Lunes, 19-01-09
Los más de trescientos oficiales de la Armada que llevaron a los tribunales al Gobierno por la integración de escalas que plantea la nueva Ley de la Carrera Militar han decidido no retirar los recursos que presentaron ante la Audiencia Nacional. Así lo han confirmado a ABC fuentes de este colectivo, cuyo malestar intentó frenar el Ministerio de Defensa modificando la citada ley, a través de una enmienda a la Ley de Presupuestos.
El departamento que dirige Carme Chacón pensaba que, con este cambio, calmaría la auténtica revuelta que provocó en los Ejércitos la ley impulsada por José Bono y que a ella le tocó aplicar, pero no ha sido posible. Los militares no se fían de los cambios del Ejecutivo. Unas modificaciones que suponían, básicamente, el aumento de las plantillas para que los oficiales de la Escala Superior pudieran ascender antes de la integración, evitando así que oficiales de la Escala de Oficiales, con menor antigüedad en el empleo, le rebasaran en el escalafón. «La ampliación de plantillas ha sido muy corta y lo que se vendía como una solución al problema, no lo es tanto», dicen fuentes militares.
«Calma tensa»
La situación interna en los Ejércitos, ante la aplicación de la Ley, se encuentra ahora en una «calma tensa», según las mismas fuentes, que se puede romper el próximo día 1 de abril, fecha en la que finalizan los ciclos de ascensos. Posteriormente, el Gobierno tiene de plazo hasta el 1 de julio para publicar las listas del nuevo eslabonamiento. Y aquí puede llegar el problema, ya que entonces sí que se verá sobre el papel, y con carácter oficial, como ha quedado la nueva estructura de la escala de oficiales.
Las fuentes consultadas por ABC advierten que, cuando se conozcan las escalas, no sólo será la Armada la que mantenga el curso judicial de sus recursos, sino que los afectados de los Ejércitos de Aire y Tierra también seguirán el mismo camino. De hecho, ya hay contactos entre los tres Ejércitos para compartir estrategias judiciales.
El recurso de los oficiales de la Armada se refería, concretamente, a la orden ministerial que desarrolla el curso de adaptación, ya que recurrir la Ley no es posible, tan sólo las órdenes que la desarrollan. En relación a este curso, necesario para que los oficiales de la Escala de Oficiales se puedan integrar en la escala única, el porcentaje de adaptación ha sido mínimo. Concretamente, en el caso de la Armada, tan sólo alcanza el 40 por ciento.
Fuentes militares indican que «la gente no quiere integrarse porque no hay una documentación clara de cómo van a quedar las expectativas después del proceso. La gente quiere saber qué puestos ocuparán y qué tiempo tendrán para ascender y en qué quedará la nueva escala a extinguir de los que no se quieran integrar».
Esta falta de información ha provocado que el intenso malestar que existe en los cuarteles se acentúe en los últimos días. «La gente está muy quemada, tanto el que se integra como el que se queda en la escala a extinguir. Nada ni nadie ha informado con coherencia de lo que va a pasar».
Otra de las soluciones que propuso la ministra, como es conceder el título de grado, con la aplicación del Plan Bolonia en los Ejércitos, a los que realicen el curso de adaptación, lo consideran injusto, ya que aseguran que «el título se lo dan a alguien que no tiene la selectividad aprobada».
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