Jules LeBlanc Stewart (Philadelphia, 6 de Septiembre de 1855-París, 5 de Enero de 1919) es uno de los grandes nombres del arte pictórico francés de finales del s. XIX y de la Belle Époque, como artista y mecenas en la Escuela de Barbizon. Su acomodado origen, siendo hijo de un magnate del azúcar, le permitió entrar pronto en contacto con las Bellas Artes, más aún cuando la familia se traslada en 1865, a París, donde el joven Jules se ganaría el cariñoso apelativo de El parisino de Philadelphia.
El talento pictórico de Jules se fue desarrollando bajo la severa y atenta dirección de Jean-león Gerôme y de Raimundo de Madrazo. Especializándose en retratos, el norteamericano llamaría la atención del público por medio de grandes obras que se asomaban a salones atestados de bailarines, celebraciones de bodas, etc. Cuadros en los que retrataba a sus familiares y amigos (y a sí mismo) en situaciones cotidianas de la alta sociedad burguesa de Francia e internacional (como es el caso de la familia Vanderbilt). Su círculo de amistades y conocidos abarcaba igualmente a aristócratas y a celebridades, que acababan inmortalizados en sus óleos.
Expuso en varias ocasiones desde 1878 con notable éxito y el tercio final de su vida lo dedicó a escenas religiosas tras haberse hecho mundialmente famoso con sus retratos de alta sociedad y desnudos.
Traemos a monsier LeBlanc a nuestro blog para referenciar una serie de retratos a bordo de barcos, entre los que destaca los del yate Namouna, del millonario James Gordon Bennet.
No hay comentarios:
Publicar un comentario