martes, marzo 29, 2011

29 de Marzo de 2011

FARO DE VIGO

El tsunami de Japón llegó hasta 40 km tierra adentro

Las olas, de hasta 13 metros, causaron daños en puntos remotos por la subida del caudal de varios ríos

EFE/TOKIO El Gobierno de Japón indicó hoy que el devastador tsunami del pasado día 11, que impactó en el noreste del país, afectó zonas que estaban a más de 40 kilómetros de la costa, ya que la lengua de agua se adentró por el curso de los ríos.

Según el Ministerio de Transporte de Japón, las gigantescas olas de hasta trece metros que destrozaron pueblos de la costa ocasionaron daños en puntos mucho más remotos por la subida del caudal de varios ríos.

El río Tone, en la provincia de Chiba, creció 30 centímetros a unos 44 kilómetros de su estuario, mientras el río Kitakami (provincia de Miyagi) sufrió un aumento de su caudal de once centímetros a 49 kilómetros de su desembocadura, según el informe.

Las autoridades creen que el daño hubiese sido aún mucho peor si las compuertas de algunos ríos de la costa este, como el caudaloso Tone, no hubiesen estado cerradas.

Los científicos estiman que la tarde del 11 de marzo siete grandes tsunamis impactaron en la costa este japonesa durante un período de seis horas, con olas que llegaron a superar los trece metros en algunos puntos, informó el diario Yomiuri.

El poderoso tsunami destrozó pueblos en la costa este de las provincias de Aomori, Iwate, Miyagi y Fukushima, las más afectadas y las que engrosan el mayor número de los más de 11.000 muertos y más de 17.258 desaparecidos confirmados del desastre.

El maremoto inundó 443 kilómetros cuadrados en las cuatro provincias. El 25 por ciento de ese territorio estaba ocupado por áreas comerciales y residenciales.

En la localidad de Higashi-Matsushima, en Miyagi, el 63 por ciento de su territorio fue arrasado por el tsunami, mientras la mitad de Otsuchi, en Iwate, sufrió la embestida de las olas.

Esta última localidad, situada al final de una ría, es un ejemplo del fatal efecto que tuvieron las olas del tsunami al verse amplificadas a la entrada de bahías en la costa de Iwate.

ABC

Una gran ballena llega a Madrid

El Museo de Ciencias Naturales exhibe un esqueleto de una ballena de más de 20 metros y 2.500 kilos

araceli acosta / madrid
Día 28/03/2011

«Realmente excepcional». Con estas palabras describió el director del Museo Nacional de Ciencias Naturales, Esteban Manrique, el esqueleto de la gran ballena que cuelga ya de la nave central del museo en Madrid. Sus medidas así lo atestiguan: 20,4 metros de longitud y más de 2.500 kilos de peso, unas proporciones que obligaron al museo a realizar un estudio de ingeniería para asegurar que la estructura del edificio podía aguantarlo. Se trata de una hembra adulta de rorcual común, cuyo esqueleto es el único completo de los tres cetáceos que alberga el museo.

La historia de esta pieza va más allá de sus proporciones admirables y se remonta a febrero de 2008, cuando el animal quedó varado en la Playa de Cortijo Blanco de San Pedro de Alcántara (Marbella). A pesar de los esfuerzos realizados por los técnicos de ese ayuntamiento malagueño para intentar que pudiera sobrevivir, la ballena murió, y fue entonces cuando gracias a la mediación de la Fundación Solventia, el consistorio marbellí decidió ceder el esqueleto al Museo Nacional de Ciencias Naturales para su conservación y exposición. Se trata de uno de los mayores ejemplares varados en el Mediterráneo y el más grande de los que se exhiben en nuestro país.

Desde que la ballena quedó varada se han invertido 160.000 euros en labores de limpieza de los huesos, transporte y montaje. El esqueleto se expone en el Museo de Ciencias Naturales (MNCN), el Parque de las Ciencias alberga el corazón y el Parque Doñana y la colección de ADN del MNCN conservan muestras de los tejidos de la piel. El rorcual común es el segundo animal más grande, solo detrás de la ballena azul, de ahí la importancia que tiene esta nueva pieza que ahora forma parte de la exposición permanente del MNCN.
Una pieza única

Aunque ahora ha sido presentada oficialmente, lo cierto es que en las últimas semanas, mientras se terminaba el montaje del esqueleto, que comenzó el pasado mes de abril, esta pieza única ya se ha convertido en una de las más emblemáticas del museo. Niños y mayores se quedan boquiabiertos ante esta osamenta que cuelga en la sala de Biología, que en dimensiones nada tiene que envidiar a la reproducción a escala real de la ballena azul que recibe al visitante en la sala de Vida Marina del Museo de Historia Natural de Nueva York.

Consciente del gran interés suscitado por el varamiento de esta gran ballena en sus costas, el Ayuntamiento de Marbella convocó un concurso entre los escolares de Primaria y Secundaria para dar nombre a la ballena y diseñar un logotipo que resumiera su significado e historia. Lucía Rodríguez, de 11 años, ha sido la ganadora, y Vega es el nombre elegido para la gran ballena, que quedará expuesta de forma permanente en el Museo de Ciencias Naturales.


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