FARO DE VIGO
El tratamiento de los residuos del Prestige finalizará más de seis años después de la catástrofe
El proceso, valorado en conjunto en 22 millones de euros, suscitó la atención de Rusia y Corea del Sur debido a otros hundimientos
EUROPA PRESS
El tratamiento y reutilización de las más de 60.000 toneladas de residuos procedentes del 'Prestige' que se almacenan en la planta de Sogarisa, en el municipio de As Somozas (A Coruña), finalizará en marzo de 2009, más de seis años después de que el buque provocase la mayor catástrofe ambiental frente a las costas gallegas y tras desarrollar un proceso que permitirá la reutilización del producto como fuel, plásticos y arena para construcción.
Así lo explicaron los responsables de la planta de tratamiento de Sogarisa --Sociedad Gallega de Residuos Industriales-- hoy, víspera del aniversario de la catástrofe del 'Prestige', ocurrida el 13 de noviembre de 2002. En una visita para medios de comunicación, Ramón Blanco, director industrial de la empresa, aseguró que a 31 de octubre ya se han tratado 66.000 del total de 82.000 toneladas recogidas.
El proceso de reciclaje y tratamiento, valorado en conjunto en 22 millones de euros, supuso en primer lugar que Sogarisa, participada en un 10 por ciento por la Xunta de Galicia, tratase en su planta de Areosa (Cerceda), 22.000 toneladas, en un proceso que ya concluyó en octubre de este año.
Posteriormente, en septiembre de 2007, inició en As Somozas la revalorización de las otras 60.000 toneladas, integradas por fuel, arena, agua, envases y plásticos de gran tamaño.
Los residuos almacenados en As Somozas son una mezcla heterogénea de fuel (8%), arena (60%), agua (20%), y fragmentos de plásticos y envases (12%). En la actualidad ya sólo resta por tratar una tercera parte de los materiales, en un proceso que se prevé que finalice en marzo del próximo año, tras la separación de los componentes y su reutilización como plásticos --para tuberías o combustible en industrias--, fuel y arena para tareas de construcción.
Tratamiento pionero
El tratamiento de los residuos, que es "la primera vez que se hace en el mundo", ha llamado la atención a nivel internacional, según aseguró Blanco, en especial en las últimas fechas, debido a la coincidencia con los hundimientos de petroleros "tanto en Rusia como en Corea del Sur". "Se pusieron en contacto con nosotros para recibir información, e interesarse en cómo habíamos acometido el problema, cómo habíamos hecho la segregación de los residuos y qué tecnología habíamos desarrollado para poder tratar los residuos y poder recuperar las fracciones originales", explicó Blanco.
"Imprevistos"
No obstante, en esta última fase, Sogarisa se encontró con "diversos imprevistos" en el proceso de tratamiento que ralentizaron el proceso y obligaron a su readaptación para cumplir "con éxito" los plazos establecidos. El fuel estaba acompañado en exceso de agua y de "grandes bolsas" de arcilla, además de fibras procedentes de los monos utilizados por los voluntarios que colaboraron en la limpieza del fuel y que provocaron obturaciones en los equipos de la instalación.
El tratamiento de los residuos está conformado por cinco fases. Tras el almacenaje en una balsa impermeabilizada de ocho metros de profundidad, el siguiente paso supone la separación de los materiales y su trituración para reducir su tamaño y favorecer su manipulación.
Posteriormente, los residuos se trasladan a una segunda instalación, en la que se introducen en un 'trommel', "una especie de súper lavadora", con 15 metros de largo y 100 metros cúbicos de capacidad, en la que se centrifuga el material con temperaturas que alcanzan los 95 grados y que permite la separación de los hidrocarburos, los plásticos, las arenas y el agua. De este proceso sale una parte de plásticos sólidos y otros voluminosos, una mezcla de agua e hidrocarburos y una fracción de arenas. El agua extraída se somete a un proceso físico químico que permite su depuración y reutilización para alimentar los circuitos de tratamiento.
Componentes
Las arenas, entre "10 y 15.000 toneladas", se someten a varios lavados específicos, por fricción y con reactivos, y se destinará a material de construcción en las obras que Sogarisa realiza en sus propias instalaciones. Las arcillas se convertirán en materia prima para el clínker que se fabrique en las cementeras.
El fuel (8%), pese a su escasa calidad -"ya no era ninguna maravilla", en palabras de Ramón Blanco-, mantendrá su función de combustible. En cuanto a los plásticos, se clasificarán en dos tipos. Los de buena calidad, podrán utilizarse como materia para creación de tuberías, mientras que los de baja calidad se emplearán como combustible "alternativo" en fábricas cementeras. En cuanto finalice el tratamiento del material procedente del 'Prestige', la planta podrá dar servicio "de una forma inmediata" al reciclaje de "todos los residuos orgánicos e hidrocarburos que se generan en la comunidad gallega", como plásticos, disolventes o residuos de pintura. De este modo, se podrá cumplir la legislación europea y estatal que obliga a recuperar y revalorizar este tipo de basuras.
Sogarisa puede tratar en su Centro de Tratamiento de Residuos Industriales de Galicia (CTRIG) de As Somozas una media de 145.000 toneladas anuales de residuos. Sus instalaciones ocuparán una superficie de 595.000 metros cuadrados, lo que las convertirán "en una de las instalaciones más avanzadas de la Unión Europea".
