martes, septiembre 27, 2011

27 de Septiember de 2011

ABC

Odyssey halla en el Atlántico el mayor tesoro submarino de metales preciosos

Se trata del carguero británico «SS Gairsoppa», hundido por un submarino nazi en 1941 cuando cargaba con 200 toneladas de plata a bordo

EFE
Día 26/09/2011 - 22.30h

Odyssey anunció hoy el hallazgo en aguas del Atlántico norte del pecio del carguero británico «SS Gairsoppa», que fue hundido por un submarino nazi en 1941 cargado con unas 200 toneladas de plata a bordo, el «mayor tesoro de metales preciosos jamás hallado». Según detalló la compañía estadounidense de exploración submarina en una conferencia de prensa, el pecio fue localizado a unos 4.700 metros de profundidad y a unos 480 kilómetros de la costa irlandesa.

Se trata de los restos del barco de carga «SS Gairsoppa», de 125 metros de eslora, que se hundió tras ser torpedeado por un submarino alemán en febrero de 1941. «Odysey Marine Exploration» asegura que las investigaciones realizadas y los documentos encontrados señalan que, en el momento de su hundimiento, el carguero transportaba objetos por un valor de unas 600.000 libras (en valor de 1941) o unas 200 toneladas de plata, incluidas más de 90 toneladas de propiedad privada en forma de lingotes de plata.

De poder extraerse finalmente todo ese tesoro, se tratará de la recuperación del mayor cargamento de metales preciosos nunca antes hallado en el fondo marino, siempre según los datos de la compañía. En 2010, el Gobierno británico llegó a un acuerdo con Odyssey para que ella fuera la única empresa autorizada a realizar las tareas de recuperación de este tesoro. De acuerdo con el contrato alcanzado entre ambas respecto al rescate, Odyssey se quedará con el 80 por ciento del valor de todos los lingotes de plata que sean recuperados. «Estamos completando la primera fase del proyecto, que consiste en la localización e identificación del yacimiento submarino, y ahora trabajamos duro para planear la fase de recuperación», según explicó Mark Gordon, presidente de Odyssey.

Gordon detalló que, «teniendo en cuenta la orientación y las condiciones del naufragio», la compañía está «muy segura» de que la operación de rescate planeada es "la más adecuada para lograr la recuperación de este cargamento de plata». «Tras analizar la información conocida e investigar sobre el 'Gairsoppa' y su último viaje, y después de mucho esfuerzo para estudiar el naufragio y registrar cada elemento, nuestro equipo de expertos fue capaz de identificar positivamente el sitio en el que se encontraba el 'Gairsoppa'», explicó.

El experto detalló que, aunque los registros indicaban que los botes salvavidas se pusieron en marcha antes de que el barco se hundiera, «por desgracia la mayor parte de la tripulación no sobrevivió al largo viaje hasta la costa». «Con el hallazgo de este pecio y el relato de la historia de su pérdida rendimos homenaje a los valientes marinos mercantes que perdieron la vida», añadió Gordon.

El anuncio de este hallazgo tiene lugar menos de una semana después de que un tribunal de apelaciones de Estados Unidos ratificara la orden de un juez de Florida para que la empresa Odyssey entregue a España otro importante tesoro. Aquél tesoro es de medio millón de monedas de plata y oro y está valorado en 500 millones de dólares. Fue hallado por esta compañía en 2007 en el fondo marino y el Gobierno español lo reclamaba. La compañía de exploración submarina dispone, desde el fallo del tribunal de apelaciones del pasado miércoles, de catorce días para recurrir y pedir una revisión del dictamen sobre el tesoro que transportaba la fragata española «Nuestra Señora de las Mercedes». Aquella nave fue hundida en 1804 por un buque inglés frente a las costas del Algarve (Portugal) y por el momento el tesoro recuperado permanece bajo custodia de Odyssey en una bóveda de seguridad ubicada en un lugar secreto de Florida.

ARMADA ESPAÑOLA

La Armada inaugura en Madrid una Semana Naval

Tras la inauguración se ha presentado la exposición “Armada Española, una inversión segura”, dedicada a la construcción naval y su importancia en España

lunes, 26 de septiembre de 2011


La Armada ha comenzado hoy en Madrid una Semana Naval que comprenderá una serie de actos hasta el 2 de octubre, entre los que se incluyen exposiciones, foros y seminarios como actividades principales.

