Inspiración aérea

Tras muchos momentos de decepción ante el teclado, por fin he dado de nuevo con un tema que me empuja a seguir, a investigar, a rastrillar y a exponer mis conclusiones en un pequeño ensayo que hoy ha superado, felizmente, esa barrera sicológica de las 10.000 primeras palabras escritas; aunque no deja de serme fastidioso el ser consciente de que la línea de meta aún se encuentra muy lejos, y no me estoy refiriendo al enfriamiento del texto y a su revisión. Aún queda mucho tomate, aunque tengo claro su desarrollo; quedan justo esos detalles que siempre te rondan la oreja y que son necesarios para entender (y convencerte de) que la obra ha crecido y alcanzado la madurez.

He de reconocer que es un proyecto que estaba metido en el fondo de un cajón desde el año 2015, momento en el que me dediqué, de un modo superficial, a ir recopilando información (hasta llegué a perder y encontrar las notas varias veces). El tema se aleja de los que acostumbro tratar, pero forma parte de mis aficiones. Por ello ya os adelanto que mi plan es publicar este año un ensayo dedicado a la misteriosa oleada de airships o dirigibles fantasma sucedida entre los meses de noviembre de 1896 y mayo de 1897 sobre los cielos del Oeste y Medio Oeste norteamericano.

Es un asunto que siempre me atrajo y sobre el que apenas hay bibliografía en un idioma que no sea el inglés. Me parece buena idea tratarlo, más si cabe con el convencimiento de que puedo haber dado con una clave que justifique tantos avistamientos y encuentros con objetos volantes durante tan reducido periodo temporal. De paso, rompo un poco la tendencia dentro del listado que compone mi obra.

Os tendré al corriente.

¡Un saludo!