miércoles, mayo 31, 2023

Relación de publicaciones de mayo de 2023


Hola a todos: ¿cómo os va? Espero que muy bien.

Este mes no tiene nada de especial salvo que he publicado en El Navegante del Mar de Papel, nuestro viejo blog, un artículo sobre el bou armado Nabarra que seguro os interesará a aquellos cuyos gustos se enfoque hacia el olor de la pólvora sobre las olas.

Además de eso me ha dado por escribir dos reflexiones, siendo una de ellas nacida de que alguien ha señalado algunas entradas de El Navegante como de “contenido sensible” o para mayores de 18 años.

De reseñas hemos andado cortos este mes… Sólo tres.

Y si he de hablar de novedades, pues a partir del mes que viene podréis encontrar algunas de mis reseñas ya publicadas sobre el género de la ciencia ficción en el portal https://www.ciencia-ficcion.com, previa intermediación del Amanuense. A ver si tienen buena acogida.

En cuestiones de comics sigo tratando de llamar la atención de las editoriales con el proyecto de “Lorelei de Sangre” y no sé si empezar a escribir algo sobre el infame pirata Benito de Soto para que acabe en viñetas… No sé.

Bueno, os dejo. Un saludo!

Artículos
—El bou Nabarra y su casi subasta fantasma, pasando por la Batalla del cabo Machichaco https://navengantedelmardepapel.blogspot.com/2023/05/el-bou-navarra-y-su-casi-subasta.html

Otras reflexiones (opinión)
—Un “El Navegando del Mar de Papel” para mayores de edad https://navengantedelmardepapel.blogspot.com/2023/05/un-el-navegante-del-mar-de-papel-para.html

Reseñas
—Reseña a la novela «¿Quién mató al embajador», de Alberto Vázquez-Figueroa https://guardiadeimaginaria.blogspot.com/2023/05/guardia-de-literatura-resena-quien-mato.html
—Reseña a la miniserie «Las mariposas negras» (2022) https://guardiadeimaginaria.blogspot.com/2023/05/guardia-de-television-resena-la.html

Lectura de 31 de mayo de 2023 a las 1200 horas

                                                                                                                                                                             



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lunes, mayo 29, 2023

Maquetas en el Museo de Aquitania



Nuestra amiga María CM se ha regalado un fin de semana en Burdeos y no ha podido dejar de visitar el Museo de Aquitania, así como pasarnos este par de fotografías seleccionadas de su colección de maquetas (una fragata y un bergantín). Tras mirar por Internet, parecen ser de la sala dedicada al comercio atlántico y esclavista.

¡Gracias María!


Lectura de 29 de mayo de 2023 a las 1200 horas

                                                                                                                                                                             



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jueves, mayo 25, 2023

Lectura de 25 de mayo de 2023 a las 1200 horas

                                                                                                                                                                             



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miércoles, mayo 24, 2023

Un El Navegante del Mar de Papel para mayores de edad

¿Cómo se os ha quedado el cuerpo con semejante titular? Me gustaría saberlo, aun con vuestro acostumbrado mutismo monacal cuando visitáis estas cubiertas. Me gustaría saberlo para no sentirme el único ojiplático de esta parcelita de mar etéreo.

Hace unos días, nada, recibí dos emails de Blogger con sendas advertencias clónicas. Alguien había denunciado dos entradas de este blog como de “contenido sensible” para las mentes imberbes y menores de dieciocho años. Blogger no me exigía revisar las entradas o eliminarlas, sino que, tras evaluar las entradas conforme su política de contenido para adultos, se ha limitado a colocar un “aviso a navegantes” para que “sepan” dónde se meten antes de que “sea demasiado tarde”.


Lo sangrante del asunto es que se tratan de dos entradas que considero inocuas en todos los sentidos. A lo que se suma que ya cuentan con varios años a las espaldas. Aunque no por orden cronológico de publicación, el primer mail se refería a la introducción (pues ya sabéis que siempre os remito al blog De Imaginaria), a la reseña de la película «Rogue One». No sé (decidme vosotros), qué le pasa a dicha introducción. ¿Es porque se me escurre un sonoro “Argoderse”?

