martes, junio 30, 2020

Relación de publicaciones de Marzo, Abril, Mayo y Junio de 2020

Hola a todos:

El COVID-19 nos ha arrollado como un tren de mercancías a toda velocidad y sin control. Y, entre el estropicio causado, nuestras vidas se han quedado como en suspenso, como esta “Relación de publicaciones” (que no iba a ser menos).

El confinamiento lo pasé en casa, como tantos, teletrabajando como mejor pude, llegando a publicar algunas Reflexiones a la luz de la bitácora del Navegante respecto a esta pandemia y a lo que cambió y podría cambiar nuestra existencia; necesitaba sacarme las cosas de la cabeza. 

En otro orden de cuestiones, cuando se fue abriendo la mano de hierro, regresaron las reseñas a cuanto leo y veo, y considero que una en particular os tiene que llamar la atención poderosamente: la dedicada al «Star Wars Holiday Special» de 1978.

También han sido meses para otros cambios y para la toma de decisiones, como la de “suicidarme” virtualmente y desaparecer de las dichosas RRSS (mis razones las expongo en la referida sección de “Reflexiones a la luz de la bitácora”), extremo que a muchos ha impactado, quizá más por el hecho de haberlo anunciado que por el acto en sí; a otros parece que os haya provocado malestar, incluso enfado: es muy curioso.

Como piedra de clave, mentar: 1) la Revista General de Marina, en su número de marzo de 2020, ha publicado el artículo que escribí bajo el título «¿En serio fue para tanto?», donde pongo en duda la leyenda en torno al supuesto tesoro de la batalla del Rande y trato de clarificar lo que, a mi entender, sucedió; y 2) nuestro cómic «1921: El Rif» ha agotado su segunda edición y es posible que salga a la luz una tercera (a ver…).

Ahora, me callo, que va siendo hora, y os dejo con los enlaces. ¡Que os sean de provecho!

Artículos

Colaboraciones con la Revista General de Marina
—“¿En serio fue para tanto?”, ISSN 0034-9569, Vol. 278, MES 2, 2020, págs. 217-227. Artículo dedicado a disertar sobre la realidad o mito del tesoro del Rande.

Reflexiones a la luz de la bitácora (opinión)
—«Durante el COVID-19: el agotamiento de la paciencia selectiva» https://navengantedelmardepapel.blogspot.com/2020/05/durante-el-covid-19-el-agotamiento-de.html
—«Durante el COVID-19: un poquito de distancia, por favor» https://navengantedelmardepapel.blogspot.com/2020/05/durante-el-covid-19-un-poquito-de.html


Reseñas
—Reseña a la tercera temporada de la serie de televisión «Stranger Things» (2019) https://guardiadeimaginaria.blogspot.com/2020/05/guardia-de-television-resena-la-tercera.html
—Reseña a «Star Wars Holiday Special» (1978), el primer y más lamentable spin off de la saga galáctica por excelencia https://guardiadeimaginaria.blogspot.com/2020/06/guardia-de-television-resena-star-wars.html
—Reseña a la película «Rogue One: Una historia de Star Wars» (2016) https://guardiadeimaginaria.blogspot.com/2020/06/guardia-de-cine-resena-rogue-one-una.html
—Reseña a «El regreso de El Lobo» (2014), un thriller firmado por Fernando Rueda https://guardiadeimaginaria.blogspot.com/2020/06/guardia-de-literatura-resena-el-regreso.html
—Reseña a la primera temporada de la serie de televisión «Vikingos» (2013) https://guardiadeimaginaria.blogspot.com/2020/06/guardia-de-television-resena-la-primera.html
—Reseña a la segunda temporada de la serie de televisión «Vikingos» (2014) https://guardiadeimaginaria.blogspot.com/2020/06/guardia-de-television-resena-la-segunda.html
—Reseña a la película «Ultimátum a la Tierra» (1951) https://guardiadeimaginaria.blogspot.com/2020/06/guardia-de-cine-resena-ultimatum-la.html
—Reseña a la película «Los rateros» (1969), protagonizada por Steve McQueen https://guardiadeimaginaria.blogspot.com/2020/06/guardia-de-cine-resena-los-rateros.html

