martes, junio 16, 2009

Código Penal de la Marina de Guerra


Fotografía con la que se ofertaba el Código.

La deformación profesional y los gustos pueden llegar a forzar a alguien como yo, que está en plena política de reducción de costes, a autorregalarse una curiosidad única cuando se deja llevar sus pasos por los barrios y puertos de lugares como Ebay. Así, aunque con ayuda y vista de vigia de Mali, me encontré con un pequeño ejemplar de bolsillo del Código Penal de la Marina de Guerra española, editado por S. Calleja hacia 1910-1911, siendo una ampliación del texto de 1888.

Posee muchas curiosidades que os iré proporcionando como extrañas perlas. Sus artículos encierran cosas de nuestro pasado y, quién sabe, igual perteneció en su momento a algún miembro del cuerpo jurídico de la Armada española o estuvo a bordo de uno de aquellos desaparecidos buques de guerra de antaño.

La Exposición de motivos me resulta graciosa en algunas partes como la indicación de que ya va siendo hora de redactar un nuevo código ya que las Reales Ordenanzas de 1748 estaban muy bien para su momento, pero que desde entonces ya ha pasado un tiempo.

Sin duda es otro hijo de su tiempo que ha caido en desuso, no así como otros grandes cuerpos normativos como son el Código Civil (1889) y la Ley de Enjuiciamiento Criminal (1882) que, salvo por las actualizaciones y redifiniciones sufridas con el paso de los años y de los regímenes, siguen en vigor. Pertenecen a esa Década "prodigiosa" codificadora, tan prodigiosa como fueron la década de los ´50 del pasado siglo en cuanto a normativa administrativa se refiere.


3 comentarios:

Navegante dijo...

Estaremos atentos a las curiosidades que pueda extraer que seguro acapararán nuestra atención. Enhorabuena por la adquisición.

Javier dijo...

Sí, estar atento, jejej.

Gracias por tus palabras. La única pena que tengo es sus reducidísimas dimensiones que no me permiten exponerlo en atril... Sería una gozada tenerlo abierto al curioso, pero no va a poder ser.

Mali dijo...

Gracias por acordarte de mí. Recuerda que la reducción de costes tiene un objetivo muy noble. Además, hay que darse algún caprichito de vez en cuando para no caer en la depre.
Oye, y por que no buscas un atril de esos que dan con los souvernirs?