Los aparatos accidentados pertenecían al ala 14 con base en Los Llanos (Albacete) y chocaron en el aire, según aseguran testigos presenciales
Miércoles, 21-01-09
Tres pilotos del Ejército del Aire -los capitanes Jerónimo José Carbonell Rodríguez y Fernando Negrete Usón y el teniente Roberto Carlos Álvarez Cubillas- murieron en la mañana de ayer al sufrir un accidente en pleno vuelo los aparatos que pilotaban, dos Mirage F-1, cuando participaban en un ejercicio de entrenamiento al sur de la provincia de Albacete.
El suceso, ocurrido cerca de la localidad de Ossa de Montiel, tuvo lugar a las diez y cuarto de la mañana. Según testigos presenciales, los dos aparatos chocaron en pleno vuelo por causas que por el momento se desconocen. Media hora después fueron localizados los restos de uno de los aviones y el cuerpo sin vida del piloto, el capitán Carbonell, en un paraje de la finca del Guijoso. Poco más tarde y a unos 3 kilómetros de distancia se encontraron los restos del segundo aparato siniestrado y los cadáveres de los dos pilotos que viajaban en el mismo, según la información facilitada por el Ministerio de Defensa.
El mismo departamento no facilitó versión alguna de lo ocurrido ni confirmó la información de los vecinos de Ossa de Montiel sobre el choque en vuelo a la espera de que la Comisión Técnica de Investigación de Accidentes de Aeronaves Militares (CITAAM) determine las causas del siniestro, una vez analizados los restos de los aparatos pertenecientes al Ala 14 del Ejército del Aire con base en Los Llanos (Albacete).
Según los datos facilitados por el citado departamento, los pilotos realizaban un vuelo rutinario y tenían la experiencia requerida. En el avión biplaza viajaba el capitán Negrete, de la 52 promoción del Ejército del Aire, que acumulaba 1.200 horas de vuelo. El capitán Carbonell, de la 56 promoción, sumaba otras 600. El teniente Álvarez Cubillas, de la 59 promoción, era alumno del curso de pilotos de Mirage F-1.
Pésame del Rey
A los Llanos se desplazaron la ministra de Defensa, Carme Chacón, acompañada por el presidente de la Junta de Castilla-La Mancha, José María Barreda; el jefe de Estado Mayor de la Defensa, José Julio Rodríguez, y el jefe de Estado Mayor del Aire, José Jiménez, para dar el pésame a los compañeros de las víctimas. Su Majestad el Rey se sumó a las condolencias con el envío de telegramas a las familias de los fallecidos.La oposición, por medio de la portavoz del Grupo Popular, Soraya Sáenz de Santamaría, manifestó el dolor, el cariño y el apoyo del PP a los familiares de los pilotos y a los demás miembros de las Fuerzas Armadas.
Los testigos presenciales que aseguran haber visto cómo chocaban los dos aparatos añadieron también que los restos de los dos aviones estaban esparcidos en un radio de kilómetro y medio.
Según la información de Efe, los operarios de una de las fincas donde ocurrió el suceso oyeron una gran explosión y vieron una columna de humo que se podía contemplar a varios kilómetros de distancia.
Los cazabombarderos Mirage F-1, de fabricación francesa, llevan en servicio en España desde 1975 y, después de ser durante los años 80 el grueso de la fuerza aérea española, sólo quedan los del ala 14 a la espera de ser sustituidos por los Eurofigther.
En 39 años han perdido la vida 13 pilotos españoles a los mandos de este aparato, mientras que la cifra de Mirage F-1 accidentados asciende a un total de 23.
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