El crucero 2019-20 no ha podido ser más atípico en su segunda mitad (y a ver qué vendrá después...). Y hoy le damos punto final dejando al Navegante en el dique seco para que se le curen las heridas y se le rasquen los percebes y otros animalillos adheridos a su obra viva.
Nos volveremos a ver en septiembre, Deo volente.
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