martes, mayo 02, 2023

Guardia de literatura: reseña a «¿Quién mató al embajador?», de Alberto Vázquez-Figueroa

Plaza & Janés Editores SA,
Barcelona
Colección Los Jets de Plaza
& Janés
13ª edición: mayo de 1994
ISBN: 84-01-49069-3
254 páginas

Interesante y supuesto thriller que analiza la Iberoamérica de los años 1970 en sus aspectos más censurables

Nunca he sido muy dado a la literatura de Alberto Vázquez-Figueroa, más que nada porque o la leía forzado o, cuando lo hacía de forma voluntaria, el editor me engañaba con una falsa sinopsis de contraportada.

De todo lo que ha pasado por mis manos hasta la fecha, salido del puño y letra del de Santa Cruz de Tenerife, esta novela con aspiraciones de thriller político, escrita en plenos años 1970, es lo que más me ha gustado. Y digo aspiraciones de thriller político porque, en realidad, no lo es tal; es un artificio para tratar lo que en realidad, según mi opinión, pretendía publicar Vázquez-Figueroa. Lo primero que ha de chocarle al lector es la exhaustiva narrativa, con un esfuerzo desmesurado por parte del autor, respecto a la línea argumental protagonizada por Huasi, un indio desgraciado a más no poder, que fue expulsado del campo y arrojado a la ciudad donde malvive sin trabajo y sin posibilidad de llevar alimento a su mujer y sus tres hijos. Es la personificación del sparring donde van a parar todos los golpes de la injusticia social en la Latinoamérica más a flor de piel de la época (y que tampoco debe haber cambiado en demasía casi cincuenta años después). Su deambular por entre vertederos, calles y páramos, con un poncho raído y los pies descalzos, mudo ante la humillación que lo va enloqueciendo, con el hambre apretando cada vez más fuerte, es una narración descarnada y asfixiante, aunque con la pega de dar a entender, de forma equivocada, que los males de esta gente única y exclusivamente surgen con la llegada de los conquistadores y los blancos, como si hasta entonces vivieran todos en  una suerte de Jauja ajena a las injusticias, la esclavitud, el abuso, etc., pero no es la cuestión aquí (sigue leyendo)


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