viernes, diciembre 29, 2017

Resumen de publicaciones de Diciembre de 2017

Colaboraciones con HRM
—«Cuadro de dolencias típicas del soldado español de mediados del s. XIX» http://www.hrmediciones.com/index.php/blog-rei/87-contemporanea/176-s-xix-dolencias-tipicas-del-soldado-espanol-j-yuste
—«Ciudadanos americanos en el Tercio de Extranjeros español durante el año 1921» http://www.hrmediciones.com/index.php/blog-rei/87-contemporanea/177-ciudadanos-americanos-en-la-legion-1921-j-yuste

Reseñas
—Reseña al filme «El Mago de Oz», de 1939 https://goo.gl/cNLfqj
—Reseña a la novela de Victoria Álvarez «Tu nombre después de la lluvia» https://goo.gl/Qu7FDt
—Reseña al íntimo filme japonés «Una pastelería en Tokio» https://goo.gl/MxrsW1

Lectura de 29 de Diciembre de 2017 a las 1200 horas



  • Barómetro: 755,5 (Variable). Encapotado
  • Termómetro: 12º
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martes, diciembre 26, 2017

Dos últimos artículos publicados en el blog de HRM


Parece que estos agonizantes días del año están siendo bastante productivos en lo que a artículos se refiere, tal y como podréis comprobar en las últimas actualizaciones del blog de HRM con dos trabajos que giran bajos los sugerentes títulos «Cuadro de dolencias típicas del soldado español de mediados del s. XIX» y «Ciudadanos americanos en el Tercio de Extranjeros español durante el año 1921» cuyos enlaces incrusto a continuación, invitándoos a leerlos y comentar lo que os apetezca:


Son los últimos artículos firmados por mí y publicados a fecha de la presente y que sean de mi conocimiento.

Gracias y un saludo!

Lectura de 26 de Diciembre de 2017 a las 1200 horas



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jueves, diciembre 21, 2017

«Kooks», David Bowie



[CHORUS (x2)]
Will you stay in our Lovers' Story
If you stay you won't be sorry
'Cause we believe in you
Soon you'll grow so take a chance
With a couple of Kooks
Hung up on romancing

We bought a lot of things 
to keep you warm and dry
And a funny old crib on which the paint won't dry
I bought you a pair of shoes
A trumpet you can blow
And a book of rules
On what to say to people 
when they pick on you
'Cause if you stay with us you're gonna be pretty Kookie too

[CHORUS]

And if you ever have to go to school
Remember how they messed up 
this old fool
Don't pick fights with the bullies 
or the cads
'Cause I'm not much cop at punching other people's Dads
And if the homework brings you down
Then we'll throw it on the fire
And take the car downtown

[CHORUS (repeat ad inf.)]

Lectura de 21 de Diciembre de 2017 a las 1200 horas



  • Barómetro: 762,5 (Variable). Despejado
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martes, diciembre 19, 2017

Guardia de cine: reseña a «Una pastelería en Tokio»

Título original: «An» (あん). 2015. Japón. Drama. Dirección: Naomi Kawase. Guión: Naomi Kawase, basándose en la obra literaria de Durian Sukegawa. Elenco: Kirin Kiki, Masatoshi Nagase, Kyara Uchida

Este filme encierra tres tragedias que se van desmadejando ante el espectador a través de silentes y hermosas escenas capturadas a lo largo de todo un año de vida de los personajes. Es un cuadro impresionista acerca de la penitencia, la soledad y la necesidad de vivir haciendo aquello que lo haga a uno sentir libre

Cada uno de nosotros cargamos con nuestras propias tragedias personales. Esas mismas que nos doblan las espaldas y que rechazamos compartir incluso con los más allegados. Esto último, confesar lo que nos aqueja psíquicamente, algo que es casi inquebrantable en Occidente, lo es más en un país como el Japón, donde la costumbre es mantener las distancias y el decoro, donde el individualismo raya una perfección demencial.

Este filme encierra tres dramas que se van desmadejando ante el espectador a través de silentes y hermosas escenas capturadas a lo largo de todo un año de vida de los personajes. De inicio, parece que todo gire en torno al taciturno Sentaro, el encargado de una raquítica tienda en la que solo se sirven dorayaki recién hechos, un típico dulce nipón. Su rutina se verá interrumpida al conocer a Tokue, una afable y simpática ancianita con las manos surcadas por unas extrañas marcas, que insistirá en ser contratada por Sentaro como ayudante. Sentaro se ve cohibido ante las amables pero constantes solicitudes de Tokue, hasta que dá el brazo a torcer cuando ésta le ofrece un tupper con una pequeña ración de anko que ella misma ha cocinado (pasta dulce de judías que es el relleno del dorayaki).

