jueves, marzo 29, 2012

29 de Marzo de 2012

EL MUNDO

En Afganistán, con las tropas españolas

Mònica Bernabé | Qala-e-now
Actualizado jueves 29/03/2012 04:51 horas

De repente un avión comercial de la compañía aérea Air Europa aterrizó en el aeropuerto militar de la ciudad de Herat, como si por un instante esa localidad del noroeste de Afganistán se tratara de una ciudad española. Decenas de militares españoles esperaban ansiosos a pie de pista ver bajar a sus compañeros de la aeronave después de un vuelo eterno de Madrid a Herat, con parada en Estambul para repostar. Casi diez horas de viaje, comentaban los soldados que pisaron tierra doblados, la mayoría infantes de marina o paracaidistas que llegaron a Herat este miércoles para relevar a los militares españoles que han estado meses en la provincia de Badghis haciendo una de las labores más importantes para hacer posible la transición en Afganistán: instruir a los soldados del Ejército afgano que se tendrán que hacer cargo de la seguridad del país una vez las tropas internacionales se vayan en el 2014. Ésa es la fecha límite para la retirada.

Dos horas más tarde, a las doce del mediodía, otro vuelo pero esta vez de sólo veinticinco minutos en un Hércules en dirección a Qala-e-now. "¡Sargento García!", grita un oficial español pasando lista a los recién llegados a la capital de Badghis en una austera sala situada al lado de la pista de aterrizaje. La estancia es tan desangelada y de paredes blancas que hace fría la bienvenida. "¡Presente!", responde con voz alta y clara un soldado. Después le siguen otros, que también contestan con firmeza.

Esta periodista pudo presenciar estas escenas este miércoles en Herat y Qala-e-now. España inició su misión en Afganistán dentro de la denominada Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) el 25 de enero de 2002. Tras más de una década de presencia en el país asiático, el Ministerio de Defensa abre por fin la misión a la prensa invitando a un grupo reducido de periodistas a acompañar a las tropas españolas. Es decir, a empotrarse con ellas, como se conoce en la jerga periodística. "Ha cambiado la política comunicativa", afirma el oficial de información pública en Qala-e-now, el teniente coronel Javier García-Calvo, sin poder disimular su satisfacción. "Ahora podemos dar a conocer qué hacemos", añade. No es el único que lo destaca. El coronel jefe de las tropas españolas en Badghis, Demetrio Muñoz García, también inicia su presentación de la misma manera. "Inauguramos una nueva época", dice con tono solemne. "Es un reto acogeros porque no tenemos costumbre", admite dirigiéndose a los informadores.

La primera jornada de los periodistas con los militares españoles en Qala-e-now es maratoniana, a pesar de que no se mueven de la base Ruy González de Clavijo donde las tropas tienen su centro de operaciones en la capital provincial. Les hacen charlas informativas una detrás de otra, de las cuatro de la tarde hasta las diez de la noche, con sólo media hora de descanso para cenar, como si quisieran explicarles en unas horas todo lo que no les han podido explicar en diez años.

"Estamos normalizando el tránsito entre Moqur y Dar-e-bum. La gente se siente más segura y circula más por esa vía", afirma el coronel Muñoz García, en referencia a dos de las localidades de Badghis donde la situación de seguridad era más precaria y resultaba muy peligroso desplazarse pocos meses atrás. El responsable de las tropas españolas en Badghis también vaticina que la actividad insurgente decrecerá mucho en la provincia esta primavera respecto al año pasado. Según dice, la situación va claramente a mejor. En todo caso, por primera vez los periodistas tendremos la oportunidad de comprobarlo sobre el terreno y no quedarnos sólo con palabras.

ARMADA ESPAÑOLA

Un equipo de desactivación de explosivos de la Armada neutraliza un torpedo hallado por un pesquero

No portaba cabeza de combate ni sistema de propulsión

miércoles, 28 de marzo de 2012


Un equipo de desactivación de explosivos de la Armada se trasladó ayer al puerto de Torrevieja (Alicante) para identificar y neutralizar un torpedo encontrado por el pesquero ‘Nuevo Pedro y Loli’ en aguas próximas al Cabo de Palos.

Tras comprobar que carecía de cabeza de combate con carga explosiva y del sistema de propulsión, el artefacto se identificó como un componente de la cámara de aire de un torpedo alemán G-7, modelo empleado durante la Segunda Guerra Mundial.

Una vez verificado que no eran necesarias labores de desactivación, el equipo de desactivación de explosivos trasladó el artefacto a las dependencias de la Unidad de Buceo de Medidas Contra Minas de la Armada, que tiene su base en Cartagena (Murcia).

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