Título original: “Dreamcatcher”
USA 2003. 136 Min. Género: Terror-Ciencia Ficción. Color. Director: Lawrence Kasdan. Interpretación: Morgan Freeman,
Thomas Jane, Jason Lee, Damian Lewis, Timothy Olyphant, Tom Sizemore, Donnie
Wahlberg, Jon Kasdan. Mayores de 13 años.
Lo más lógico es que, hablando de
Stephen King, tratara de la casi megalítica obra que escribió cuando estaba
convaleciente del brutal atropello que sufrió por culpa de un conductor que
apartó la mirada de la carretera para reprender a sus perros. Esa novela de los
“bichos caca” que, en un inicio, iba a titularse “Cáncer.” Pero no. Voy a
reseñar la película realizada en el año 2003 y dirigida Lawrence Kasdan.
El protagonista principal,
interpretado por Damian Lewis, -de sobra conocido al haber pasado por la piel
de Dick Winters (“Band of brothers”) y de un policía zen (“Life”), lo veo bien
el papel de Jonesy, personaje en el que King aporta mucho de sí mismo, de su
experiencia previa y hasta de los dolores y padecimientos, ya que ambos saben
lo que es ser golpeados por un automóvil, aunque sus consecuencias finales son
claramente diferentes.
La historia mezcla el espíritu de
“Cuenta conmigo,” un relato que fue llevado a la gran pantalla como “El cuerpo”,
y un intento de invasión alienígena al modo clásico. Amistad, recuerdos de
infancia, con una pizca de fenómenos paranormales y “greys” dentudos y con muy
mala leche.
Como cada año, los personajes cumplen
con el ritual de ir a la casa del bosque. Una excusa para unirse de nuevo y
revivir sus recuerdos bajo un atrapasueños. Jonesy acude a la cita a pesar de
las secuelas de su accidente, en el que murió y volvió a la vida. Fue una
suerte que quisiera enfrentarse al frío que le mordía la cadera, ya que los
“greys” andan por entre aquellas nevadas montañas y uno de esos “bichos caca”
se meterá en su cerebro y se tratará de valerse del humano para infectar la
Tierra.
La novela, cuando la leí, la
devoré sin descanso. Tiene algo. Luego, cuando tuve la oportunidad de visionar
su adaptación, me senté y me quedé mirando la pantalla, aún contando con las
reticencias propias y miedos que puedan crear una obra escrita pasada a lo
visual.
Hasta, más o menos, la mitad de
la película, quizá un poco más, el film sigue, en mi opinión, muy bien la
historia original. Es detallista, pero eso habría estado bien si hubiera sido
dividida en dos partes de dos horas cada una. La sensación de los poderes que
les concedió Duddits, un niño
deficiente mental (al menos, en apariencia) a los protagonistas, es perturbadora
para aquellos que les rodean y para el espectador.
El problema (como ya he señalado
dos párrafos más arriba) es que, de repente, todos se dan cuenta de la hora que
es. Nos hemos fundido más de la mitad del metraje… Pues a correr y a poner las
fichas como caigan y, claro, pierde muchísimo la producción.
Es una verdadera lástima, la
verdad que sí. Pero tampoco debemos desechar el esfuerzo realizado. Es
entretenida y el ambiente creado por King se nota en no poco pasajes.
Leeros el libro de todos modos.
Si sois un poco “exquisitos,” os advierto de que de cada diez palabras de
diálogos, tres serán palabrotas y es que al amigo King le pasa casi lo mismo
que a Reverte: cuanto más viejo, más malhablado. La novela está genialmente
enlazada, con flashbacks y vueltas de
tuerca, por lo que hay que estar atento.
2 comentarios:
Adoro a King. Acabo de releer Buick 8 y hace poco me enteré que George Romero hará la adaptación al cine. Y muy buena crítica Javier.
Un saludo.
Ahora estoy yo con los Tommyknockers, muy buena.
Dejé El misterio de Salem's lot, por la simple razón de que es una novela que hay que leerla en la oscuridad y con una única vela y no he tenido muchos ratos de esos. La última vez, casi no fui capaz de apagar la luz cuando me levanté... jejejejeje.
Gracias, Jose :)
Un saludo!
Publicar un comentario