Goleta Columbia |
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Diseño nº 236 de Burgess & Paine, Boston 137 pies de eslora 25,4 pies de manga 140 toneladas de desplazamiento Palo mayor: 92 pies de altura Palo de trinquete: 85 pies de altura 8.800 pies de velamen Capacidad: seis toneladas de carbón, cuatro pies de madera, 450 barriles de sal, velas de cera, veinte yardas de toalla, veinticinco yardas de mecha, una docena de linternas, cuatro boyas, jarcia, 700 libras de metal para fabricar anzuelos, treinta y seis pares de botas de goma, un ancla de 800 libras, treinta y dos anclas de diez libras, treinta galones de gasolina, veinte docenas de pares de guantes de algodón, cinco docenas de pares de mitones, cuatro docenas de trajes de agua engrasados, veintiocho colchones, utensilios de cocina y mantenimiento, etc. |
Astilleros de Arthur Dana Story, Essex (Massachusetts) Aparejador y constructor: George E. Roberts Perchas: George E. Thurston Velamen: Woodbury Duck, Turner Halsey Co, Boston Maquinaria: A. P. Stoddart & Co, Nueva York Equipamiento: a cargo de la Atlantic Supply Co Comandante de pesca: capitán Alden Geele Comandante de carrera: capitán Ben Pine. |
Diseñada por William Starling Burgess, quien a la postre pasó a la Historia como un audaz arquitecto e ingeniero naval, un inventor insomne y un pionero de la aviación, la goleta de pesca Columbia fue construida en los astilleros de Arthur Dana Story, Essex (Massachusetts), representando el máximo exponente y cénit de la línea pesquera de Gloucester.
De nombre poco original, la Columbia fue botada el 7 de abril de 1923 y, debido a su gran navegabilidad y velocidad, en vez de dedicarse a lo que se suponía que era cometido principal, la pesca, pronto comenzó a hacerse notar en aquello para lo que había sido concebida: la competición. En el ánimo de sus armadores estaba el empeño de desbancar a la goleta canadiense Bluenose, de Canadá, una leyenda viva de las carreras entre pequeños navíos de pesca del Atlántico Norte.
Para el día 25 de abril de 1923 la Columbia estaba preparada para su primera marea, zarpando de su puerto base la tarde del día siguiente, rumbo a Shelburne, donde completaría la tripulación. Durante ese corto periodo de tiempo demostró su rapidez y maniobrabilidad, no obstante era la goleta con el palo mayor más alto de la flota, con la excepción de la Henry Ford.
El trofeo de la Copa Internacional de pescadores de 1923, en Halifax, Nueva Escocia, a punto estuvo de ser ganado por la Columbia (capt. Ben Pine), pero la Bluenose era más maniobrable. Sin embargo, la Bluenose quedó descalificada por quebrantar la nueva normativa. Las reclamaciones de los patrones canadienses consiguieron que se declarara un empate y el premio fuera repartido entre el primer y segundo puesto.
La vida de la Columbia no fue longeva, pues naufragó y se perdió con toda la tripulación en la pérfida isla del Sable, “El cementerio del Atlántico”, el 24 de agosto de 1927, durante verano de constantes tormentas en la zona que también se cobró otras cuatro embarcaciones del mismo tipo. Parecía destinada a enfrentarse sin remedio contra esta media luna de arena que apenas sobresale de la superficie, pues, en el año de su botadura la Columbia ya se topó con la trampa de Sable, embarrancando y debiendo ser remolcada a puerto, hasta St. Pierre y Miquelón por el vapor francés La Champlain.
Desde 2014 navega una réplica casi exacta de la Columbia, construida en los astilleros de la Eastern Shipbuilding Group y botada en Panamá City, Florida. Una goleta que participa en la serie Superyacht de la Copa América.
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