La negociación se atasca en Somalia y se extiende el desánimo entre los marineros
La segunda reunión del embajador Martín Cinto con el primer ministro somalí Hassan Hussein no logra resultados Redacción/Agencias / VIGO/MADRID
La quinta jornada de secuestro del Playa de Bakio transcurrió entre llamativos contrastes: por un lado, la tranquilidad que se pretendió transmitir desde el Gobierno español y la Xunta; por otro, el desánimo de los marineros y la desesperación de la familia ante la falta de noticias claras sobre la situación. Amadeo Álvarez, patrón del atunero secuestrado en Somalia, confirmó ayer en una llamada a su mujer, Angelines Mariño, que "la situación está mal" y que "las cosas no iban bien". Todos los tripulantes (8 gallegos, 5 vascos y 13 africanos) seguían encerrados anoche en el comedor del barco, vigilados por una docena de piratas fuertemente armados. Así que, frente al mensaje inicial lanzado por el Gobierno español de buscar una "solución rápida y feliz" parece que el caso se ha enquistado.
El comisionado especial que preside María Teresa Fernández de la Vega para resolver este conflicto atribuyó la ausencia de novedades a "la discreción" con la que se debe trabajar en estos asuntos, aunque reiteró su mensaje de que la tripulación estaba en buenas condiciones, sin añadir ninguna otro elemento que pudiese vislumbrar un final. En este sentido, reafirmó su posición de que lo esencial es "salvaguardar la integridad física y la vida de los miembros de la tripulación". El Ejecutivo rehusó, asimismo, a facilitar información sobre la posición de la fragata Méndez Núñez ni del avión de patrulla marítima P-3 Orion, enviados a la zona. Además apuntó a la gestión del embajador de España en Kenia como clave en la resolución del mismo.
El diplomático Nicolás Martín Cinto dedicó toda la jornada a mantener diferentes reuniones, entre ella un segundo encuentro con el primer ministro somalí, Nur Hassan Hussein. La clave es encontrar a un interlocutor fiable que tenga hilo directo con los secuestradores. Simultáneamente el armador debería seguir negociando el pago de un rescate, que podría rondar el millón de euros.
Información a la ONU
Dentro de la intensa labor diplomática que está manteniendo el Gobierno, la Misión ante la ONU comunicó al Consejo de Seguridad el caso del pesquero para que lo tenga en cuenta en la elaboración de medias en contra de la piratería en esa región.
El embajador español ante la organización multilateral, Juan Antonio Yáñez-Barnuevo, informó de las circunstancias del incidente en una carta enviada al presidente de turno del Consejo, el embajador sudafricano Dumisani Kumalo.
La misiva recalca ante Naciones Unidas la opinión del Gobierno español sobre "la necesidad de que la comunidad internacional actúe de manera conjunta y coherente, bajo la égida de Naciones Unidas, a fin de prevenir y castigar actos de esta naturaleza".
El embajador español destaca que las acciones de estos piratas "ponen en peligro la llegada y distribución de ayuda humanitaria, contribuyen a la desestabilización de la región y constituyen una amenaza para la seguridad del tráfico marítimo internacional".
DIARIO DE FERROL
“De lo que más orgulloso me siento es de haber sido médico de la Armada”
El próximo 3 de mayo Antonio Díaz Valdés dirá adiós a sus años al frente del Hospital Naval. Cambiará el despacho que ha ocupado en los últimos cuatro años por su clínica privada de la calle Real, donde seguirá pasando consulta. Es más, ampliará el horario de atención al disponer de más tiempo libre.
LLegó el momento de su pase a la reserva. ¿Cómo ha afrontado esta última etapa?
En un principio al coger la dirección del hospital, con mucha ilusión. Cuando llegué, la UCI estaba cerrada, se reabrió y adquirimos equipamiento muy moderno; se compró un TAC, un mamógrafo, un electrocardiograma, se realizaron obras de infraestructuras importantes como la impermeabilización, remodelación de la cafetería, salón de actos, tanatorio... Se firmó ese convenio de transferencia que, como ves, no se lleva a cabo. Se vendió a la población de Ferrol que el hospital estaba infrautilizado, que había que disminuir las listas de espera e ingresar aquí a pacientes del Sergas y por nuestra parte siempre ha habido una colaboración total y el caso es que cuando está infrautilizado es ahora, no antes.
Apenas tiene actividad...
Actualmente, a nivel militar, no hay ingresos hospitalarios, no hay consultas..., en fin. La situación ahora es incómoda porque tengo a personal civil que no sabe a qué atenerse. Los que optaron por permanecer en Defensa aún no han recibido las propuestas de los destinos que pueden solicitar y los que pasan al Sergas están a la espera de lo que pasará.
¿Cómo califica su paso por la dirección del hospital?
Fue muy duro, porque ten en cuenta que las conversaciones las empecé con el PP y las terminé con el PSOE, y lo que en un principio habíamos organizado y lo que se firmó al final fueron cosas distintas. Nadie informa de nada, en Defensa o no dicen o no quieren decir. Por un lado te dicen que la firma es inminente, por otro, que va para largo...
¿Con qué se queda de todos estos años?
Hay muchas cosas, de todas maneras, de lo que más orgulloso me siento es de haber sido médico de la Armada, que también, sin saber por qué, ese Cuerpo quedó extinguido y refundido en el Cuerpo de Sanidad de la Defensa. Es decir, yo ingresé en un Cuerpo y desaparezco en otro. Estoy contento de mi paso por la clínica de Odontología, he cogido una clínica más bien anticuada y hoy es más moderna. También estoy muy contento de la colaboración que he tenido con todos los compañeros, fue una dirección, salvo los típicos problemas, cómoda, en el sentido de que el personal a mis órdenes ha trabajado muy bien, a pesar de la incertidumbre de no saber qué va a pasar con sus vidas. Todo el mundo mientras hubo consultas y trabajo colaboró perfectamente, incluso más de lo que deberían muchos ellos. Cuando estábamos,digamos, operativos, atendíamos a todo el personal del Isfas y del Sergas con muy poco personal por nuestra parte y sin ninguna retribución económica. Mira, estoy contento en el sentido de que cuando se dio la orden al personal del Isfas de que tenían que cambiarse forzosamente hubo mucha gente que fue al despacho a despedirse llorando, más de uno y dos casos. O sea, no estaban tan mal atendidos cuando no querían marcharse. Son muchas cosas, son vivencias de 35 años...
Su vinculación al Naval se remonta a 1974...
Sí, entre 1974 y 1978 estuve destinado en la Clínica de Ginecología, como adjunto. Después, hasta el 80 fui profesor en la Escuela Naval Militar y de 1980 al 82 hice la especialidad de Estomatología en Madrid. Luego fui jefe de Odontología del Arsenal y del 86 al 2004 jefe de Odontología del Hospital, hasta que asumí la dirección.
Y el próximo martes ya se despide.
Sí, habrá un acto muy bonito en el que me despediré del hospital.
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