Guardia de cine: reseña a «Los rateros»

Título original: «The Reivers». 1969. EEUU. 1 h. y 52 min. Tragicomedia, adaptación. Dirección: Mark Rydell. Guión: Harriet Frank Jr, Irving Ravetch, basándose en la obra de William Faulkner. Reparto: Steve McQueen, Sharon Farrell, Ruth White

No hay nada de malo en saber qué hay más allá de los límites de tu hogar, aunque sea solo para valorar mejor lo que tienes y a aquellos que te rodean

Steve McQueen emanaba un aire de sinvergüenza simpático del que le resultaba prácticamente imposible desprenderse. Sin pretenderlo, era el candidato perfecto para encarnar a Boon en esta adaptación de la obra homónima de William Faulkner (publicada 1962 y por la que recibió el premio Pulitzer); quizá convencido para aceptar el papel porque buena parte del metraje se tiró al volante de un coche, aunque fuera uno que fue nuevo y potente allá por 1905: un Winton Flyer amarillo (seguir leyendo)

Lectura de 30 de junio de 2020 a las 1200 horas



  • Barómetro: 761 (Variable) 
  • Termómetro: 23º
  • Higrómetro: 69%

jueves, junio 25, 2020

Guardia de cine: reseña a «Ultimátum a la Tierra» (1951)

Título original: «The day the Earth stood still». Año 1951. 1 h y 32 min. B/N. Drama, ciencia-ficción. Dirección: Robert Wise. Guión: Edmund H. North, adaptando una historia de Harry Bates. Elenco: Michael Renni, Patricia Neal, Hugh Marlow, Sam Jaffe, Billy Gray, Frances Bavier, Lock Martin

Una película para advertir al mundo del peligro del conocimiento y del creciente armamento nuclear

Con el final de la segunda guerra mundial se dio a conocer un poder que atraía a todas las miradas por igual, con terror y expectación: la energía nuclear empleada con fines militares. Pronto, la extraña pareja formada por los Aliados occidentales y la Unión Soviética se rompería en mil pedazos, iniciando una larga contienda “fría” trufada de enfrentamientos en la sombra y a través de estados marioneta, con la amenaza del mazazo de la Bomba H como forma de mantener un inestable equilibrio de fuerzas. El Ser Humano había alcanzado el conocimiento para destruirse a sí mismo tan solo pulsando un anodino botón en una consola de mando; a sí mismo y a toda la vida sobre la faz de la Tierra (seguir leyendo)

Lectura de 25 de junio de 2020 a las 1200 horas



  • Barómetro: 763 (Variable) 
  • Termómetro: 18º
  • Higrómetro: 88%

lunes, junio 22, 2020

La galera «La Liberté»


Durante el abrupto periodo medieval y moderno vivido en los lindes de la Confederación Helvética, las marinas de guerra de los trece cantones protagonizaron batallas navales en algunos de sus cerca de mil quinientos lagos, enfrentándose entre sí o contra enemigos de allende sus fronteras, como sucedía regularmente con los saboyanos. Algo increíble pero cierto, resultando una laceria dar con tales referencias en las crónicas accesibles por Internet acerca de los avatares bélico-navales del país alpino, salvo el destacar las galeras Gran Oso y Pequeño Oso de la república de Berna tras la conquista del país del Vaud, por ejemplo.

Hoy día, la fuerza naval suiza se reduce a diez patrulleras desplegadas en sus masas de agua más importantes y que no merecen mayor atención.

Tan alejados nos parecen los helvéticos del arte de la navegación que sorprende, por tanto, que exista en la actualidad una asociación que lleva dedicadas décadas y enormes esfuerzos personales y económicos a la construcción y mantenimiento de la réplica de una galera franco-mediterránea del s. XVII, haciéndola navegar por el ancho lago de Ginebra: La Liberté, sobre las que podemos encontrar información en la web lagalere.ch, la cual paso a sintetizaros con la ayuda del traductor de Google.



