comprobarán su identidad con instrumentos digitales y procederán a su traslado.

Súper hombres preparados para todo

Conducción de riesgo, artes marciales, seguridad marítima… nada se les escapa aparentemente a los FAST. Están entrenados para ejercer de francotiradores, emplear técnicas “no letales” contra los enemigos o descender de un helicóptero en marcha por una cuerda hasta tocar tierra, explica la web de la Marina de EEUU.

Pistolas y rifles de todos los calibres, están entrenados como pocos militares de EEUU para ser unos expertos en el manejo de todo tipo de armas, reaccionar rápidamente y disparar en movimiento.

La base naval de Rota tiene espacio para acoger a más de 800 familias de militares estadounidenses. Esos marines viven preparados para salir volando –literalmente- a misiones de guerra, acudir con buques a operaciones en el Mediterráneo y los FAST deben estar listos para servir en operaciones antiterroristas en la región.

Los FAST también existen en España

Los marines de FAST en Rota entrenan puntualmente con los militares españoles. Hace escasamente un mes, el pasado agosto, infantes de la Marina Española realizaron unos ejercicios de diez días con marines FAST de esa base naval.

Juntos simularon, por ejemplo, la liberación de una infraestructura estadounidense como si hubiera sido secuestrada por un grupo de “terroristas” y la evacuación médica.

“Trabajamos estrechamente con los marines españoles”, aseguró el mayor Gary Cobb de la compañía FAST Europa (FASTEUR). “La integración no podía ser mejor. Los marines estadounidenses y españoles son un equipo de profesionales altamente entrenados”, añadió.

El año pasado fueron 72 infantes de la Marina española quienes realizaron ejercicios de “operaciones militares sobre terreno urbano” con 52 FAST.

“Los marines españoles tienen tantos conocimientos como mis marines en lo que se refiere a entrenamiento MOUT [operaciones militares sobre terreno urbano]”, declaró ya entonces el comandante Daniel Wendolowski. “Estamos facilitando un entrenamiento adicional para ayudar a afinar algunas de sus tácticas”, indicó. Tampoco era la primera vez que un cuerpo y otro intercambiaban conocimientos.

Metódicos, rápidos y altamente preparados. Así son los intrépidos guardaespaldas que Barack Obama desplegó con toda urgencia la semana pasada. Y así parecen ser también sus compañeros de fatigas en los entrenamientos de intercambio "Lisa Azul", los infantes de la Marina española.


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