La fila para subir a bordo de Kruzenshter era realmente monumental y, estando en el muelle de cruceros del puerto de Vigo, podría echar atrás al más echado pa´lante, sin embargo, pronto uno se daba cuenta que ésta era rápida y que en poco más de 5 minutos ya estabas en la pasarela.
Durante la espera, era difícil no alzar la vista para ver a la tripulación trabajar sobre los marchapiés.
Durante la espera, era difícil no alzar la vista para ver a la tripulación trabajar sobre los marchapiés.
2 comentarios:
Magníficas instantáneas, sobre todo para apreciar la grandiosidad del barco al comparar sus medidas con las de una persona como referencia, bien en las vergas o bajo la cofa.
Dentro de nada podrás ver algunas desde la cubierta, amigo Náufrago :)
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