miércoles, mayo 07, 2008

7 de Mayo de 2008

MENCHA BLANCO LIAÑO > FERROL

La cesión al Servizo Galego de Saúde del Hospital Naval tiene ya fecha marcada en el calendario: el próximo mes de junio. Así lo anunciaron ayer el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, y la ministra de Administraciones Públicas, Elena Salgado, tras la reunión de trabajo celebrada en Santiago.

El vicepresidente da Igualdade e do Benestar, Anxo Quintana; el conselleiro de Presidencia, Administracións Públicas e Xustiza, José Luis Méndez Romeu; y el delegado del Gobierno en Galicia, Manuel Ameijeiras, asistieron al encuentro en el que se fijó el primer paquete de transferencias “correspondente a esta lexislatura do Estado”, señaló Emilio Pérez Touriño, quien calificó como “moi importante” la transferencia del Hospital Naval de Ferrol y la gestión del Parque Nacional das Illas Atlánticas el próximo junio.

“O traspaso do hospital suporá unha inxección de recursos no sistema operativo do Servizo Galego de Saúde de elevada trascendencia para a área de Ferrol e da súa comarca”, subrayó el presidente de la Xunta de Galicia. Por su parte, la ministra de Administraciones Públicas, Elena Salgado, destacó que en esta primera comisión bilateral que se celebrará antes del verano se incluirán todos aquellos temas que ya estén listos en ese momento con el fin de “hacer los traspasos en cuanto las ponencias técnicas finalicen su trabajo”.

A este respecto, afirmó que “en todo caso, sí nos parece que dado que el traspaso de medios y del personal del Hospital de Defensa de Ferrol está ya listo, deberíamos incluirlo en este primer bloque de transferencias”. Añadió asimismo que los restantes asuntos pendientes se dejarán para la segunda comisión bilateral, cuya celebración está prevista antes de que finalice el año.

Así pues, una vez realizado en los últimos meses el trabajo técnico en las reuniones de los relatorios para analizar los pormenores de los traspasos como el relativo al Hospital Naval, sólo resta que se convoquen las respectivas comisiones mixtas para ratificar las transferencias.

La del centro militar llegará casi medio año con retraso respecto a lo anunciado inicialmente -el 1 de enero de 2008-. Se pondrá de esta forma fin a un largo proceso que inició el camino hacia la recta final el 2 de febrero de 2007. Ese día, la conselleira de Sanidade, María José Rubio Vidal, y la entonces subsecretaria de Defensa, Soledad López, firmaron en Madrid el protocolo por el cual el Servizo Galego de Saúde asumía la gestión, el equipamiento y mantenimiento del Hospital Básico de la Defensa por un período de 75 años.

Cuatro meses más tarde, el 10 de julio, firmaron en Ferrol la cesión del hospital el presidente de la Xunta de Galicia, Emilio Pérez Touriño, y el entonces ministro de Defensa, José Antonio Alonso.

Tras este acto, las condiciones de transferencia de uso de las instalaciones y equipos, así como el traspaso del personal y las bases de cooperación entre los profesionales de la Clínica Militar y el Servizo Galego de Saúde quedaban pendientes de los acuerdos que se tendrían que adoptar en la Comisión Mixta de Transferencias Estado-Xunta de Galicia.

Una vez que ésta se convoque “antes de las vacaciones de verano, previsiblemente antes de junio”, según la ministra Elena Salgado, el hospital formará parte de la red sanitaria pública.

FARO DE VIGO

Dos cañones de un navío del XVI hallados en Oia llevan 21 años en un sótano del Museo Provincial

El centro los restauró a finales de los 80 y desde entonces permanecen embalados en un almacén
ALBERTO OTERO / VIGO La Ría de Vigo es un filón para la arqueología subacuática. Sus aguas ocultan valiosos vestigios de la batalla de Rande (1702) y de otros muy requeridos por estudiosos y cazatesoros extranjeros. Sin embargo, en la ciudad sólo se exponen una ínfima parte de las restos encontrados a lo largo de todos estos años. Como dos cañones del siglo XVI hallados en la costa de Oia por el buceador vigués Pedro Novalbos, quien los entregó en depósito en el Museo de Pontevedra hace 21 años. Desde entonces, estas piezas permanecen embaladas en el almacén del centro provincial sin que ninguna institución viguesa las haya reclamado.
Pedro Novalbos localizó los dos cañones en octubre de 1986 cuando practicaba pesca submarina a unos cinco metros de profundidad. De poco más de metro y medio de largo y 200 kilos de peso, un año después de su descubrimiento técnicos de la Consellería de Cultura las izaron a superficie y Novalbos, en persona, las depositó en el Museo de Pontevedra registrándose la entrada el 15 de octubre de 1987.
Los expertos conceden un gran valor histórico a esos cañones al tratarse de los únicos de bronce datados en ese siglo encontrados en Galicia. En su libro Catalogación de yacimientos submarinos en las costas gallegas, Ramón Patiño atribuye su procedencia al naufragio de una escuadra de galeazas (embarcación de tres mástiles también propulsada a remo) fechado el 28 de noviembre de 1591. Un fuerte temporal estrelló esta flotilla de Francisco de Toledo contra los bajos del Cabo Silleiro cuando navegaba en ruta hacia Flandes, según la citada publicación.
Arqueólogos consultados por este periódico parecen resignados a que la "falta de espacio" en los museos de su ciudad y en los del entorno condenen el importante patrimonio subacuático de la Ría de Vigo a un olvido cuasi marginal. "Se supone que el Museo de Pontevedra, si no los expuso es porque no tenía dónde", razona Ramón Patiño.
"No tenemos espacio"
El director del Museo Provincial de Pontevedra confirmó ayer que los cañones siguen guardados en el almacén del centro. Carlos del Valle explica que las piezas se sometieron a un cuidadoso proceso de restauración y conservación que se completó son su embalaje. "Si tuviéramos que exponer todo lo hay o que se encuentra no nos llegaría la ciudad de Pontevedra. No hay otra razón, simplemente, no tenemos espacio, y si continúan embalados es para preservarlos", añade.
Todavía no lo tiene decidido pero Del Valle prepara un destino más vistoso para esas históricas piezas. Dentro de aproximadamente un año, el contenido del Museo de Pontevedra sufrirá una "restructuración" al concluir la construcción de un nuevo edificio anexo. Éste se dedicará "a la relación de Pontevedra con el mar", temática en la que encajaría los dos cañones de Silleiro, más tres cargadores de artillería que Pedro Novalbos entregó con posterioridad al año 1987.



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