Una fábula en la que se entrecruzan la realidad y el sueño para recordarnos la importancia innata de nuestros lazos familiares
La vida de Kun-chan va a dar un giro torbellinesco cuando su madre regrese a casa con su hermanita pequeña en brazos. Lo que a priori debía ser motivo de alegría para todos, pronto provocará en Kun-chan serios arrebatos de celos, algo demasiado común a su corta edad de cuatro años pues se ve destronado por una bebé que requiere toda la atención de sus padres, incluso del torpe cabeza de familia, quien esta vez no se libra con la excusa del trabajo.
Kun-chan, un niño a la par adorable e irritante, como todos los críos de su edad (excelentemente retratado en esta película), deberá enfrentarse a varios obstáculos durante los primeros meses de vida compartida con Mirai a quien, como él expresa en infinidad de ocasiones, “no soporta”. (sigue leyendo)
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