La galera La Liberté nació de los desvelos de Jean-Pierre Hirt (principal artífice de esta genial locura), el arquitecto Michel Ormières, el ingeniero Franck de Rivoyre y el constructor naval Jean-Jacques Madadan. El proyecto nació en octubre de 1992 y lo que se tuvo claro desde el principio fue que el proyecto debía ser económicamente sostenible, con financiación por medio de mecenas (cuotas de membresía, donaciones en efectivo y en especie, visitantes, tienda y cocina) y con un marcado carácter social de lucha contra el paro (se contrataron a alrededor de 650 trabajadores en situación de desempleo).

Todo comenzó a cuajar con la constitución de la asociación el 12 de abril de 1994, poniéndose la quilla a la galera en marzo de 1996, siguiendo los planos y modelos conservados en el Musée de la Marine, de París. Esta primera fase de construcción se realizó en un astillero de ribera ubicado en Morges (previa autorización y concesión gratuita del terreno por parte del ayuntamiento), especialmente diseñado por Julius Natterer, profesor de la Escuela Politécnica federal de Lausana, y con unas dimensiones de  60 m. de largo, 18 m. de ancho y 10 m. de altura, con estructura autoportante para la que se emplearon 120 m3 de tablones de abeto, ensamblados por 45.000 tornillos.


Tras un periodo de espera que no puede entenderse como largo en una empresa de esta magnitud, La Liberté fue botada en la bahía de Morges, en el lago Ginebra, el 23 de junio de 2001. Su construcción siguió adelante durante 2002 con la instalación de los mástiles y las pruebas.

La eslora de La Liberté alcanza los 52 m., a los que hay que añadir otros 5 de espolón. Su arqueo es de 190 toneladas que son propulsadas gracias al empleo de dos motores diésel de 150 hp y otras tantas hélices, pero también a la fuerza del viento sobre su velas de 240 metros cuadrados para la mayor, 160 para la de trinquete y 70 para el foque, así como a los remos (treinta y seis para los que se necesitan ciento ocho esforzados galeotes).

El destino de la galera es el turismo, pudiendo realizar seiscientos cruceros de dos horas al año con ciento veinte pasajeros a bordo, previo abono del precio del pasaje, que es de 15 francos suizos (unos 14,00 €) para adultos y totalmente gratis para niños.

(Gracias a Juan Manuel Grijalvo por el chivatazo acerca de este proyecto).

Lectura de 22 de junio de 2020 a las 1200 horas



  • Barómetro: 767,5 (Variable) 
  • Termómetro: 22º
  • Higrómetro: 73%

jueves, junio 18, 2020

Guardia de televisión: reseña a la segunda temporada de «Vikings»

Título original: «Vikings». 2014. 10 capítulos de 44 min. Irlanda, Canadá. Acción, Aventuras, Histórico. Creador: Michael Hirst. Reparto: Travis Fimmel, Katheryn Winnick, Gustaf Skarsgård, Clive Standen

La segunda temporada de las peripecias de Ragnar Lodbrok y familia presionan al granjero convertido en conde. Nuevos aliados y enemigos salen al paso, pero Ragnar se mantiene fiel a sus principios: el bienestar de su pueblo ganando territorios generosos para el cultivo. Sin embargo, ése no es solo el único problema: tiene que lidiar con sus dos familias y la sombra de la sospecha sobre aquellos que siempre consideró como leales

La horda de Lodbrok se unirá al rey Jorik y al jarls Borg, siendo que la rancia enemistad entre los dos nobles obligará al joven conde a tomar una decisión de la que rápidamente se arrepentirá y que aguijoneará su recelo hacia el monarca (seguir leyendo)

Lectura de 18 de Junio de 2020 a las 1200 horas



  • Barómetro: 764 (Variable) 
  • Termómetro: 18
  • Higrómetro: 52%

miércoles, junio 17, 2020

Por fin lo hice: me he suicidado digitalmente

He hablado de ello en incontables ocasiones a lo largo de los años, cuando sentía honda frustración contra las redes sociales (RRSS), y lo hacía con mayor o menor convencimiento; solo fueron conatos que terminaron con mis "muñecas" cubiertas por cicatrices.

