viernes, febrero 14, 2014

14 de Febrero de 2014

POR TIERRA, MAR Y AIRE. BLOG ABC


Publicado por Esteban Villarejo el feb 13, 2014

El próximo día 27, aniversario de la Infantería de Marina, se presentará el cuadro del pintor Augusto Ferrer-Dalmau titulado «Mi Bandera», donde representa al granadero Martín Álvarez en la batalla del Cabo de San Vicente (14 de febrero de 1797) defendiendo la bandera de su navío el «San Nicolás de Bari» cuando toda la tripulación estaba muerta o malherida.

Aquí os lo dejamos, para celebrar a nuestro modo el otro 14 de febrero, el cuadro: (VER ENTRADA)

Según la crónica de un oficial inglés testigo de la batalla:

«[...] En el barco español “San Nicolás de Bari” queda algo por conquistar. Sobre la toldilla arbola la bandera española, cual si todavía el barco no se hubiese rendido. Un oficial inglés que lo observa va a ella para arriar la bandera. Antes de llegar un soldado español, de centinela en aquel lugar, sin apartarse de su puesto, le da el alto, el oficial no le hace caso y se acerca, el sable del centinela lo atraviesa con tal fuerza que lo queda clavado en la madera de un mamparo.

[...] Un nuevo oficial y soldados se acercan y el centinela no logrando desasir su sable de donde se hallaba pinchado, coge el fusil a modo de maza y con él da muerte a otro oficial y hiere a dos soldados. Da después un salto desde la toldilla para caer sobre el alcázar de popa donde lo acribillan a tiros los ingleses. Nelson que ha presenciado la escena se aproxima al cadáver silencioso  Y ordena que se le envuelva en la bandera que había defendido con tanto ardor».

Pero el centinela Martín Álvarez no estaba muerto, sino muy mal herido. Lo curaron y lo llevaron a Lagos, en el Algarve al sur de Portugal y de allí hacia España.

ABC


M. R.@ABC_CANARIAS / LAS PALMAS DE GRAN CANARIA

Día 14/02/2014 - 00.42h

Marine Armor System, instalada en Gran Canaria, desarrolla un sistema que repele abordajes con AK-47 Kalashnikov, M16 o M60 y granadas

El vehículo oficial del presidente norteamericano Barack Obama es un imponente búnker acorazado con dimensiones de limusina porque su blindaje, FB7, es el mayor del planeta.

Por debajo de esta clasificación extrema, se sitúa el FB6 y lo ofrece la empresa Marine Armor System, que ha patentado en España un pionero sistema de seguridad y protección para barcos y plataformas petrolíferas contra los ataques piratas en las costas de África, un riesgo que se ha recrudecido en países como Guinea.

La empresa, instalada en Canarias, recibió hace unos dos años la petición del capitán de un buque, que hizo escala en el Puerto de Las Palmas, de «amurallar» las instalaciones para preservar la seguridad de su tripulación ante un posible abordaje pirata.

El cliente solicitó que adaptaran su sistema de blindaje en el puente de mando, el espacio más vulnerable y el que más necesidad de protección requiere, y nuevas medidas de seguridad a bordo.

A partir del prototipo diseñado para este barco, la compañía, hasta entonces dedicada al blindaje arquitectónico, se embarcó en el blindaje naval desarrollando una patente de seguridad y protección que permite activar el blindaje en cuestión de segundos. Basta con que el capitán active un botón.

Ante un riesgo de ataque los primeros minutos son críticos. Frente a medidas de defensa rústicas, como sacos rellenos o hierros detrás de las puertas para frenar las balas, el sistema que instala la empresa bloquea los accesos al barco y a sus habitáculos interiores mediante persianas estratégicamente colocadas y disimuladas, y puertas antibala de alta resistencia, entre otras medidas. Están preparados para repeler impactos del armamento militar más utilizado por los piratas, como la AK-47 Kalashnikov, la M16, la M60 o granadas.
Sin contar con que la tripulación puede refugiarse en ciudadelas con víveres inaccesibles a los piratas, lo que, además dificulta el secuestro de rehenes, y que el capitán queda a salvo en un puente de mando acorazado.
Una de las medidas que recomiendan es la instalación de una pantalla de pre-detonación, que minimiza en gran medida los daños materiales y personales en caso de ataque con lanzagranadas RPG, muy utilizadas por los piratas. Estas mallas son un complemento al blindaje, pero no son efectivas como única medida de protección, advierten.

La inversión en este sistema de protección oscila entre los 60.000 euros y el millón de euros, en función de lo que precise el propietario, señalan fuentes de Marine Armor System. Se trata de un coste amortizable si se tiene en cuenta que las navieras gastan una media de 100.000 euros mensuales en vigilantes de barcos.

En año y medio de dedicación a este segmento en su sede de Agüimes, en Gran Canaria, han instalado su sistema de protección en cinco barcos y una plataforma petrolífera. Cada uno de ellos es "un traje a medida", explican, y se puede acomodar en el barco sin parar la actividad del buque allí donde esté.

De hecho, el personal de la empresa se ha desplazado a Ghana, Mozambique, Tanzania o Nigeria y lo han colocado en alta mar, aunque la empresa espera que pueda recibir encargos y hacerlo en Las Palmas durante las paradas técnicas de buques y plataformas, a medida que la demanda aumente.


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