El tercer personaje, diríase que en discordia, es Wakana, una adolescente que resume como nadie la epidemia de soledad que se vive en ese fascinante país.

Los personajes se presentan con un lacónico cruce de palabras, desfilando bajo los cerezos, sin que apenas sepamos algo de ellos hasta que estén preparados para dar el paso. Debemos ser muy pacientes con ellos y con un filme compuesto por detalles dramáticos que pasarán a vertebrarse en torno a la narración de la anciana Tokue, una experta repostera que desde niña ha estado ingresada en una leprosería. Ante Tokue y su desgracia, todo padecimiento parece ridículo, más aún cuando ella siempre conserva una sonrisa en los labios y los lazos atávicos con la Naturaleza, algo que los actuales japoneses parecen estar perdiendo frente a una urbanidad cuadriculada y de grisácea monotonía.

Pero, tranquilos, que no estamos ante una película que encadene desgracias tópicas para una sobremesa en el sofá y algún kleenex de por medio; no provoca lipotimias para llorones. Seguimos estando en Japón y ellos no son de esta pasta. 

Quien primero se abre al espectador es Sentaro, confesando su paso por la cárcel y la pérdida de su madre, de quien no tuvo la oportunidad de escuchar de nuevo todas y cada una de sus historias personales (pesar que yo mismo comparto). Tras él vendrá Tokue, a quien la enfermedad le privó de descendencia, siendo que ve en Sentaro al hijo arrebatado de su vientre. Wakana, por su parte, y por esto me refería antes a que era el tercer personaje en discordia, nunca termina de ser dibujada más allá de su perfil, llegando al punto de que desconoceremos qué habrá sido de ella cuando los títulos de crédito inunden la pantalla; solo sabremos que ella, junto con Sentaro, recibirá la herencia espiritual de Tokue: vivir desde el sosiego y el equilibrio con la Naturaleza y el entorno, desde la armonía, sin ambiciones pero con libertad y con la cabeza alta como respuesta a los golpes que se van recibiendo, uno detrás de otro.

De la pareja superviviente solo sabremos de Sentaro, quien abandonará sus miedos y el servilismo, perdiéndose de vista a Wakana, quien, reconozcámoslo, apenas aporta algo a la trama a pesar de que es un alma errante como Sentaro. No me cabe duda de que habrá echado a volar, como su canario Marvine, pero nada se nos aclara.

La belleza del film es su tramo final es tan desgarradora que habría de ser de granito para no emocionarse con la grabación en casete de Tokue, dedicada a Sentaro y Wakana; habría que ser muchas cosas para no sentirse unido a esos personajes que, sentados a una mesa, escuchan las últimas palabras de la anciana.

El ritmo es lento y casi contemplativo, lo cual pondrá de los nervios al más impaciente. Es un cuadro impresionista acerca de la penitencia, la soledad y la necesidad de vivir haciendo aquello que lo haga sentir libre.

Lectura de 19 de Diciembre de 2017 a las 1200 horas



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viernes, diciembre 15, 2017

Último día para descargarse gratis «Kamikaze. Protectores del Reino Central de los Llanos de Juncos»


Aún os resta el día de hoy para descargaros en vuestro ereader Kindle o soporte (previa obtención de la app en Amazon si no contáis ya con ella) mi ensayo histórico centrado en la figura y trasfondo de los pilotos suicidas japoneses durante la segunda guerra mundial, «Kamikaze. Protectores del Reino Central de los Llanos de Juncos».

No desaprovechéis la oportunidad.

Aquí os dejo el enlace: https://t.co/1480J3fpqH



Un saludo!

Lectura de 15 de Diciembre de 2017 a las 1200 horas



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jueves, diciembre 14, 2017

«Take It On The Run», REO Speedwagon




Heard it from a friend who
Heard it from a friend who
Heard it from another you been messin' around
They say you got a boy friend
You're out late every weekend
They're talkin' about you and it's bringin' me down
But I know the neighborhood
And talk is cheap when the story is good
And the tales grow taller on down the line
But I'm telling you, babe
That I don't think it's true, babe
And even if it is keep this in mind

[Refrain:]
You take it on the run baby
If that's the way you want it baby
Then I don't want you around
I don't believe it
Not for a minute
You're under the gun so you take it on the run

You're thinking up your white lies
You're putting on your bedroom eyes
You say you're coming home but you won't say when
But I can feel it coming
If you leave tonight keep running
And you need never look back again

[Refrain x3]

