FARO DE VIGO
Inmersión en la Batalla de Rande
Arranca la búsqueda de los galeones hundidos en la ría de Vigo
A. OTERO - VIGO Durante toda la mañana y hasta la seis de la tarde de ayer, los arqueólogos de la empresa Argos subcontratados por el director de la expedición, Javier Luaces, realizaron cinco inmersiones en dos zonas muy concretas: la primera, ubicada junto al polígono de bateas y a la altura de la planta frigorífica de Vieirasa; y la segunda, bajo el puente de Rande. La profundidad en ambos puntos se sitúa entre los 12 y los 20 metros. Pero la principal dificultad que entraña esta nueva misión en busca de los míticos galeones es la escasa visibilidad en estas aguas, provocada por un manto tan espeso de lodo que algunos expertos sitúan en "varios metros de altura sobre el fondo".
Del resultado de este primer día de rastreo subacuático nada ha trascendido. La Dirección Xeral de Patrimonio, dependiente de la Consellería de Cultura, ha ordenado a los arqueólogos la máxima discreción sobre la serie de inmersiones que durarán, en principio, cinco días. Para hoy está previsto que responsables de este departamento autonómico ofrezcan una rueda de prensa en el puerto de Cesantes (Redondela), de cuyo puerto partirá a continuación el barco Real Madrid I para trasladar a los buzos a la siguiente zona de búsqueda, más próxima a la isla de San Simón.
Expedición
La expedición iniciada ayer parte con una ventaja sustancial sobre la desarrollada a principios de los 90. Los arqueólogos disponen ahora de abundante documentación sobre dónde pueden encontrarse dichos pecios: a las localizaciones registradas el pasado siglo hay que añadir las imágenes grabadas por el georadar en una campaña también dirigida por Javier Luaces en 2007. De hecho los buzos tratarán estos días de comprobar in situ si las sonografías dibujadas por esa sofisticada sonda se corresponden en realidad a la de aquellos legendarios navíos o algunas de las piezas del valioso cargamento traído de las Américas que llevaba la flota hispano-francesa cuando sufrió el ataque de la coalición anglo-holandesa. Luaces está convencido de que sí, y ha esperado todos estos años a disponer de la autorización de la Xunta y su subvención –en la que también contribuye el Ministerio de Cultura– para intentarlo.
Expertos como el arqueólogo Ramón Patiño celebran esta nueva misión en Rande aunque insisten en la dificultad de localizar restos después de tantos años en unos fondos que define como "un auténtico lodazal". Y en sintonía con otros historiadores se muestra rotundo respecto a la inexistencia de piezas de algún valioso metal. "Todo indica que la carga de valor que portaban esos barcos o la robaron o se la llevaron los franceses. De lo que puede haber ahí abajo tendrá un valor arqueológico, pero tesoros, ninguno", sostiene Patiño.
Inmersión en la Batalla de Rande
Arranca la búsqueda de los galeones hundidos en la ría de Vigo
A. OTERO - VIGO Durante toda la mañana y hasta la seis de la tarde de ayer, los arqueólogos de la empresa Argos subcontratados por el director de la expedición, Javier Luaces, realizaron cinco inmersiones en dos zonas muy concretas: la primera, ubicada junto al polígono de bateas y a la altura de la planta frigorífica de Vieirasa; y la segunda, bajo el puente de Rande. La profundidad en ambos puntos se sitúa entre los 12 y los 20 metros. Pero la principal dificultad que entraña esta nueva misión en busca de los míticos galeones es la escasa visibilidad en estas aguas, provocada por un manto tan espeso de lodo que algunos expertos sitúan en "varios metros de altura sobre el fondo".
Del resultado de este primer día de rastreo subacuático nada ha trascendido. La Dirección Xeral de Patrimonio, dependiente de la Consellería de Cultura, ha ordenado a los arqueólogos la máxima discreción sobre la serie de inmersiones que durarán, en principio, cinco días. Para hoy está previsto que responsables de este departamento autonómico ofrezcan una rueda de prensa en el puerto de Cesantes (Redondela), de cuyo puerto partirá a continuación el barco Real Madrid I para trasladar a los buzos a la siguiente zona de búsqueda, más próxima a la isla de San Simón.
Expedición
La expedición iniciada ayer parte con una ventaja sustancial sobre la desarrollada a principios de los 90. Los arqueólogos disponen ahora de abundante documentación sobre dónde pueden encontrarse dichos pecios: a las localizaciones registradas el pasado siglo hay que añadir las imágenes grabadas por el georadar en una campaña también dirigida por Javier Luaces en 2007. De hecho los buzos tratarán estos días de comprobar in situ si las sonografías dibujadas por esa sofisticada sonda se corresponden en realidad a la de aquellos legendarios navíos o algunas de las piezas del valioso cargamento traído de las Américas que llevaba la flota hispano-francesa cuando sufrió el ataque de la coalición anglo-holandesa. Luaces está convencido de que sí, y ha esperado todos estos años a disponer de la autorización de la Xunta y su subvención –en la que también contribuye el Ministerio de Cultura– para intentarlo.
Expertos como el arqueólogo Ramón Patiño celebran esta nueva misión en Rande aunque insisten en la dificultad de localizar restos después de tantos años en unos fondos que define como "un auténtico lodazal". Y en sintonía con otros historiadores se muestra rotundo respecto a la inexistencia de piezas de algún valioso metal. "Todo indica que la carga de valor que portaban esos barcos o la robaron o se la llevaron los franceses. De lo que puede haber ahí abajo tendrá un valor arqueológico, pero tesoros, ninguno", sostiene Patiño.
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