El segundo mail se refiere a una entrada de 2007 en la que hablo del recuerdo de cierto anuncio de Levi’s de mediados de los años 1990, que nos machacaba con el «Spaceman» de Babylon Zoo y con aquella selenita en jeans de la que creo que estuvimos enamorados o encoñados todos los adolescentes del momento: la modelo moscovita Kristina Semenovskaia (tenía prácticamente nuestra misma edad: 16 años). Yo lo he releído y no he encontrada nada capaz de derretir el cristal de bazar chino de los inquisidores de Internet.



Y, como es de recibo, me he preguntado quién demonios habrá sido el gilipollas que me ha denunciado por incumplir supuestamente las normas de “contenido sensible” y porqué (gilipollas, sí, lo repito, ahí Blogger tienes contenido “inapropiado” utilizado a conciencia). Pero estamos inmersos en la vorágine de los tiempos más estúpidos y melindrosos de la Historia de la Humanidad: todo es criticable, todo es denunciable, todo es censurable… y lo es por simple deporte. Alguien debería inventarse algún anglicismo de estos para que nos quedemos todos tan contentos en esta suerte de batalla campal sin banderas creíbles y fogosidades puritanas.


Lectura de 24 de mayo de 2023 a las 1200 horas

                                                                                                                                                                             



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martes, mayo 23, 2023

Guardia de televisión: reseña a la miniserie «Las mariposas negras» (2022)

Título original: «Les papillón nois». 2022. 6 caps. De 59 min. Francia. Dirección: Bruno Merle (Creador), Olivier Abbou (Creador), Olivier Abbou. Guión: Nicolas Duvauchelle, Niels Arestrup, Axel Granberger, Alyzée Costes, Alice Belaïdi, Brigitte Catillon, Philippe Brenninkmeyer, Sami Bouajila, Lola Créton, Marie Denarnaud, Henny Reents, Mohamed Makhtoumi, Franck Andrieux, Nicolas Wanczycki, Rodolphe Pauly, Clara Blanchet

Una miniserie que me ha tenido como medio loco a medida que iba desgranando cada episodio

Adrien Winckler es un escritor que está pasando por un insalvable bache creativo. Desde que publicara su primera obra no ha sabido dar con la fórmula, no ya para repetir el éxito inicial, sino para escribir algo que se pueda considerar potable. La razón es simple: a pesar de su capacidad para “encontrar las palabras exactas”, únicamente brilló una vez porque contó una historia dura, cruda y real, la suya propia. Y en mitad del ojo del huracán contacta con él un anciano llamado Albert Desiderio, quien desea contratar a Adrien para que escriba un libro relatando buena parte de su biografía. Adrien acepta el encargo y le da igual meterse entre pecho y espalda cientos de kilómetros casi todos los días para desplazarse hasta la casa de su arrendador: necesita el dinero y, al final de cuentas, bien merece la pena, ¿por qué? Porque Albert, junto a su amada y desaparecida Solange, fue regando las carreteras de Francia con los cadáveres de decenas de hombres a los que daban caza de una forma poco original pero efectiva. Y porque Adrien desconoce que un hilo muy fino lo une a esa pareja de asesinos, así como al resto de personajes cuyo destino se vio alterado en el pasado por la acción de estos dos amantes que se ponían a cien tras cada asesinato (sigue leyendo)


Lectura de 23 de mayo de 2023 a las 1200 horas

                                                                                                                                                                             



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viernes, mayo 19, 2023

Lectura de 19 de mayo de 2023 a las 1200 horas

                                                                                                                                                                             



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jueves, mayo 18, 2023

Lectura de 18 de mayo de 2023 a las 1200 horas

                                                                                                                                                                             



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martes, mayo 16, 2023

Lectura de 16 de mayo de 2023 a las 1200 horas

                                                                                                                                                                             



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lunes, mayo 15, 2023

El bou «Navarra» y su casi subasta fantasma, pasando por la Batalla del cabo Machichaco