Heard it from a friend who
Heard it from a friend who
Heard it from another you been messin' around

Lectura de 14 de Diciembre de 2017 a las 1200 horas



  • Barómetro: 755 (Variable). Cúmulos
  • Termómetro: 12º
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martes, diciembre 12, 2017

Guardia de literatura: reseña a «Tu nombre después de la lluvia», de Victoria Álvarez

Lumen (Penguin Random House).
Barcelona
Primera edición: febrero de 2014
576 páginas
ISBN: 978-84-264-0007-9
La historia que firma Victoria Álvarez es grata, afable y bella, con un marcado bouquet juvenil cuyas dimensiones la han derivado a un mercado más adulto; deja un buen sabor de boca si no somos demasiado rectos o exigentes, pues no va a pasar a los anales de la Literatura española moderna, ni mucho menos

Aunque, salvo en excepcionales ocasiones,  no he sido habitual en esquinas polvorientas donde ser reúnen los títulos góticos, reconozco que me atrae el ambiente tenebroso que aquellos ilustres autores crearon a su alrededor, dando sentido y peso material de imprenta a los terrores decimonónicos. Destaco de forma especial «Drácula», de Bram Stoker, un libro por el que sentí malsana veneración, cosa que solo he experimentado leyendo ciertas novelas publicadas por Stephen King: todas las horas del día me eran pocas para seguir retenido a ese mundo de eterno papel.

La novela de Victoria Álvarez que hoy nos tiene aquí trata de perfilarse como una declaración de amor hacia esa Literatura oscura y romántica, recogiendo de aquí y allá cuantiosos y típicos elementos para una trama de almas en pena, castillos ruinosos, amores imposibles que llevan a la tragedia, pícaros aventureros, hombres de ciencia y pasados familiares enterrados en piedra. Con todo ello, Álvarez ha logrado escribir una novela quizá no muy novedosa, pero sí que se lee rápido y con gusto durante veladas estivales o cuando cuadre.

Supe de Victoria Álvarez por primera vez una tarde, ya distante, escuchando una grabación del programa que dirige y presenta mi amigo y tocayo Javier Fernández, “Castillos en el Aire”, de Radio 21. Creo recordar que Álvarez estaba en plena promoción de su segunda novela, «Las eternas» y me gustó mucho lo que escuché, anotando el nombre de esta joven autora salmantina aunque sin tomar, por mi parte, ninguna decisión hasta que, pasado el tiempo (bastante, por cierto, pues le dio tiempo para escribir esta tercera novela), me tropecé con ella en la biblioteca pública, asaltándome a traición, como un bandolero, entre las estanterías dedicadas al género de ficción novelada, justo a mano derecha según se entra en la segunda planta. Desplacé de su lugar asignado el volumen titulado «Tu nombre después de la lluvia» y mi primera reacción fue una mueca de desagrado: la bucólica y romanticona portada desmerece la narración gótica ambientada en Irlanda que encierra y advierte falsariamente al lector de una posible historia fogosa de dos amantes, un musculitos y su damisela, en lucha contra el mundo y que no cejarán en el empeño hasta fusionar sus velludos y pelirrojos sexos, todo ello al resguardo de una covacha durante los estertores de un día nublado de tantos por la Isla Esmeralda. Suena mal, vulgar y ordinario, pero esa fue mi primera, desabrida y malpensada impresión ante una trenza rodeada de mariposas. Al menos, el texto de la contraportada arreglaba en parte el desaguisado y despertó mi interés (gracias a la dispar personalidad del trío protagonista), aunque picado en lo más profundo por la ocurrencia de que parece que todas las tramas góticas han de ambientarse por narices en ese par de islas al Norte de nuestras cabezas. 

«Tu nombre después de la lluvia» es una novela que sigue diferentes líneas argumentales convergentes a través de los tres amigos que la protagonizan: Alexander, el científico que se adentra en el estudio del Más Allá; Lionel, aventurero, crápula y ladrón de tumbas; y Oliver, erudito y romántico de manual. Como una piña que se preocupa por el bienestar de la publicación a la que se deben, el periódico de noticias paranormales Dreaming Spires, los tres se trasladarán al poblacho costero de Kilcurling, a una mañana de distancia a uña de caballo de Dublín, para investigar un extraño suceso del que tienen conocimiento a través de una carta firmada bajo seudónimo, como podrán averiguar más adelante: la muerte de un hombre por culpa de la banshee de los O´Laoire, el decrépito clan familiar de la zona que reside desde hace mil años en la fortaleza de Maor Cladaich. 