Esta mañana el Almirante Jefe de Servicios Generales, contralmirante Carlos Breijo Ruiz, ha inaugurado la Semana Naval en el Cuartel General de la Armada. A continuación, se ha presentado la exposición “Armada Española, una inversión segura”, dedicada a la construcción naval y su importancia en España.

Dentro del programa de esta Semana Naval, el escritor Geoffrey Parker llevará a cabo mañana la presentación en el Museo Naval de su libro ‘La Gran Armada’.

Desde el lunes 26 al jueves 29 se realizará un Seminario de Navegación Astronómica, dirigido a todos aquellos interesados en la navegación, la astronomía y la historia de la ciencia.

El día 29, en la Universidad Politécnica de Madrid se inaugurará el Máster Internacional de Ingeniería Naval Militar. En el acto se impartirá una conferencia sobre la historia y la evolución de la construcción naval.

A lo largo del fin de semana se podrá asistir a talleres infantiles en el Museo Naval. Además, se instalará una exposición fotográfica de temática naval en la calle Montalbán durante toda la semana.

El Museo Naval abrirá excepcionalmente su acceso por la calle Montalbán durante toda la semana para mostrar al público la escalera monumental que preside el edificio del Cuartel General de la Armada, una de las más bellas de la arquitectura madrileña.

LA VOZ DE GALICIA

Los 23 tripulantes del «Mattheos I» arriban hoy a Tema, en Ghana

De tener las personas de relevo ya en el país, los marineros gallegos podrían estar en casa el jueves

espe abuín
redacción / la voz
27/9/2011

Los 23 tripulantes del Mattheos I, el petrolero griego secuestrado en la madrugada del día 14 mientras transbordaba combustible a otro carguero noruego a 62 millas de Cotonú, llegarán hoy al puerto de Tema, en Ghana. Ese es el «puerto seguro» elegido. Allí les esperaba ya ayer un representante de la casa armadora, Consultora de Navegación, y una parte de la tripulación que relevará en sus puestos a los 14 filipinos, dos ucranianos, dos peruanos y cinco españoles (tres de ellos gallegos) que vivieron once días de terror, encañonados por los once asaltantes del barco.

A media tarde de ayer, el barco aún estaba en ruta hacia puerto y el capitán, el peruano Luis Alberto Chamochumbi, calculaba que hasta hoy no podrían tocar tierra.

A pesar del tira y afloja que hubo con el puerto de destino, dado que en las horas inmediatamente posteriores a la liberación la tripulación se negaba a acercarse a un puerto del golfo de Guinea, la tripulación aceptó al final recalar en Tema dado que era la opción más cómoda. La terminal posee una refinería en la que se pueden descargar las 30.000 toneladas largas que aún quedan en las bodegas del Mattheos I y, además, el puerto está a apenas 30 kilómetros del aeropuerto internacional de Kotoka.

Revisión médica

Una vez en Tema, los 23 tripulantes serán sometidos a una revisión médica y, después, unas 24 horas más tarde, podrán zarpar hacia sus países de origen, siempre y cuando tengan ya en Ghana a la persona que les relevará en su puesto. En ese sentido, fuentes próximas a la compañía armadora explicaron que Consultora de Navegación está intentando agilizar los trámites con los consulados y las embajadas del país para que los visados de entrada que se requieren estén listos a tiempo para que los trabajadores puedan sustituir a los marineros que llegan en el barco, dado que si alguien no tuviese sustituto no podría emprender el viaje de vuelta a casa. Así las cosas, en el mejor de los casos los gallegos no estarán antes del jueves en casa.

Robo «puro y duro»

La portavoz de la compañía, Sheena Campbell, en declaraciones a Efe, insistió ayer en que la tripulación y el barco han sido víctimas de un robo «puro y duro» y que la naviera no ha tenido «en absoluto» que pagar rescate alguno. Además de los enseres personales de la tripulación, los piratas se llevaron 7.500 toneladas de gasoil, valoradas en 3 millones de euros.