Características del bou armado Nabarra

Leyendo el extenso artículo «La flota de PYSBE durante la guerra civil (1936-1939)», de Juan Pardo San Gil, publicado en Bilduma, revista del Servicio de Archivo del Ayuntamiento de Rentería, he dado con un detalle muy curioso referido al bou armado Nabarra (cte. Enrique Moreno Plaza), de la Marina de guerra auxiliar del Gobierno de Euzkadi, que se cubrió de gloria el 5 de marzo de 1937, en la conocida como Batalla del cabo Machichaco; un apunte que, en realidad, tan sólo ocupa un párrafo final, pero, por si antes estáis necesitados de una aclaración sobre qué es un bou, qué era PYSBE o qué diantres fue la Batalla del cabo Machichaco, deciros que Pesquerías y Secaderos de Bacalao de España era una empresa de Pasajes constituida en 1919 y cuyo objeto social era, principalmente la pesca y tratamiento de bacalao. Para cuando estalló la guerra civil, dicha mercantil contaba con seis bacaladeros especialmente construidos para la navegación por aguas frías, con un arqueo de más de 1.200 toneladas de registro bruto. Estos bous fueron los llamados Euskal-Erria, Hispania (ex Alfonso XIII), Galerna, Vendaval, Mistral y Tramontana, siendo requisados por el Gobierno vasco para adscribirlos en la Marina de guerra auxiliar, tras montarles una corta artillería.

En cuanto a la Batalla del cabo Machichaco, contaros que los bous Gipuzkoa (ex Mistral), Bizkaya (ex Euskal-Erría), Donostia y Nabarra (ex Vendaval), zarparon de Portugalete el 4 de marzo de 1937, bien de mañana, para participar, junto al destructor José Luis Díez, en la protección del barco-correo Galdames, que estaba atracado en el puerto de Bayona. El Galdames, aparte de pasaje, cargaba con cinco toneladas de monedas de níquel de 1 y 2 pesetas acuñadas en Bélgica para el Gobierno de Euzkadi, así como mercancías varias.

A las 2100 horas se localizó al Galdames y se inició un convoy harto complicado. La situación general  (marejada, oscuridad total, luces apagadas y silencio radio), jugó una mala pasada: el Nabarra y el Donostia arrumbaron muy al Norte, despistándose el Bizkaya y el Gipuzkoa. Tras evolucionar en búsqueda del convoy, los comandantes de los perdidos Bizkaya y Gipuzkoa decidieron enfilar para Bilbao, con la mala suerte de que se toparon con el crucero Canarias a 20 millas al Norte del Abra, enterado el comandante, capitán de navío Salvador Moreno, que el Galdames tendría que pasar por ahí más pronto que tarde.


El Canarias primero orientó sus cañones hacia el Gipuzkoa, que no terminó muy mal parado, mas alcanzó a Portugalete y pudo lamerse las heridas a resguardo.

Mientras, el Bizkaya aproó hacia el Este y alcanzó cabo Machichaco, donde encontró al mercante Yorkbrook, recientemente capturado por el Canarias y con las bodegas rebosantes de armamento para la República. El comandante del Bizkaya no se lo pensó dos veces: se hizo con el Yorkbrook y lo guió hasta Bermeo.

Hacia las 1445 horas, tras avistarlo los vigías, el Canarias centró sus cañones sobre el Galdames. Dos impactos se cobraron la vida de una mujer y tres niños y, sabedor de sus limitaciones, el comandante del barco-correo ordenó parar máquinas de inmediato e izar la bandera blanca.

El Nabarra arriba y el Canarias abajo. No hay lugar aquí para hacer comparativas

Controlado el Galdames, los directores de tiro del Canarias giraron sus torretas hacia el Donostia y el Nabarra. El Donostia prefirió evitar todo contacto con el Canarias, debido a su pobre artillería, pero el Nabarra no se arredró y decidió sostener combate con el crucero pesado durante más de dos horas, hasta que un proyectil alcanzó la sala de calderas del bou.