Junto a este trío simpar seremos testigos de las historias que se desarrollarán en las estancias, pasillos y terrenos del viejo castillo y también en las calles de Kilcurling. Una de ellas será de amor y dará título a la novela, pero otras nos permitirán conocer los demonios internos que atemorizan a los distintos actores principales, entre los que destaca Lionel, quizá por ser el mejor construido de todos y al que la autora le dedica más líneas al resultarle un tipo demasiado simpático. Sin embargo, el amplio y variado elenco de personajes que se va colgando de las líneas narrativas no llega a cuajar, siendo la mayoría un tanto estereotipados; a lo que hay que sumar una serie de flecos que he ido advirtiendo en mi rápida lectura, a saber: llegaremos a la última página y del deceso de Fearchar McConnal nada se nos aclara y eso que semejante hecho luctuoso es el que da arranque a la novela, ¿por qué le persigue el espíritu y le provoca un ataque al corazón?, el ente llora la pronta muerte que va a acontecer, pero no es un asesino; no resulta muy creíble la supuesta investigación paranormal, pues Alexander, Lionel y Oliver apenas hacen nada durante las largas semanas que pasan en Irlanda, aún cuando lo que les impulsó a viajar hasta esas tierras fue la de darle un impulso a la publicación Dreaming Spires, en horas muy bajas; el personaje de Veronica Quills es, con diferencia, el más desaprovechado de la novela a pesar del juego que podría haber dado; pasé mucho “miedo” cuando se nos introdujo a la encantadora y sensual señorita Stirling, al servicio de un príncipe húngaro y que “parecía” traer consigo la tormenta que se desataría sobre la fortaleza de los O`Laoire, con identidad escénica con cierto vampiro que no necesita presentación, aunque, eso sí, le doy mi enhorabuena a Álvarez por lo que encierra de verdad la señorita Stirling, dando un cierre final magnífico a la novela; tampoco se nos refiere la naturaleza y origen de la psicoscopia que Ailish Ni O´Laoire posee y que, en un momento, parece vincularla con Fionnuala, la vidente que le dio un heredero a Ciarán O´Laghoire, pero nada más; sabiendo la identidad del verdadero autor de la carta que lleva a los tres amigos hasta Irlanda, que no es otra que la hija de Fearchal y Brianna McConnal, dicho personaje no tiente peso alguno en la trama; el juicio contra Ailish por el asesinato de Reginald Archer es una pantomima un tanto vergonzosa como narración, costando creer que, aún en la católica Irlanda de 1903; asimismo, ¿a alguien le sorprende que Jemima Lawless declarara contra su ama aún viéndose venir como un tren de mercancías sin frenos…?

Son unos cuantos peros.

La impresión que me ha causado «Tu nombre después de la lluvia» es la de una lectura agradable y carente de obstáculos, escrita con sencillez. Se van pasando las páginas de forma inconsciente y causa sorpresa al ver cuántos capítulos hemos dejado atrás cuando clavamos sin piedad el punto de lectura. La historia es grata, afable y bella, con un marcado bouquet juvenil cuyas dimensiones la han derivado a un mercado más adulto; deja un buen sabor de boca si no somos demasiado rectos o exigentes, pues no va a pasar a los anales de la Literatura española moderna, ni mucho menos.

Como ya apunté, es una buena lectura veraniega (o invernal), para deambular libremente por entre cementerios sembrados de cruces enmohecidas y estancias oscuras hasta donde el grito de la banshee llega con nitidez.

Lectura de 12 de Diciembre de 2017 a las 1200 horas



  • Barómetro: 753 (Variable). Cúmulos
  • Termómetro: 9º
  • Higrómetro: 51%

lunes, diciembre 11, 2017

Gratis «Kamikaze. Protectores del Reino Central de los Llanos de Juncos»


Entre hoy y el viernes día 15, podréis descargaros a vuestro ereader Kindle o soporte (previa obtención de la app en Amazon si no contáis ya con ella) mi ensayo histórico centrado en la figura y trasfondo de los pilotos suicidas japoneses durante la segunda guerra mundial, «Kamikaze. Protectores del Reino Central de los Llanos de Juncos».

No desaprovechéis la oportunidad.

Aquí os dejo el enlace: https://t.co/1480J3fpqH

Un saludo!