El tratamiento de los residuos del Prestige finalizará más de seis años después de la catástrofe
El proceso, valorado en conjunto en 22 millones de euros, suscitó la atención de Rusia y Corea del Sur debido a otros hundimientos
EUROPA PRESS
El tratamiento y reutilización de las más de 60.000 toneladas de residuos procedentes del 'Prestige' que se almacenan en la planta de Sogarisa, en el municipio de As Somozas (A Coruña), finalizará en marzo de 2009, más de seis años después de que el buque provocase la mayor catástrofe ambiental frente a las costas gallegas y tras desarrollar un proceso que permitirá la reutilización del producto como fuel, plásticos y arena para construcción.
Así lo explicaron los responsables de la planta de tratamiento de Sogarisa --Sociedad Gallega de Residuos Industriales-- hoy, víspera del aniversario de la catástrofe del 'Prestige', ocurrida el 13 de noviembre de 2002. En una visita para medios de comunicación, Ramón Blanco, director industrial de la empresa, aseguró que a 31 de octubre ya se han tratado 66.000 del total de 82.000 toneladas recogidas.
El proceso de reciclaje y tratamiento, valorado en conjunto en 22 millones de euros, supuso en primer lugar que Sogarisa, participada en un 10 por ciento por la Xunta de Galicia, tratase en su planta de Areosa (Cerceda), 22.000 toneladas, en un proceso que ya concluyó en octubre de este año.
Posteriormente, en septiembre de 2007, inició en As Somozas la revalorización de las otras 60.000 toneladas, integradas por fuel, arena, agua, envases y plásticos de gran tamaño.
Los residuos almacenados en As Somozas son una mezcla heterogénea de fuel (8%), arena (60%), agua (20%), y fragmentos de plásticos y envases (12%). En la actualidad ya sólo resta por tratar una tercera parte de los materiales, en un proceso que se prevé que finalice en marzo del próximo año, tras la separación de los componentes y su reutilización como plásticos --para tuberías o combustible en industrias--, fuel y arena para tareas de construcción.
Tratamiento pionero
El tratamiento de los residuos, que es "la primera vez que se hace en el mundo", ha llamado la atención a nivel internacional, según aseguró Blanco, en especial en las últimas fechas, debido a la coincidencia con los hundimientos de petroleros "tanto en Rusia como en Corea del Sur". "Se pusieron en contacto con nosotros para recibir información, e interesarse en cómo habíamos acometido el problema, cómo habíamos hecho la segregación de los residuos y qué tecnología habíamos desarrollado para poder tratar los residuos y poder recuperar las fracciones originales", explicó Blanco.
"Imprevistos"
No obstante, en esta última fase, Sogarisa se encontró con "diversos imprevistos" en el proceso de tratamiento que ralentizaron el proceso y obligaron a su readaptación para cumplir "con éxito" los plazos establecidos. El fuel estaba acompañado en exceso de agua y de "grandes bolsas" de arcilla, además de fibras procedentes de los monos utilizados por los voluntarios que colaboraron en la limpieza del fuel y que provocaron obturaciones en los equipos de la instalación.
El tratamiento de los residuos está conformado por cinco fases. Tras el almacenaje en una balsa impermeabilizada de ocho metros de profundidad, el siguiente paso supone la separación de los materiales y su trituración para reducir su tamaño y favorecer su manipulación.
Posteriormente, los residuos se trasladan a una segunda instalación, en la que se introducen en un 'trommel', "una especie de súper lavadora", con 15 metros de largo y 100 metros cúbicos de capacidad, en la que se centrifuga el material con temperaturas que alcanzan los 95 grados y que permite la separación de los hidrocarburos, los plásticos, las arenas y el agua. De este proceso sale una parte de plásticos sólidos y otros voluminosos, una mezcla de agua e hidrocarburos y una fracción de arenas. El agua extraída se somete a un proceso físico químico que permite su depuración y reutilización para alimentar los circuitos de tratamiento.
Componentes
Las arenas, entre "10 y 15.000 toneladas", se someten a varios lavados específicos, por fricción y con reactivos, y se destinará a material de construcción en las obras que Sogarisa realiza en sus propias instalaciones. Las arcillas se convertirán en materia prima para el clínker que se fabrique en las cementeras.
El fuel (8%), pese a su escasa calidad -"ya no era ninguna maravilla", en palabras de Ramón Blanco-, mantendrá su función de combustible. En cuanto a los plásticos, se clasificarán en dos tipos. Los de buena calidad, podrán utilizarse como materia para creación de tuberías, mientras que los de baja calidad se emplearán como combustible "alternativo" en fábricas cementeras. En cuanto finalice el tratamiento del material procedente del 'Prestige', la planta podrá dar servicio "de una forma inmediata" al reciclaje de "todos los residuos orgánicos e hidrocarburos que se generan en la comunidad gallega", como plásticos, disolventes o residuos de pintura. De este modo, se podrá cumplir la legislación europea y estatal que obliga a recuperar y revalorizar este tipo de basuras.
Sogarisa puede tratar en su Centro de Tratamiento de Residuos Industriales de Galicia (CTRIG) de As Somozas una media de 145.000 toneladas anuales de residuos. Sus instalaciones ocuparán una superficie de 595.000 metros cuadrados, lo que las convertirán "en una de las instalaciones más avanzadas de la Unión Europea".
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