El bacaladero estaba perdido, incendiado y sin posibilidades de ponerse a salvo, así que el comandante Enrique Moreno ordenó abandonar la nave, aunque él, su segundo y otros tripulantes decidieron hundirse con el Nabarra

De los 49 tripulantes, 20 sobrevivieron a ese día, quienes fueron recogidos por unos admirandos oficiales y marineros del Canarias. Tanto es así, que el capitán de navío Salvador Moreno, junto al director de tiro, el capitán de corbeta Manuel Calderón, intercedieron por los tripulantes del Nabarra para que se les indultara de sus condenas a muerte, siendo puestos en libertad en 1938.

Tripulación del Nabarra durante la Batalla del cabo Machichaco

Pues bien, después de todo este “rollo”, viene el apunte con el que empezaba este artículo: el Vendaval-Nabarra descansa a unos cien metros de profundidad frente al cabo Machichaco desde el día 5 de marzo de 1937, pero no fue dado de baja.  Esto simple detalle llevó a una curiosa situación legal cuando la PYSBE (cerrada en 1974), fue objeto de un expediente y embargo por parte de la Delegación de Hacienda de Guipúzcoa en 1975: uno de los bienes objeto de traba fue el mismo Vendaval, que seguía constando en el Registro mercantil y el Registro de Buques de la Comandancia de Marina. La cosa no llegó a más y no se decretó subasta, pero habría sido divertido de haberse celebrado sobre un pecio.

(Fuente de las imágentes: https://ianasagasti.blogs.com/, https://museoplentzia.org/, Deia, 2012)


Lectura de 15 de mayo de 2023 a las 1200 horas

                                                                                                                                                                            



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viernes, mayo 12, 2023

Of Monsters and Men - The Cabin Sessions

Lectura de 12 de mayo de 2023 a las 1200 horas

                                                                                                                                                                            



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jueves, mayo 11, 2023

Lectura de 11 de mayo de 2023 a las 1200 horas

                                                                                                                                                                            



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miércoles, mayo 10, 2023

¿Gordofobia médica?

Permitidme que entre en antecedentes para justificar la existencia de este artículo de opinión, cuya seriedad y necesidad vosotros juzgaréis mejor que yo. 

Suelo ser oyente de Sergio Candanedo, más conocido en como Un Tío Blanco Hetero (UTBH). No es que sea un seguidor acérrimo, de esos que se tragan como patos todo lo que diga en sus intervenciones en directo por Twitch, sino que voy seleccionando aquellos vídeos que va subiendo a Youtube y cuyos títulos me llamen más la atención. En uno de tantos, el bueno de Sergio pasaba a reaccionar sobre otro que él había encontrado en redes y que se burlaba, a su vez, de la grabación de un extracto de un encuentro feminista, organizado por el Ministerio de Igualdad y sufragado por pichitas y no pichitas, gordos y delgados, en el que se hablaba de gordofobia contra las mujeres y la supuesta manipulación médica y farmacéutica. El contenido de las intervenciones de los ponentes y el público no tenía desperdicio para eso de alucinar sin necesidad de recurrir a las drogas. Y de toda aquella bazofia me quedé, no con la expulsión de las gordas del llamado círculo del placer (¡¿?!), sino con la “brillante” información sobre la existencia de cierta asociación mejicana (ALICIA), que lista al personal sanitario no gordofóbico (por lo que aquellos que sí lo sean, serán debidamente señalados en plan GESTAPO sobrada de kilos), y con una de las asistentes como público, micrófono en mano a modo de rico cucurucho de helado, manifestando a la concurrencia que, gracias al feminismo, ya no se sentía enferma a pesar de padecer obesidad tipo 3 (mórbida).

No tengo comentarios a mayores, pero sí he de confesar algo: diré que esas dos perlas me dieron de qué pensar. Me explico: yo también estoy convencido de que algunos facultativos a los que me he expuesto durante la redacción de mi dilatado expediente médico me han tratado de forma despectiva por el hecho indiscutible de que me sobran kilos y grasa, guiándose por el mero prejuicio: “este no es más que otro gordo que se pasa el día apalancado en una terraza de bar, cerveza en mano, esperando a hacer ganas de comer y tragar más”.