FARO DE VIGO

Un arrepentido entrega a FARO la mano original de la estatua de Colón robada hace 30 años

El chico que escondió la talla tenía 13 años cuando se produjeron los hechos; hoy cuenta con 43 y desde hace tiempo pensaba cómo devolverla

FERNANDO MARTÍNEZ PONTEVEDRA El curso escolar 1980-1981 había finalizado y los alumnos del instituto de A Xunqueira lo celebraban, como era costumbre entonces, bañándose en la fuente de la Alameda. Un grupo de chavales, cuyas edades rondaban los catorce años, extendía sus juegos de adolescencia hasta el entorno de la estatua de Cristóbal Colón, en los jardines que llevan el nombre del Almirante. Algunos de aquellos jóvenes decidieron, entre juegos, arrojar sus ropas y libros mojados contra el monumento. Una mochila escolar, con un peso considerable por estar empapada, batió contra el brazo marmóreo del navegante y la mano se vino al suelo.
Con la intención de deshacerse de las "pruebas" de aquella gamberrada infantil, un chico se apresuró a guardar el trozo de estatua caída dentro de su mochila y todos ellos se dispersaron corriendo en diferentes direcciones. Los autores de la gamberrada se prometieron posteriormente que ninguno de ellos delataría al autor de aquel imprudente atentado contra el patrimonio.
El muchacho que escondió la mano de Colón entre sus libros mojados, se comprometió con sus compañeros de travesura a que nadie daría nunca con la talla, porque él se encargaría de esconderla concienzudamente en algún rincón de su casa, en una parroquia de Pontevedra.
Hoy, 43 años y padre
Aquel chico que contaba trece años cuando realizaba su promesa, supera hoy los 43 años, es padre, y desde hace tiempo piensa en el modo de devolver el fragmento de escultura para que pueda ser restaurada. Hasta ahora no se había decidido. Tampoco sabía cómo hacerlo.
Ante el temor de que se las autoridades puedan exigirle responsabilidades por aquel acto de vandalismo infantil, pensó en abandonar durante la noche el incómodo trozo de escultura, dentro de una caja, a las puertas de alguna Administración pública, "el Concello o la Diputación Provincial", explica, ya que tampoco sabe exactamente quién es el titular del monumento.
Descartó esta idea pensando en que abandonar de esa forma la talla supondría una nueva imprudencia. Otra persona podría llevársela de nuevo, o podría generar una innecesaria alarma de seguridad pública, dado el riesgo que entraña abandonar un paquete anónimo ante un edificio oficial.
Así, finalmente se decidió a entregarla a un medio de comunicación local "riguroso" –apunta–, y para ello eligió FARO. En la delegación pontevedresa del diario decano entregaba ayer la figura quebrada treinta años atrás, explicando que su intención es devolverla a las autoridades locales para que se recomponga el monumento.
La relación entre el "depositario" de este fragmento de escultura y la propia estatua de Colón se ha ido estrechando de algún modo a lo largo de los últimos treinta años. El hombre que ha conservado la talla durante todos estos años se interesó, a partir de que su vida se cruzase accidentalmente con la imagen del Descubridor, por la historia del monumento. Durante las últimas décadas estuvo muy atento a todas las noticias que trataban sobre la escultura. Le producía especial desasosiego leer que los responsables de su restauración trataban de localizar al autor de la imagen, para lograr un molde con el que replicar el original, y no lo conseguían. Como consecuencia, sucesivas reposiciones de la mano de Colón alteraban la imagen inicial de la escultura, mientras que el custodio del fragmento se sentía impotente para revelar la verdadera forma de la talla.
"Le pusieron manos mal hechas, con la palma abierta, con los dedos extendidos, sin el pergamino que porta, ninguna como la primera; y a mí me daba pena pero tampoco podía decirles como estaba tallada la mano auténtica porque me descubriría", explica el "guardián" de la verdadera mano de Colón.
De su seguimiento personal a la historia del monumento, recuerda que los postizos que se le añadieron posteriormente no soportaron el peso de una bandera conmemorativa, o que se caían con una simple lluvia. Apunta incluso que una de las manos posteriores del Almirante tenía los dedos extendidos y "cada semana le iban rompiendo uno, hasta que volvieron a romper la mano entera de nuevo".
El "cuidador" de la talla original asegura que siempre quiso encontrar el modo de devolverla, pero siempre temió las consecuencias. "Me imagino que me harían pagar el destrozo, que no debe ser barato. Y yo no pude nunca ni podría ahora asumir ese coste", explica este hombre, arrepentido de una travesura infantil que durante las últimas tres décadas alteró la imagen de uno de los monumentos más visitados y fotografiados de la ciudad.

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