Sin embargo, esta vez es la definitiva. Antes de publicar este artículo, apenas hace unos minutos, he entrado por última vez en mis perfiles y, yendo a las pestañas correspondientes de ajustes y configuración, me he “suicidado”.

La razón que me ha impulsado a semejante acto, el cual ha despertado admiración o atónito estupor a partes iguales, es el odio grumoso que rezuma el “muro” hacia todo, como el orín en un barco corroído por el salitre.

Tomé la decisión el mismo día que HBO retiró de su oferta la película «Lo que el viento se llevó» por “racista”, que comenzó una campaña contra J.R.R. Tolkien por "misógino" y, de paso, por lo mismo con lo que se tilda ahora a la cinta antes referida; también fue el día en el que me encontré una “señora”, blanca, rubia e hispanoparlante, con más de 80.000 seguidores en su haber, sentando cátedra en Supuesta Historia y adjudicando a los españoles la patente exclusiva de la esclavitud de africanos. Por concretar la efeméride.

Sin embargo, he dejado pasar unos días para que todo el mundo se diera por enterado del edicto colgado en el tablón y supiera de otras formas de contactar conmigo.

Estoy muy harto de toda esta mierda y de verme arrastrado a situaciones surrealistas y estúpidas; de ser contagiado por un virus zombie, de ser mordido por la serpiente una y otra vez. De que, en su día, se me ocurriera algo tan inocente como seguir en Twitter al periódico ABC porque tiene una buena sección de noticias de cultura, historia, navegación y ciencia, y un montón de gente que “desapareciera”, ¿por qué? ¿Qué pasa? De encontrarme (sucedió hace tan solo unos pocos días) a un pavo (no voy a decir quién) colgando mensajes malintencionados para descubrir quienes de entre sus amistades/seguidores/etc. (incluyendo gente de su entorno más directo) eran de determinada ideología o simpatizantes de tal partido para hacer una lista negra y eliminarlos, con la jocosa rúbrica final de que no le importaría agredirles físicamente si tuviera la ocasión.

¿A qué mundo nos abocamos si somos capaces, gracias a las RRSS, este quinto jinete del Apocalipsis, de desvincularnos incluso de amigos que tenemos desde antes del nacimiento de estas trampas porque opinen esto o aquello, lean esto o aquello, vean esto o aquello, etc.? ¿Qué mundo es ese en el que descubres que el de al lado lanza proclamas de odio y pasa de ser tu amigo/conocido a un enemigo recalcitrante que te quiere sacar los ojos si te atreves a despegar los labios? ¿Qué mundo es ese que se maquilla y engalana de democrático si solo cabe una “única y correcta” opción, opinión y postura, impuesta por la violencia de las palabras, dónde se combate hostilmente al discrepante y no se dialoga con él? ¿Desde cuándo la Democracia y la Libertad de expresión son vehículos para el extremismo y la anulación, objetivos que comenzamos a entender como “lógicos”? Encima, los que se coronan con adjetivos tan tergiversados en su significado como “tolerantes”, son aquellos a quienes solo les falta el brazalete con la esvástica y correr por las calles rompiendo cristales.

Esto no es más que un útero fermentador para narcisistas, exhibicionistas, embusteros, usurpadores, extremistas, falsos profetas, beatos y secretarios políticos.

No, señores. Me niego a formar parte de esta distopía, plato primero y caliente de nuestro futuro más inmediato.

Me subo a la columna como el santo Estilita. Y sí: hubo cosas y gente buena por el camino... ¡Siempre nos quedará el blog!