Y eso es algo que me jode, pues no tienen ni pajolera idea de mi estilo de vida y dieta. Soy el primero que reconoce que no está hecho un Tom Hiddleston y que necesito bajar de peso, sin embargo, las taras y limitaciones físicas inherentes a mi “dichoso” cuerpo me impiden practicar deporte en condiciones, aún restando de la ecuación los días en los que solo ir y volver caminando al y del trabajo se me antojan como un esfuerzo demasiado doloroso. No son excusas baratas de niño de cuatro años enfundado en el traje de un adulto en la cuarentena, pues qué más quisiera yo poder correr y hacer mucho más sin pagarlo con días o semanas de padecimientos para los que de poco me sirve la medicación analgésica. No soy capaz de enfrentarme a una tabla de ejercicios que no sean de bajísima intensidad, pero trato de caminar todo lo que me sea posible, logrando muchas veces romper la barrera de los diez mil pasos diarios.

Aparte de mi propia configuración corporal, está mi trabajo, que es de los de estar detrás de una mesa y delante de un ordenador, cosa que algunos facultativos y miembros de diversas ramas sanitarias consideran que se solventa con trabajar de pie (como le parecía lógico a cierta fisioterapeuta de infausto recuerdo que, aparte de caerme como una patada en los mismos cojones, me producía semejantes dolores que preferí perder el bono y eso que aún quedaban dos sesiones bien pagadas a tocateja).

Trabajar de pie… Me troncho vivo ante tan estúpida ocurrencia. Aquí se demuestra, más que nunca, que tener una carrera, lo mismo da de Ciencias que de Letras, no te hace inteligente. 

Trabajar de pie… Eso será porque algunos no saben lo que es estar buceando durante horas tras una presa que se esconde en lo más abisal de las bases jurisprudenciales. No saben lo que es redactar un recurso de apelación desde cero el día de gracia. No saben mucho, aparte de que yo no he conocido a nadie de bata blanca y demás que te reciba de pie; todos están bien sentaditos y algunos se levantan más por obligación que por devoción hacia el paciente, y tampoco creo que se pongan a estudiar sostenidos sobre sus pies. A eso, yo también atiendo a los clientes sentado, pues ellos también se dirigen a mí tras tomar asiento, como es lo normal. 

He vivido instantes en los que creía que me daba el síndrome de la clase turista sentado en mi sillón de oficina, pero es que sólo podía permitirme el alzar la posadera para orinar. Si hay que hacer una cosa, se hace; si hay que estar horas delante del ordenador sin descanso, se está.

Y, para contrarrestar los efectos negativos de todo esto y todas las demás cosas, echo mano de una dieta libre de sal (salvo la del pan), sin café, sin alcohol, baja en grasas y con abundancia de verdura (siete días a la semana), y pescado (cuatro días). A ello le sumo varias piezas de fruta en comida y cena, tres lácteos diarios (un vaso de leche, un yogur y un cuarto de queso fresco), y el menor azúcar posible. Pero, claro, esta dieta no se la cree ningún médico salvo aquel que tuvimos de cabecera durante los últimos quince años y que ha cambiado de plaza, quien llegó a maravillarse ante un análisis de sangre en el que tenía el colesterol por debajo del mínimo.

Mi problema es que mis dimensiones superficiales no varían, la grasa apenas se mueve y me resulta demasiado fácil engordar por culpa de celebraciones en las que, por convencionalismo social, prácticamente estás obligado a comer excesivamente por no ser el bicho raro.

Lo dicho: un gordo apalancado con su birra, que sólo excusa sus “malos hábitos” (reales o imaginarios en la mente del médico), y al que no hay que creerle ni media palabra… “You, fatty liar”.

No me hace maldita gracia, pero no llego al punto de las energúmenas de la conferencia aquella. Una cosa es que haya ciertos médicos que se dejen guiar por esta forma de pensar (como todos los humanos) y, otra bien distinta, es creer, como la estúpida esa del micrófono, que una obesidad de tipo 3 no sea un problema de salud.


Lectura de 10 de mayo de 2023 a las 1200 horas

                                                                                                                                                                            



  • Barómetro: 769,5 (Variable)
  • Termómetro: 16º
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