Lectura de 11 de Diciembre de 2017 a las 1200 horas



  • Barómetro: 738 (Viento-Lluvia). Cúmulos
  • Termómetro: 11º
  • Higrómetro: 51%

martes, diciembre 05, 2017

Guardia de cine: reseña a «El mago de Oz»

Título original: «The Wizard Of Oz». EUU. 1939. 102 minutos. Blanco y negro y color. Musical fantástico. Dirección: Victor Fleming, George Cukor, Mervy LeRoy, Norman Taurog, King Vidor. Guión: Noel Langley, Florence Ryerson y Edgar Allan Woolf, adaptando la obra de L. Frank Baum. Elenco: Judy Garland, Frank Morgan, Ray Bolger, Bert Lahr, Jack Haley, Billie Burke, Margaret Hamilton, Charley Grapevin, Clara Blandick, Pat Walshe, Terry y The Munchkins.

El filme de Fleming muestra con sobresaliente claridad un camino de baldosas amarillas hacia la madurez y el encuentro de la identidad propia

Mítica y temprana adaptación cinematográfica de la obra de L. Frank Baum, considerada como una incursión literaria revolucionaria en cuanto al concepto narrativo; no obstante es el primer cuento  que introducen elementos que lo ubican en un momento cercano en el tiempo para los lectores y en un paraje inicial bien diferente al habitual. Tan solo el hacer que Dorothy (Dorita para aquellos que hemos visto la versión doblada hace al castellano) tenga Kansas por hogar, un territorio de un país nuevo, ya supone el abandonar las tramas envolventes de los cuentos clásicos que nos transportan a parajes de nombres ficticios de una Europa medieval o modernista en el mejor de los casos.

Adoleciendo cierto paralelismo con «Alicia en el país de las Maravillas», «El mago de Oz» se presenta como un periplo en búsqueda de la identidad propia y de la madurez, argumento exprimido hasta las últimas gotas y sin pudor por la Literatura y el Cine que, no por ello, pierde vigencia, pues alguien nos lo ha de recordar una y otra vez por culpa de nuestra errática, insegura y olvidadiza naturaleza. Un viaje a lo largo de un camino de baldosas amarillas donde hallar la fuerza de la amistad y una meta final esperanzadora.

Dorita es una chica que vive en la granja de sus tíos, en Kansas, cuya única preocupación lo representa la señora Gulch (quien en Oz será la bruja del Oeste), terrateniente y mujer fría y desagradable que la tiene tomada con el travieso perrito Totó. Por culpa de estas cuitas y por la amenaza de que todo el peso de la Ley caiga sobre el cuello del can, cercenándoselo de cuajo, Dorita huye de casa con su peludo amigo hasta que da con el doctor Maravilla, quien, con argucias baratas pero bienintencionadas, convence rápidamente a la muchacha de que vuelva a casa, desandando el camino, pero un tornado se lleva a Dorita, Totó y a la granja hasta el país de Oz, dejándoles sobre el cuerpo de la malvada bruja del Este, momento en el que se cruzarán en la vida de nuestra pequeña heroína hadas pomposas, enanos estridentes, espantapájaros que pretenden un cerebro, hombres de hojalata que ansían un corazón y descubrir los sentimientos, leones tras un valor que se hurta de ellos, árboles con muy mal genio… un ejército de monos voladores y una pérfida bruja, además del poderoso mago de Oz.

El camino de madurez que emprende Dorita se vislumbra con claridad, como el hecho de que sus tres amigos de fatigas ya atesoraban en su interior aquello mismo por lo que iban a rogar al mago que se les concediera; tan solo necesitaban darse cuenta de ello, para lo cual hace falta un inocente truco mental.

Pasados más de 75 años desde su estreno, es posible que «El mago de Oz» nos abrume con su profusión de canciones y bailes (es un musical, amigos míos); que nos resulte pesada y carente del suficiente dinamismo, pero las cosas son las que son y es una obra que ha maravillado a varias generaciones por su calidad, sobre todo a nivel plástico con un maquillaje, vestuario y efectos especiales fastuosos, con una especial dedicación a cada uno de los aspectos del fondo y con derroche de grandes dosis de imaginación.

En cuanto a las interpretaciones destaca Judy Garland en su papel de Dorita, aunque más bien en el aspecto musical (siendo ella la única a la que se le puede seguir en las canciones sin la ayuda de los subtítulos), siendo que sus tres compañeros en Oz dotan a sus respectivos personajes con una profusión de detalles de movimiento y personalidad únicos.

Historia con moraleja que, en cualquiera de sus formatos, sigue cautivando por su sencillez y por ser una puerta a un mundo diferente y fantástico que se anuncia como cercano, al otro lado de un tornado, realmente único; razón por la que las adaptaciones son incontables en el cine, la televisión y el cómic.

Lectura de 5 de Diciembre de 2017 a las 1200 horas



  • Barómetro: 762 (Variable). Despejado
  • Termómetro: 7º
  • Higrómetro: 48%