PD: «El barco en éxtasis avanza indolentemente; soplan los perezosos vientos alisios; todo le inclina a uno a la languidez. […] en esta vida ballenera en el trópico, a uno le envuelve una sublime ausencia de acontecimientos: no se oyen noticias, no se leen periódicos, no hay números especiales con informes sobresaltadores sobre vulgaridades que le engañen a uno excitándole sin necesidad; no se oye hablar de aflicciones domésticas, fianzas de quiebra, caídas de valores; nunca preocupa la idea de qué habrá de comer, pues todas las comidas, para tres años y más, están confortablemente estibadas en barriles, y la minuta es inmutable» (extracto del capítulo “La cofa”, contenido en la novela «Moby Dick», de Herman Melville (1851)).

Lectura de 17 de Junio de 2020 a las 1200 horas



  • Barómetro: 765 (Variable) 
  • Termómetro: 17
  • Higrómetro: 72%

martes, junio 16, 2020

Guardia de televisión: reseña a la primera temporada de «Vikingos»

Título original: «Vikings». 2013. 9 capítulos de 44 min. Irlanda, Canadá. Acción, Aventuras, Histórico. Creador: Michael Hirst. Reparto: Travis Fimmel, Katheryn Winnick, Gustaf Skarsgård, Clive Standen

Manera diferente de adentrarnos en un documental o, quizá dicho de forma más acertada, una serie de televisión donde la documentación y la exposición divulgativa tienen un mayor peso

Cuando esta serie fue estrenada en abierto en la televisión española, hace ya años, a mí no me hizo particular gracia un producto que seguía las entonces novedosas directrices de producción de los canales de documentales: ir ficcionando cada vez más la Historia y desechar el agotado y polvoriento método de narración en off, con su lenta sucesión de imágenes y entrevistas. A efectos prácticos, «Vikings» no es un documental, sino una serie de televisión, un drama histórico donde se van intercalando botones de muestra acerca de la cultura de estos pueblos bárbaros del norte, centrado en la biografía del rey Ragnar Lodbrok debidamente guionizada. No me atraía mucho, no por la ficción documentada, que me parece un gran acierto, sino porque me resultaba antipático el personaje principal (aunque no sé si más que Floki) y se me antojaba una especie de réplica cultureta y con base histórica a la vulgar «Juego de Tronos»: violencia exagerada (para eso veo una de Stallone y me lo paso mejor) y sexo (para eso mejor veo porno por Internet, que es lo que más abunda) (Seguir leyendo)

Lectura de 16 de Junio de 2020 a las 1200 horas



  • Barómetro: 767,5 (Variable) 
  • Termómetro: 16º
  • Higrómetro: 82%

jueves, junio 11, 2020

Guardia de cine: reseña a «Gorrión rojo»

Título original: «Red Sparrow». 2018. EEUU. 2 h. 20 min. Acción, Drama, Thriller. Dirección: Francis Lawrence. Guión: Justin Haythe (basándose en la obra de Jason Matthews. REparto: Jennifer Lawrence, Joel Edgerton, Matthias Schoenaerts, Chalotte Rampling, Mary-Louise Parker, Ciarán Hinds, Joely Richardson, Bill Camp, Jeremy Irons

Mis palabras pueden atorarse en la garganta del lector, pero no voy a rectificar una sola línea: si tuvo algo de éxito esta adaptación de la novela de Jason Matthews, fue gracias a la oportunidad de contemplar, aunque fuera de refilón y con poca luz, uno de los generosos pezones de Jennifer Lawrence. Punto pelota

¿Que soy una exagerado? Yo no lo creo, pues con tanto meneo de por medio, algo debía de “verse”. Somos así de simples.

Y, como en otras tantas y anteriores oportunidades, reseño una adaptación sin haber probado el original, perdiendo, añadiendo o hasta confundiendo churras con merinas, aún así… Sentencio que «Gorrión rojo» no es más que la recurrente historia de manipulaciones en la que el muñeco se rebela contra su ventrílocuo y se venga de él con una jugada calculada, por medio de una serie de objetos y pistas que solo calan en las mentes de los más espabilados, hasta que llega la gran escena final y todos asentimos con la boca abierta, embobados. (Seguir leyendo)

Lectura de 11 de Junio de 2020 a las 1200 horas



  • Barómetro: 764 (Variable) 
  • Termómetro: 18º
  • Higrómetro: 59%